Jalisco
El efecto California
Lo que pase mañana definirá en gran medida lo que pase en el mundo de las drogas
Los presidentes del plan Puebla-Panamá hicieron un llamado —tardío pero explícito— a California para que no tome decisiones unilaterales. En la práctica están abogando por el “no”, pero no por razones morales, sino prácticas, previendo lo que se les viene encima a estos países con el “sí”.
California no es cualquier Estado de la Unión Americana: es la economía más importante de los Estados Unidos y por sí misma la octava del mundo. Las encuestas han venido fluctuando. En un principio parecía claro que el voto iría por el “sí” y sin embargo, las últimas muestras ponían al “no” un poco arriba. De todas formas, será un referéndum muy cerrado y cualquiera de las opciones tiene consecuencias para nuestra vida cotidiana.
Si California dice “sí” a la legalización de la mariguana, el mapa del narco cambiará radicalmente. En este momento, la mariguana representa 50% del volumen de tráfico de droga hacia Estados Unidos. No es la más rentable pero sí la de mayor mercado, y California es en sí mismo el principal consumidor del vecino país.
Si se legaliza sólo en California, el efecto sobre el mercado será brutal. Por un lado, todos los traficantes enfocarán sus baterías al mercado californiano, donde el riesgo se reduce a la mitad, pues una vez dentro no hay persecución; por el otro, la hierba tenderá a abaratarse fuera de California. El Gobierno californiano no podrá pedir un certificado de licitud de origen, pues aunque ya en Montana y en el mismo California se está produciendo mucha mariguana (y con alto control de calidad), la oferta será muy difícil de controlar. En algunos años, la tendencia será a que sean autosuficientes, pues habrá un incentivo para cultivar legalmente. Ello dejará de este lado de la frontera una cantidad enorme de hierba a un precio cada vez menor.
Como sea, el “sí” traería nuevos problemas y reacomodos, pero abre una esperanza a la legalización universal de la droga, única salida a largo plazo del problema de violencia asociado a la distribución.
Pero si mañana California dice “no”, el resultado tenderá a retrasar una discusión que es fundamental en todo el mundo y de manera muy específica, para los países que sufrimos las mafias derivadas de las drogas. Si los californianos optan por “sí”, la discusión se vendrá en cascada en todos los estados importantes de Estados Unidos y en el mundo. Si dice “no”, la discusión se aplaza por lo menos un lustro más. La elección de mañana en California nos importa, y mucho.
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