Jalisco
El reto, ampliar el acceso del acervo bibliográfico
A pesar de que existe al menos una biblioteca pública por municipio, solamente 6.6 por ciento de los jaliscienses ha pisado una sala de lectura en lo que va del año
Para ello, deberán subsanarse una serie de debilidades que reconoce el Programa Estatal de Cultura: pocos usuarios; insuficiente supervisión y seguimiento a la capacitación a bibliotecarios; escasa vinculación con las artes gráficas, escénicas y con el patrimonio de Jalisco y; no por ello menos importante, la lenta sistematización digital de acervos bibliotecarios.
Con todo y que los 125 municipios tienen al menos una biblioteca, la realidad es que estos centros presentan un bajo aprovechamiento por parte de las comunidades en que se asientan. Tan es así que en el primer cuatrimestre del año acudieron en promedio 121 mil 151 usuarios mensuales, lo que quiere decir que solamente 6.6% de los jaliscienses visitó una biblioteca pública.
Lo cierto es que asistir a las librerías y bibliotecas se encuentra en el penúltimo (0.30%) y último lugar (0.21%) entre las actividades que prefieren hacer los jaliscienses en su tiempo libre; mientras que tres de cada 10 destinan su tiempo libre a ver televisión.
Ya desde el 2010 la encuesta nacional de hábitos, prácticas y consumo culturales de CONACULTA revelaba que, en el comparativo nacional de lectura, Jalisco se encontraba en el promedio o por debajo de él. Y es que ni el hecho de ser sede de la Feria Internacional del Libro más importante de habla hispana nos ha salvado de ocupar el segundo peor promedio nacional en asistencia a bibliotecas.
La población de Jalisco registró un promedio de asistencia de 40.7% a las bibliotecas, muy por debajo de Baja California Sur, Sonora y el Estado de México, cuyos niveles de asistencia a estos espacios corresponden a 74%; 70.5%; y 63.6%, respectivamente. La misma fuente revela que 24.8% de los jaliscienses leyó al menos un libro en el último año, mientras que 21.5% compró al menos un libro en los últimos doce meses.
El bajo aprovechamiento de las bibliotecas se refleja en los resultados de las pruebas PISA (Programa para la Evaluación Internacional de Estudiantes, en inglés) publicados a finales del año pasado. En la medición de las habilidades en lectura, Jalisco se ubica en el noveno lugar de la tabla nacional y únicamente seis por ciento de los estudiantes aprobó con resultados sobresalientes.
A ello habría que agregar que según reportes de la Secretaría de Cultura, la infraestructura de cinco de cada 10 bibliotecas está catalogada en condiciones “regulares” por el poco espacio, y la falta o deterioro de mobiliario. Solamente 17 de las 283 bibliotecas se encuentran en mal estado, en tanto que cuatro de cada 10 está en buen estado.
“El principal problema en las bibliotecas es la falta de público porque no hay una política pública que obligue a las propias escuelas, docentes y académicos a asistir con sus alumnos al menos una vez a la semana. Lo ideal sería que desde chicos empezaran a acudir a buscar información”, señaló Adriana Ruiz Razura, especialista en políticas culturales de la Universidad de Guadalajara (UdeG).
Para el presidente del Consejo Estatal para la Cultura y las Artes ( CECA), René Arce Ruelas, el bajo impacto en la formación de lectores se explica en parte por la insuficiente cantidad de bibliotecas. “Existen programas para captar lectores pero su socialización no es la adecuada, hace falta difundir las estrategias existentes… A veces parecen más esfuerzos aislados, hay que integrarlos y hacerlos más efectivos para que la gente esté realmente enterada”.
En el mismo tenor, Sergio López Ruelas, coordinador de Bibliotecas de la UdeG expresa que por el porcentaje de población, Jalisco necesita más bibliotecas. “Pero más allá de la cantidad, lo importante es desarrollar su infraestructura, tecnología, materiales, y servicio de personal para que sean aprovechadas”.
En lo que refiere a la construcción de más bibliotecas, la titular de la Secretaría de Cultura, Myriam Vachez respondió que no existen planes de expandir la infraestructura. “Más que establecer nuevas bibliotecas debemos enfocarnos en multiplicar el efecto de promoción de la lectura y de actividades culturales de nuestras bibliotecas”.
En tanto, Laura Cortés Sahagún, directora de la Red Estatal de Bibliotecas, opinó que el principal desafío tiene que ver con el usuario. “Hay que despertar a los usuarios y fomentar la lectura; en segundo lugar hay que lograr que todas las bibliotecas tengan mejor mobiliario, equipamiento digital, y un mayor acervo para todos los niveles educativos; pero también que sean lúdicas y recreativas para que despierten placer por la lectura”.
Otros coinciden que la tecnología ha disminuido el número de usuarios en las bibliotecas. “El acceso a las tecnologías ha facilitado el acceso a la información sin necesidad de trasladarte a las bibliotecas públicas. Además, la consulta en línea de libros o documentos, se puede hacer desde cualquier lugar con acceso a la red y se pueden consultar los documentos o libros de cualquier biblioteca digital del mundo”, afirmó Julio Nelson García Sánchez, presidente de la comisión de cultura en el Congreso de Jalisco.
• ¿Cómo captar más usuarios?
Para resolver el problema de pocos usuarios, el Programa Estatal de Cultura plantea llevar a cabo un programa de captación de lectores enfocado en vincular actividades comunitarias con la oferta de espacios, acervo y personal de las bibliotecas, así como una mejorada oferta cultural-artística que gire en torno a la lectura: puestas en escena, lecturas públicas, concursos diversos.
“Hemos continuado con los cursos de capacitación e implementado convocatorias, concursos, actividades y programas para que los niños lean, reporten sus lecturas, describan sus comunidades y escriban cuentos; estrategias que en su conjunto ayudarán a incrementar la asistencia a bibliotecas”, detalló Myriam Vachez.
Entre las estrategias de fomento a la lectura, la directora de la Red Estatal de Bibliotecas, Laura Cortés Sahagún, mencionó que a través de concursos se está estimulando la participación de los niños. “El 12 de mayo premiaremos a los niños que escribieron un cuento en la biblioteca, en el concurso participaron 183 bibliotecas y 500 niños. Hay otro concurso en el que tienen que leer la mayor cantidad de libros en un determinado periodo, en otro tienen que escribir sobre algún personaje vivo destacado en su comunidad”
La funcionaria relató que han hablado con los maestros para que acudan a las bibliotecas. “En algunos municipios no tenemos respuesta, en otros si”. Agregó que están trabajando planes en conjunto con las casas de cultura, y capacitando a los bibliotecarios. Según cifras de la Secretaría, se han realizado siete mil actividades de fomento a la lectura, mismas que tuvieron 99 mil 855 asistentes en lo que va del año.
Las estrategias deben involucrar no sólo a las escuelas sino también a los padres de familia. “Se debe vincular la parte educativa con la familiar y fomentar más las actividades que se han venido realizando. Hay que ir a las escuelas, traer a los niños y desde pequeños crearles el hábito de lectura”, destaca López Ruelas de la UdeG.
Para el experto, tiene que involucrarse directamente el Gobierno para que los programas y estrategias lleguen a los habitantes en todos los niveles.
“Una buena parte de los errores tiene que ver con que no existe una persistencia en las campañas de promoción a la lectura. Se hacen campañas cada sexenio y luego se inventan otra y muchas de las veces ni siquiera se han evaluado los resultados que tuvo la anterior”, estimó el presidente de la Fundación Mexicana para el Fomento de la Lectura, José Quintanilla D’Acosta.
POLÍTICAS PÚBLICAS DE PAÍSES LECTORES
Algunos países han logrado incrementar la estadística de libros leídos gracias a exitosos programas de fomento a la lectura. En Chile, por ejemplo, se leen 5.4 libros al año por habitante, según un estudio realizado en 2012 por el Centro Regional para el Fomento del Libro en América Latina y el Caribe, CERLALC-UNESCO. En México, la cifra es de 2.9 libros según la Encuesta Nacional de Lectura 2012.
Este año el Plan Nacional de Fomento de la Lectura de Chile implementará, en los seis mil establecimientos educacionales con matrícula en kínder y pre-kínder subvencionados por el Estado, la técnica de fomento de la lectura infantil utilizada en las salas de clases de Japón, denominada ''Kamishibai''. La técnica se aplica al utilizar un teatro pequeño de madera y láminas de cartón con dibujos ilustrativos que van construyendo una historia. El Plan Nacional contempla otras estrategias desde el año 2010 para favorecer el acceso a la lectura desde los primeros años de escolaridad.
Colombia, con 1,404 bibliotecas públicas, implementó desde 2011 el Plan Nacional de Lectura y Escritura para ampliar la oferta y acceso a los libros, en especial para la población infantil. El Plan ha repartido más de 10 millones de libros. Argentina, por su parte, destinará este año 10 millones de pesos para la compra de libros en las dos mil bibliotecas populares. En ese país se leen 4.6 libros al año por habitante.
A diferencia de México, donde el CONACULTA selecciona el acervo de cada biblioteca, en Argentina los coordinadores de los dos mil espacios deciden desde hace nueve años qué libros comprar, además diseñan las estrategias para cada grupo social. De esta manera, la comunidad recibe los libros que demanda, los cuales son adquiridos al 50% de su valor en la Feria del Libro de Buenos Aires. A través del Plan Nacional de Lectura se han repartido más de 67 millones de libros.
En tanto, los esfuerzos de los países europeos se dirigen también a la primera infancia. “Todos los currículos de primaria y/o secundaria inferior hacen referencia a la importancia de promover el interés y el placer por la lectura entre el alumnado. Desde la educación infantil se incluyen contenidos relativos al desarrollo de habilidades relacionadas con la iniciación a la lectura”, reveló un estudio de la Comisión Europea sobre la enseñanza de la lectura.
JALISCO, SIN LEGISLACIÓN EXCLUSIVA QUE FOMENTE LA LECTURA
A diferencia del Distrito Federal, Colima, Durango, Michoacán, Aguascalientes y Nayarit; Jalisco carece de una legislación que impulse el consumo de libros. En noviembre pasado el Consejo Estatal para la Cultura y las Artes (CECA) presentó, al Congreso estatal, el proyecto de Ley para el Fomento de la Lectura, el Libro y las Bibliotecas, tratándose de la primera propuesta presentada en este rubro.
Sin embargo, el proyecto sigue atorado en la comisión de Cultura del legislativo. “Existe un proyecto presentado por el CECA, ésta siendo analizado para posteriormente ser presentado al pleno del Congreso… Se tiene que armonizar con lo que establece la Ley de Fomento a la Cultura del Estado de Jalisco, por contemplar en ésta el fomento a la lectura”, explicó Julio Nelson García Sánchez, presidente de la comisión de cultura en el Congreso.
A decir del diputado, el proyecto de Ley busca garantizar que exista por lo menos una biblioteca pública en cada municipio así como en las delegaciones “con el objetivo de que la población en general pueda acceder a los textos de forma gratuita, incentivando a que los lectores aumenten”. Entre los beneficios, destacó que, el proyecto prevé mecanismos de apoyos para la edición y divulgación de obras, becas para autores, entre otros.
En cuanto a los proyectos impulsados desde la comisión de cultura explicó que para inculcar el hábito de la lectura entre los niños jaliscienses, se aprobó una modificación al artículo 39 de la Ley de Fomento a la Cultura para “distribuir dos libros de contenido literario al inicio de cada ciclo escolar a los alumnos de educación básica del sistema educativo estatal”.
HACIA LA DIGITALIZACIÓN DE LOS ACERVOS
La catalogación digital de los acervos permite la consulta de éstos desde cualquier punto con acceso a internet y hace más accesibles los materiales a las personas. “Actualmente sólo 21 bibliotecas están totalmente sistematizadas, 17 están en la última fase de sistematización y 83 están en proceso”, según el Programa Estatal de Cultura.
El avance hacia la sistematización digital de los acervos ha sido lento, pero la directora de la red de bibliotecas públicas explica que en gran medida su avance depende del pago de la licencia. “Por tener una biblioteca totalmente digitalizada se tiene que pagar una licencia, nosotros asumimos la licencia global pero los ayuntamientos tienen que pagar la asignación por número, muchas veces no están dispuestos a pagar su parte”.
Especialistas coinciden que impulsar los libros digitales resulta indispensable para los procesos de conocimiento actuales, al permitir una propagación de información con mayores alcances. “Estamos apostándole al libro electrónico, nos está llegando mucho contenido en digital para secundaria y preparatoria, además de su costo tienen muchas ventajas”, agrega Cortés Sahagún.
Sin embargo, acepta que todavía hay una brecha grande entre el acervo de papel y el digital. En todos los municipios hay libros digitales, pero son tres mil títulos que los lectores pueden consultar en computadoras de las bibliotecas públicas, que compiten contra un acervo de un millón 734 mil 782 libros impresos.
La propia Ley de Bibliotecas del Estado de Jalisco precisa que para efectos de accesibilidad a la población, la red estatal debe encaminarse a la digitalización. Además, el artículo 20 señala que es responsabilidad de las bibliotecas propiciar el acceso a información a través de Internet o cualquier otra red.
Acceso al acervo digital
Para tener acceso a los libros digitales con los que cuentan las bibliotecas públicas de Jalisco, es necesario acudir a alguna y ahí desde las computadoras buscar en www.bibliotecas.jalisco.gob.mx/index.html el título de preferencia, corroborar si existe en este formato y leer desde ese equipo.
De las 283 bibliotecas públicas en Jalisco, 213 cuentan con internet. “El resto no tienen porque no hay posibilidad de llevar la red hasta allá por las condiciones geográficas de las comunidades”.
Bibliotecas de la UdeG
En 2013, más de cinco millones de usuarios visitaron las 167 bibliotecas de la Universidad de Guadalajara, las cuales son operadas por 700 bibliotecarios.
• ¿Cuál es la razón por la que los jaliscienses respondieron no asistir a una biblioteca?
No tiene tiempo 32.31%
No le gusta leer/No le llama la atención 29.68%
Están muy lejos 11.04%
Prefiere conseguir libros por otros medios 7.28%
No sabe dónde están/No las conoce 6.19%
No sabe leer ni escribir 4.89%
No encuentra los libros que le interesan 4.51%
Problemas de salud o discapacidad 1.40%
Otros motivos 2.7%
• Frecuencia de asistencia a la biblioteca en el lapso de un año:
Ninguna 51.07%
Una 16.67%
Dos 1.18%
Tres 6.22%
Once y más 5.68%
Cinco 3.70%
Seis a diez 2.86%
Cuatro 2.30%
No respondió 0.32%
VOCES
La baja afluencia
"Todo lo que hay en la biblioteca lo puedes encontrar en internet si sabes buscar".
Carlos Fregoso
"Las bibliotecas tienen un horario un tanto restringido, sería muy tentador una biblioteca de 24 horas con estacionamiento seguro".
Omar Cortés
"No tienen libros del interés de la juventud, el presupuesto para este rubro en los gobiernos es muy bajo".
Andrés German
EL DATO
Los orígenes de las bibliotecas se remontan a las antiguas ciudades mesopotámicas, donde tuvieron una función conservadora y de registro de hechos ligados a la religión, la política y la economía. Con el paso del tiempo, estos lugares han ido siendo clasificados y divididos según los documentos que guardan.
NUMERALIA
Panorama de las bibliotecas
283 bibliotecas públicas en Jalisco.
219 bibliotecas hay en el interior del Estado.
64 bibliotecas tiene la Zona Metropolitana de Guadalajara.
1 millón 734 mil 752 publicaciones comprende el acervo impreso.
3 mil títulos existen en el acervo digital.
1,765 libros en braille.
213 bibliotecas cuentan con acceso a internet.
33 bibliotecas tienen equipo de cómputo, pero sin internet.
1 millón 664 mil 505 libros se prestaron en 2013.
4´453,454 pesos es el presupuesto de la red estatal de bibliotecas públicas para este año
3.85 bibliotecas por cada 100 mil habitantes hay en Jalisco
5 de cada diez usuarios de las bibliotecas públicas son niños
121,151 es el promedio mensual de usuarios de las bibliotecas públicas estatales
3.81% de las 7,371 bibliotecas públicas del país se concentra en el Estado
2.94 libros al año leen los mexicanos, en promedio.
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