Jalisco
El gasto corriente asfixia a la educación
No hay presupuesto para nueva infraestructura o mejoras al sistema educativo del Estado
GUADALAJARA, JALISCO (15/OCT/2012).- Ya se ha vuelto un lugar común: la educación es la base para el futuro. Y, como se sabe, los rezagos educativos muchas veces no son solamente un asunto de pesos y centavos, sino de eficiencia en el gasto educativo.
Revisar los datos del documento Así vamos en Jalisco: reporte de indicadores 2012, elaborado por el observatorio ciudadano Jalisco Cómo Vamos, deja una conclusión indebatible: no existe margen de maniobra para invertir en nueva infraestructura o mejoras al sistema educativo.
Casi la totalidad de los recursos, 98% para ser precisos, se van en gasto corriente, lo que incluye solamente lo indispensable para que el sistema educativo pueda caminar cotidianamente. De esta manera, la nómina y los gastos comprometidos asfixian a un sistema educativo jalisciense que no tiene movilidad en absoluto.
En la presentación de los indicadores de este documento que analiza la calidad de vida de los jaliscienses en distintos rubros, el representante del equipo temático de educación, Germán Treviño, señaló que, aunque es innegable el avance educativo en distintos indicadores en comparación con una década atrás, lo cierto es que tanto la calidad como la cobertura (particularmente en algunos niveles) siguen dejando qué desear.
Los datos no mienten: 63% de la población mayor a 15 años no tiene bachillerato. Esto significa un lastre estructural para los jaliscienses que hace muy difícil romper la reproducción generacional de la pobreza.
Asimismo, en la Universidad de Guadalajara, particularmente en el nivel superior, la admisión a las carreras sigue estando por debajo de la media nacional.
En la actualidad, Jalisco gasta poco más de 12 mil 700 pesos en educación por alumno, inversión que ha aumentado prácticamente 20% en este sexenio.
Revisar los datos del documento Así vamos en Jalisco: reporte de indicadores 2012, elaborado por el observatorio ciudadano Jalisco Cómo Vamos, deja una conclusión indebatible: no existe margen de maniobra para invertir en nueva infraestructura o mejoras al sistema educativo.
Casi la totalidad de los recursos, 98% para ser precisos, se van en gasto corriente, lo que incluye solamente lo indispensable para que el sistema educativo pueda caminar cotidianamente. De esta manera, la nómina y los gastos comprometidos asfixian a un sistema educativo jalisciense que no tiene movilidad en absoluto.
En la presentación de los indicadores de este documento que analiza la calidad de vida de los jaliscienses en distintos rubros, el representante del equipo temático de educación, Germán Treviño, señaló que, aunque es innegable el avance educativo en distintos indicadores en comparación con una década atrás, lo cierto es que tanto la calidad como la cobertura (particularmente en algunos niveles) siguen dejando qué desear.
Los datos no mienten: 63% de la población mayor a 15 años no tiene bachillerato. Esto significa un lastre estructural para los jaliscienses que hace muy difícil romper la reproducción generacional de la pobreza.
Asimismo, en la Universidad de Guadalajara, particularmente en el nivel superior, la admisión a las carreras sigue estando por debajo de la media nacional.
En la actualidad, Jalisco gasta poco más de 12 mil 700 pesos en educación por alumno, inversión que ha aumentado prácticamente 20% en este sexenio.
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