Jalisco
El SIAPA y la metrópoli
Las sociedades ahora se distinguen más por las múltiples maneras en que manifiestan su convivencia social y sus relaciones económicas desde las ciudades
En particular, ahora está de moda el escándalo destapado por las trifulcas administrativas que han aparecido en el organismo metropolitano que atiende los asuntos del agua potable y alcantarillado. Se acusa que una mezquina componenda política ha dado al traste con una de las pocas instituciones que realmente trabajaba con una visión y un oficio técnico profesional adecuado para las necesidades de nuestra metrópoli. La malversación ocurrida con fondos internacionales amenaza con consecuencias muy detrimentales para la reputación y seriedad de la ciudad y sus habitantes.
En el escenario de la globalización de los pueblos es en las ciudades, y ya no tanto a nivel de los países, donde realmente confluyen los factores que hacen las grandes diferencias claves en la vida de las personas. Diferencias que significan el grado de satisfacción que los habitantes citadinos alcanzan por su calidad de vida, felicidad, libertad y productividad cotidianas. Las sociedades ahora se distinguen más por las múltiples maneras en que manifiestan su convivencia social y sus relaciones económicas desde las ciudades.
El reto de una ciudad moderna es encontrar su lugar propio en el tejido de un mundo globalizado cada vez más confundido por las crecientes presiones para escoger entre la conservación de la tradición propia o disiparse entre lo común de las urbes globalizadas. El éxito de una ciudad no está necesariamente en su tamaño, ni en su condición de capital política o económica, sino en la fuerza integral de su vocación comunitaria.
La ciudad surge de las sinergias entre sus diversos talentos sociales, profesionales, artísticos, técnicos, científicos, productivos y gubernamentales. Y se sustenta en la integración sana con su entorno natural y cultural. Donde se vive más exitosamente la maduración urbana es en aquellas ciudades en las que se entiende que crecer no es lo mismo que desarrollarse. Especialmente entienden que no es lo mismo incrementar sólo el número de viviendas que fomentar comunidades integrales.
Frente a la concentración metropolitana que se ha dado en muchas ciudades del mundo que sufren sus males urbanos por haber crecido desordenadamente (como nos ha ocurrido en Guadalajara), algunas regiones se integran más bien con una red de ciudades medias bien articuladas que han podido distribuirse las presiones de crecimiento demográfico y de urbanización. Sobre todo han encontrado maneras de fomentar el ámbito de liderazgo en la planeación, en la toma de decisiones y en su ejecución concertada.
Donde hay muchos planes maestros no hay ninguno; y en una ciudad donde hay muchos jefes, igualmente “no hay ninguno”. Continuar reduciendo a la ciudad de Guadalajara a un mosaico de divisiones geopolíticas arcaicas, es justamente el sentido contrario hacia donde deberíamos ir, que es hacia un Gobierno metropolitano concertado, legítimo y eso sí, real.
Donde no gobierna capitán, los marineros se van de juerga. El desastre acaecido en el Sistema Intermunicipal de Agua Potable y Alcantarillado (SIAPA) nos da la oportunidad para repensarnos nuestra manera de llevar la ciudad. Si es que realmente la tomamos en serio.
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