Jalisco

El testamento, un asunto también de jóvenes

Los mitos que giran en torno a la herencia inciden en que la población no tramite el documento, y al fallecer, sus bienes sean objeto de conflictos familiares

GUADALAJARA, JALISCO (12/SEP/2013).- A partir de los 18 años, cualquier persona puede gestionar ante un notario su testamento. Pero los jóvenes consultados argumentan que no tramitan el documento porque, a su corta edad, todavía no tienen nada qué heredar.

De acuerdo con Juan Carlos Vázquez Martín, presidente del Colegio de Notarios, la edad de quienes tramitan su testamento en Jalisco se promedia en 65 años, pero señala que desde la mayoría de edad es posible realizar el testamento, puesto que se trata de un documento que se puede modificar las veces que sean necesarias.

“No es indispensable que haya un inmueble. El testamento también es para reconocer hijos, para dejar la tutela de un hijo incapaz, o para reconocer deudas, aunque no se tenga ningún inmueble”, dice Vázquez Martín.

“Se puede revocar en cualquier momento, no significa entregar los bienes. Todavía cuando lo vamos a firmar, algunos dudan: entonces todavía no se va a ir la casa para mi hijo fulano, ¿verdad? No, hasta que usted fallezca tiene validez esto, puede cambiarlo 10 veces, 15 veces”.

La expedición de este instrumento legal es personal y secreto, de manera que los beneficiarios pueden no enterarse de que se encuentran en el testamento para evitar conflictos. La única recomendación de Vázquez Martín es comentar a alguien de confianza que el documento existe, para que cuando fallezca se encargue de darle seguimiento y lectura.

“Uno de los problemas más continuos es que la gente lo guarda en la caja fuerte, y la clave sólo la sabe el testador...  eso es bien común y por más que les decimos, pues son ideas que no cambian. La recomendación es que alguien de confianza lo tenga o por lo menos sepa”.

La desidia, otro factor

Por desidia y porque no les parece agradable pensar en una muerte próxima, varios tapatíos reconocieron no contar aún con el testamento, pues hacerlo implica una fuerte decisión con miras a su eventual ausencia.

A través de un sondeo, hombres y mujeres de diversas edades piensan en dejar el trámite de este instrumento legal para cuando tengan dinero, y en el caso de los más jóvenes, planean tramitarlo cuando sean mayores y también tengan más bienes para heredar.

“Creo que es muy importante tenerlo, (...) claro que he pensado sacarlo pero sí me gustaría tener más cosas, mi casa propia, etcétera”, fue la respuesta de Javier Ortega, de 38 años, que tiene una esposa y dos hijos.

Otro adulto joven que coincidió en esperar a tener más bienes fue Elizabeth Herrera, soltera, quien por sólo contar con un automóvil no ha considerado contar con un testamento.

Por otra parte, los adultos mayores de 50 años tomados en cuenta en el sondeo dijeron tener el testamento en mente, pero no lo han expedido porque lo consideran caro y porque no se han dado el tiempo de hacer la cita ante el notario.

“No lo he sacado por negligencia. Lo más importante es que si muero intestado le cuesta a mi familia el juicio por intestado, si eso se puede evitar, qué mejor”, reconoció Héctor Villanueva, de 60 años.

Nueve de cada 10 personas que ya cuentan con un testamento, según el Colegio de Notarios, sólo heredaron una vivienda, por lo que no tuvieron problemas para hacer la división de bienes entre sus hijos o beneficiarios, a diferencia de quienes cuentan con más inmuebles.

Sin embargo, existe la creencia de que sólo este tipo de pertenencias son las que se pueden testar, lo cual es incorrecto.

LA VOZ DEL EXPERTO
Desinformación, el principal freno

ANTONIO MENDOZA MEJÍA
(notario)

La falta de información correcta sobre qué es y cómo funciona el testamento es un factor que incide en la baja proporción de personas que cuentan con éste, aunque se trate de un documento cuya importancia radica en que una vez tramitado, blinda los bienes de una persona para que no terminen en manos equivocadas, detalla el notario Antonio Mendoza Mejía.

“La gente desconoce de ese instrumento jurídico, que es muy válido sobre todo para dejar lo que uno tiene a quien uno quiere”, dice el especialista.

Si bien podrían generarse algunos problemas entre los hijos luego de que los padres hagan la repartición de bienes en vida en el testamento, no se comparan con los que se avecinan cuando la persona muere sin el instrumento.

“(Cuando alguien fallece sin testamento) sigue un juicio intestamentario donde tienen que manejarse mucho el respeto para repartirse los bienes de manera equitativa, el gran problema es no desprenderse de los egoísmos y creer que todos tienen los mismos derechos que otros, con eso, al final de cuentas dejan desprotegidos a sus hijos, a la esposa, y ocasiona que otros se quieren aprovechar del trabajo y del sudor de quien fallece de forma intestamentaria”.

Para que un panorama de esa clase no ocurra, el notario recomienda a quienes tienen bienes pensar en su repartición, darse tiempo para ir a la notaría y disipar cualquier duda en torno al testamento para después tramitarlo en salud, pues la Fiscalía ha instruido a los notarios a no expedirlos cuando las personas mayores estén bajo fuertes tratamientos médicos, debido a que su voluntad puede verse influenciada por su estado anímico o por un tercero.

“Entremos a la cultura del testamento, es un instrumento jurídico saludable y bien recomendado”, finaliza Mendoza Mejía.

EL DATO
Decisión personal


El contenido de cada testamento es confidencial, y el propietario en vida decide si los beneficiarios pueden conocerlo o no.

A DETALLE
El trámite, paso a paso


En Jalisco, el testamento tiene un costo no mayor de dos mil pesos en septiembre, y para tramitarlo se deben seguir los siguientes pasos:

1 Claridad de qué va a heredar y a quién; llevar la dirección de los inmuebles o los detalles de los objetos a testar para su plena identificación.

2 Acudir al notario con una credencial de elector o pasaporte vigente.

3 Durante la cita, ofrecer una manifestación verbal de datos personales y familiares.

4 Luego de un mes se genera el documento, que habrá que recoger en la notaría donde se tramitó. Se pueden hacer cambios en el testamento cuantas veces sean necesarias.

5 Al fallecer el testador, los familiares deben llevar el documento ante un notario o un despacho de abogados junto con el acta de defunción, para que le den lectura frente a los familiares y entre en validez.

6 Luego de tres meses concluyen los trámites de cambio de propietario tal como el testador lo expresó en el documento, y así se ceden los derechos.

7 Conservar el testamento en un lugar seguro o con una persona de confianza, que no sea en caja fuerte cuya clave sólo conoce el testador.
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