Jalisco
El Ahogado da un respiro al panorama fétido en el Río Santiago
Se mejoraron las condiciones del cuerpo de agua, lo que reconocen y aplauden los habitantes del lugar
Las aguas cristalinas del Río Santiago, que por años atrajeron al turismo, fueron reemplazadas por un verdadero drenaje repleto de químicos y desechos orgánicos, prodigados por la población y la industria de una metrópoli en constante y acelerada expansión.
Varias soluciones se plantearon ante la importante problemática ambiental, pero el costo millonario que éstas representaban atrajo consigo obstáculos de índole política, aunque a la distancia éstos se superaron y la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales de El Ahogado, la prometida solución a la contaminación del Santiago, comenzó a erigirse.
En diciembre de 2011 la tratadora comenzó su fase de estabilización, y en marzo del año pasado el entonces Presidente de la República, Felipe Calderón, acudió a Jalisco para oficializar su puesta en marcha. Hoy, a 10 meses de que eso ocurrió, los resultados en el afluente (al menos en sus zonas más contaminadas por la proximidad con los más grandes núcleos habitacionales), son palpables.
Conscientes de ello, las autoridades de la Comisión Estatal del Agua (CEA) organizaron un recorrido este viernes, durante el cual se visitaron tres puntos del torrente: la presa de El Ahogado, que es donde sale el agua tratada; el canal que se abrió para que el líquido limpio se uniera al Río Santiago, y la cascada limítrofe de las localidades de El Salto y Juanacatlán.
La mejora en las condiciones del cuerpo de agua sí es notable. Los olores fétidos que obligaban a respirar por la boca (sobre todo en la estación primaveral) son mínimos ya, y la espesa capa de espuma en la cascada, resultado de la caída de agua repleta de contaminantes, no está más ahí.
Los habitantes del lugar lo reconocen y lo aplauden. La función pública, por su lado, presume los resultados de El Ahogado, y aprovecha que aún no se concreta la transición gubernamental. Hoy el Río Santiago luce distinto, aunque al paliativo de mil 950 litros en promedio tratados por segundo (dos mil 200 en su capacidad máxima) aún resta agregarle el desvío o tratamiento de las descargas domésticas que competen a la autoridad municipal de El Salto, municipio que mayor complicación registra en este tenor, según lo asegura la dependencia estatal.
“Son 38 descargas municipales que hemos venido encontrando; unas más pequeñas y otras más grandes. Son aguas residuales domésticas que son desviadas y descargadas directamente al río sin tratamiento alguno; y hay desde descargas pequeñas, de dos o tres litros por segundo, hasta 20 o 25 (…) De viva voz y en diferentes reuniones (le hemos dicho al municipio que) la condición de su infraestructura de saneamiento continúa siendo exactamente la misma que hace 10, y hasta 20 años”, lamenta el director de Cuencas y Sustentabilidad de la CEA, Héctor Castañeda Náñez.
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