Jalisco
El gobernador entra a Puente Grande
Aristóteles instruye a fiscal de readaptación social para acelerar su proceso a mujeres redaptadas
Secretaría de Desarrollo Social. Aguardaban por la visita "de alguien importante".
No podría ser menor el cargo del visitante: había al menos seis televisiones y un potente equipo de sonido instalado en su cancha de basquetbol. La leyenda escrita en las lonas daba pistas, pero la identidad de quien asistiría era un rumor.
Finalmente escucharon el helicóptero.
"Sí. A huevo que es el góber", dijo Martha, quien ya había escuchado el nombre de Aristóteles Sandoval en voz de una de las custodias del penal.
El gobernador de Jalisco entró con cámaras y grabadoras por delante, minutos después de las 11:00 horas. Los fotógrafos registraron en un cuadro cada paso que dio el mandatario estatal, desde el pasillo de ingreso al patio de población hasta que se instaló en su silla, no sin antes activar la cámara una y otra vez cuando saludaba de mano a las internas, a quienes mostró una amplia sonrisa.
Esperó su turno para hablar en el acto protocolario. Las damas recluidas aguardaban porque el programa de seguro de vidas para jefas de familia iniciaría allí, en su "casa", donde una compañera suya perdió la vida en febrero "por causas naturales", según dijo la fiscal de penales, Marisela Gómez Cobos, cuando habló a los presentes.
"¡Uy sí, por causas naturales!", dijo discretamente una de las presentes, aunque sus palabras alcanzaron entrar al oído de algunos reporteros. Algunas de sus compañeras asintieron por la frase y unas más bajaron su mirada, en un intento evidente por que ninguno de los presentes notara complicidad con la autora de la frase.
Aristóteles esperó por su turno. Y mientras éste llegaba platicó con el fiscal general, Luis Carlos Nájera.
Finalmente se le invitó a tomar la palabra, cuando ya todos los participantes concluyeron su participación. E inició su discurso con todo el ánimo de echarse a la bolsa a un público que poco deseo tenía por lanzar ovaciones. Les dijo que la mujer debe ser reconocida todos los días y no sólo uno, justo un día antes del Día Internacional de la Mujer.
Aplausos para el "góber" después de eso.
Tiró el mensaje que tenía preparado para la ocasión. Eso fue lo que dijo.
Durante el diálogo que improvisó, les prometió a las internas cambios sustanciales. El primero, y el que renovó el interés por los aplausos: instruir a la fiscal Marisela Gómez para que acelerara los procesos penales. También habló de un "apoyo para fianzas" que les permita salir pronto a quienes ya han probado su readaptación.
"¿Dónde estaba el Estado cuando muchas de ustedes sufrían vejaciones o violencia? ¿Cuando no había oportunidades y ustedes querían luchar, trabajar, salir adelante? ¿Dónde estaba el gobierno que les tendía el apoyo? ¿Dónde estaba la autoridad que defendía sus derechos?", dijo a un público cercano a las 200 damas, todas vestidas de blanco o beige.
Cambió el ánimo de su plática y les habló de arrepentimiento. Un sentir que, consideró, está presente en la mayoría de quienes lo escuchaban. Y para hacerles una estancia más llevadera a las residentes del núcleo carcelario les prometió oportunidades de empleo y, sobre todo, pagos puntuales por sus actividades.
La omisión en éste último punto fue evidente cuando todas celebraron la noticia. Una buena nueva que tuvo secuela, cuando se les dijo que en breve consumirán una comida con mejor sabor y mayor nivel nutricional.
El monólogo terminó y el jefe del Ejecutivo regresó a su sitio, para después comenzar con las entregas de Sedesol. La delegada en Jalisco de esa dependencia, Gloria Judith Rojas Maldonado, estaba ahí para dar apoyos económicos a cuatro tutores, quienes esperaban entre 350 y mil 850 pesos. También las invitó a afiliarse, y asegurar así un mejor futuro para sus hijos en caso de que una eventualidad se presentara.
Todo llegó a su fin. La entrega concluyó y las promesas ya estaban hechas.
El gobernador, y la comitiva entera que vigila cada movimiento que él da, comenzaron su ordenado desplazamiento hacia la salida. Antes, Aristóteles se acercó nuevamente a las uniformadas y recibió un par de obsequios de ellas. Tomó unos cuantos, pero había más; ésos los recibió la gente que asistía al mandatario estatal. Luego los metieron en bolsas.
Las autoridades salieron sin complicaciones por la puerta principal del penal femenil de Puente Grande; todos los filtros estaban libres para el jefe de los jefes. Gloria Judith esperó para atender a los reporteros que esperaban por platicar con ella, y el resto de los funcionarios abordaron sus vehículos blindados para, enseguida, retirarse del lugar.
Mientras, cientos de internas del complejo carcelario femenil en Puente Grande aguardaban sentadas, escuchando la música de Miguel Bosé y Julieta Venegas bajo un toldo blanco que les procuraba sombra... Con mucho qué decir a los medios sobre las condiciones del penal, pero poca libertad para hacerlo cuando éstos se acercaban con una grabadora enfrente.
EL INFORMADOR / ISAACK DE LOZA
GUADALAJARA, JALISCO (07/MAR/2014).- Cientos de internas del complejo carcelario femenil en Puente Grande aguardaban sentadas, escuchando la música de Miguel Bosé y Julieta Venegas bajo un toldo blanco que les procuraba sombra. Frente a ellas, una lona inmensa con los logos del Gobierno del Estado y la
No podría ser menor el cargo del visitante: había al menos seis televisiones y un potente equipo de sonido instalado en su cancha de basquetbol. La leyenda escrita en las lonas daba pistas, pero la identidad de quien asistiría era un rumor.
Finalmente escucharon el helicóptero.
"Sí. A huevo que es el góber", dijo Martha, quien ya había escuchado el nombre de Aristóteles Sandoval en voz de una de las custodias del penal.
El gobernador de Jalisco entró con cámaras y grabadoras por delante, minutos después de las 11:00 horas. Los fotógrafos registraron en un cuadro cada paso que dio el mandatario estatal, desde el pasillo de ingreso al patio de población hasta que se instaló en su silla, no sin antes activar la cámara una y otra vez cuando saludaba de mano a las internas, a quienes mostró una amplia sonrisa.
Esperó su turno para hablar en el acto protocolario. Las damas recluidas aguardaban porque el programa de seguro de vidas para jefas de familia iniciaría allí, en su "casa", donde una compañera suya perdió la vida en febrero "por causas naturales", según dijo la fiscal de penales, Marisela Gómez Cobos, cuando habló a los presentes.
"¡Uy sí, por causas naturales!", dijo discretamente una de las presentes, aunque sus palabras alcanzaron entrar al oído de algunos reporteros. Algunas de sus compañeras asintieron por la frase y unas más bajaron su mirada, en un intento evidente por que ninguno de los presentes notara complicidad con la autora de la frase.
Aristóteles esperó por su turno. Y mientras éste llegaba platicó con el fiscal general, Luis Carlos Nájera.
Finalmente se le invitó a tomar la palabra, cuando ya todos los participantes concluyeron su participación. E inició su discurso con todo el ánimo de echarse a la bolsa a un público que poco deseo tenía por lanzar ovaciones. Les dijo que la mujer debe ser reconocida todos los días y no sólo uno, justo un día antes del Día Internacional de la Mujer.
Aplausos para el "góber" después de eso.
Tiró el mensaje que tenía preparado para la ocasión. Eso fue lo que dijo.
Durante el diálogo que improvisó, les prometió a las internas cambios sustanciales. El primero, y el que renovó el interés por los aplausos: instruir a la fiscal Marisela Gómez para que acelerara los procesos penales. También habló de un "apoyo para fianzas" que les permita salir pronto a quienes ya han probado su readaptación.
"¿Dónde estaba el Estado cuando muchas de ustedes sufrían vejaciones o violencia? ¿Cuando no había oportunidades y ustedes querían luchar, trabajar, salir adelante? ¿Dónde estaba el gobierno que les tendía el apoyo? ¿Dónde estaba la autoridad que defendía sus derechos?", dijo a un público cercano a las 200 damas, todas vestidas de blanco o beige.
Cambió el ánimo de su plática y les habló de arrepentimiento. Un sentir que, consideró, está presente en la mayoría de quienes lo escuchaban. Y para hacerles una estancia más llevadera a las residentes del núcleo carcelario les prometió oportunidades de empleo y, sobre todo, pagos puntuales por sus actividades.
La omisión en éste último punto fue evidente cuando todas celebraron la noticia. Una buena nueva que tuvo secuela, cuando se les dijo que en breve consumirán una comida con mejor sabor y mayor nivel nutricional.
El monólogo terminó y el jefe del Ejecutivo regresó a su sitio, para después comenzar con las entregas de Sedesol. La delegada en Jalisco de esa dependencia, Gloria Judith Rojas Maldonado, estaba ahí para dar apoyos económicos a cuatro tutores, quienes esperaban entre 350 y mil 850 pesos. También las invitó a afiliarse, y asegurar así un mejor futuro para sus hijos en caso de que una eventualidad se presentara.
Todo llegó a su fin. La entrega concluyó y las promesas ya estaban hechas.
El gobernador, y la comitiva entera que vigila cada movimiento que él da, comenzaron su ordenado desplazamiento hacia la salida. Antes, Aristóteles se acercó nuevamente a las uniformadas y recibió un par de obsequios de ellas. Tomó unos cuantos, pero había más; ésos los recibió la gente que asistía al mandatario estatal. Luego los metieron en bolsas.
Las autoridades salieron sin complicaciones por la puerta principal del penal femenil de Puente Grande; todos los filtros estaban libres para el jefe de los jefes. Gloria Judith esperó para atender a los reporteros que esperaban por platicar con ella, y el resto de los funcionarios abordaron sus vehículos blindados para, enseguida, retirarse del lugar.
Mientras, cientos de internas del complejo carcelario femenil en Puente Grande aguardaban sentadas, escuchando la música de Miguel Bosé y Julieta Venegas bajo un toldo blanco que les procuraba sombra... Con mucho qué decir a los medios sobre las condiciones del penal, pero poca libertad para hacerlo cuando éstos se acercaban con una grabadora enfrente.
EL INFORMADOR / ISAACK DE LOZA
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