Jalisco

El odio en una lente

La noche del domingo previo a las fiestas patrias, en la calle Independencia casi a su cruce con la Avenida Alcalde, se escuchan gritos

Frustrado. Detenido. Mirando como lo miran, una lente que lo descubre, lo rodea, le hace acercamientos y le detona el llanto. La lágrima que recorre la mejilla, su izquierda mejilla, está temblando. Las pestañas se le humedecen, su cara va cambiando de color al rojo, ahora ya le hace juego con su camisa, la misma camisa con la que fue detenido aquella noche. Los pelos de su barba lucen erizados como el fleco de su cabellera. Observado por una cámara en un escenario que tiene una lona que reza Procuraduría General de Justicia del Estado. Y una historia en los labios que empieza a correr. Reproducir.

La noche del domingo previo a las fiestas patrias, en la calle Independencia casi a su cruce con la Avenida Alcalde, se escuchan gritos. Bueno, no son gritos, son alaridos inentendibles, como si alguien quisiera gritar y no lo dejarán. Los ciclopolicías que van pasando se acercan, entran a un local que ha cerrado su cortina, pero tiene la puerta abierta, ven a la mujer tirada y sin remedio. Muerta. Y delante de él a Raúl, el joven de 25 años que trae puesta una playera que le hace juego con el color de su coraje.

Hace tres meses Raúl llegó a Guadalajara procedente del Distrito Federal, consiguió lo que pocos han podido hacer en estos años, dos empleos: los fines de semana era mesero en un bar de uno de sus amigos, y de lunes a viernes trabajaba en el mismo sitio donde lo encontrarán, una tienda de artículos orientales. Pero eso es después. Decíamos que Raúl llegó a finales de Julio,  y ni en esos casí 3 meses que estuvo en Guadalajara logró aprenderse su domicilio. El video sigue corriendo. Balbuceando y notablemente nervioso, Raúl contesta preguntas: ¿dónde vives? Ávila Camacho y Federalismo ¿número? No me lo sé ¿y cuál era tu plan?

Raúl ha dejado de llorar, cuando va soltando datos su cara se relaja. Su piel sigue brillosa, continua “la quería matar porque le tenía odio”. Se refiere al hecho que se registro en los diarios de nota roja, cuando los policías encontraron a una mujer identificada como Chen Li Hua, de 48 años, de origen chino, amarrada de pies y manos, además de tener cinta en la boca. Raúl, un asesino confeso, le quito la vida asfixiándola, la estranguló.

Las personas que están grabando la declaración de Raúl insisten ¿por qué la mataste? “Es que le agarre odio… “ Raúl parece que se dejo llevar por el instinto de defensa. Hace dos semanas fue despedido por quien fuera su jefa, quien lo maltrataba por 600 pesos. “Primero me decía estúpido, y luego groserías en su idioma, siempre me humillaba, le fui agarrando odio y la mate con mis manos” por eso, esa noche llegó con ese plan, el de matarla.  “y aproveche para llevarme el dinero y un teléfono” 10 mil 200 pesos y un teléfono celular fue el pretexto. Detener.

El video se ha detenido, pero la historia aún no termina. Hace tiempo, no mucho, para ser precisos el día del niño, es decir, el 30 de abril, de este año, no de otro, la nota que se tiñe de rojo contaba una historia similar a la del pasado domingo  De nuevo una mujer asesinada en su negocio, pero dejemos que la los recuerdos hablen “La mujer fue identificada en el lugar de los hechos por su esposo Yu Huan Feng, de 32 años de edad, también de nacionalidad coreana, quien aportó datos importantes a personal de Homicidios Intencionales de la Procuraduría General de Justicia del Estado, al decir que hace tiempo habían tenido serios problemas con un ex empleado suyo” .

Ahora el video se repite, Raúl sale de nuevo frustrado. Detenido. Mirando como lo miran, una lente que lo descubre, lo rodea, le hace acercamientos y detona su llanto. La lágrima que recorre la mejilla, su izquierda mejilla, está temblando.

Y los que lo interrogan repiten las mismas preguntas, pero nunca le preguntan ¿cómo se puede llegar a odiar tanto? ¿Qué se siente tener entre los dedos la vida de una persona? ¿a qué sabe la frustración? Raúl está detenido. La película se acaba. Y el odio, quizá la frustración, siga en algún otro lugar de Guadalajara, esperando detonar. Termina video; y así volver a encender la cámara de video.
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