Jalisco

El 22 de abril se enseña en un tercio de las secundarias de Jalisco

Sólo 30% de los planteles eligieron Historia regional de Jalisco, donde se aborda lo sucedido el 22 de abril de 1992

GUADALAJARA, JALISCO (22/ABR/2012).- Las autoridades educativas consideran a los eventos trágicos del 22 de abril de 1992 como parte de la historia de Jalisco. Están en el programa de las secundarias… en una tercera parte de ellas.

El titular de la Dirección General de Educación Secundaria de la Secretaría de Educación Jalisco (SEJ), Salvador Rodríguez Lizola, explica que a partir de 2008 se desarrollaron tres asignaturas en el Estado para primero de secundaria que son seleccionables: cada plantel (directivos y maestros) elige la que le parezca de mayor provecho para sus alumnos y su entorno.

Las opciones son: Adolescentes jaliscienses en la promoción de una cultura de legalidad democrática, Educación para la vida y desarrollo sustentable y, finalmente, Historia regional de Jalisco; esta última incluye lo sucedido con las explosiones del Sector Reforma.

Según los datos de Rodríguez Lizola, en Jalisco 65% de los planteles de secundaria (en el Estado hay mil 450) eligieron la enseñanza en su primer grado de Adolescentes jaliscienses en la promoción de una cultura de legalidad democrática, lo que se puede atribuir a la problemática de delincuencia que se enfrenta a escala nacional, refiere el funcionario.

Sólo 30% de los planteles eligieron Historia regional de Jalisco, donde se aborda lo sucedido el 22 de abril de 1992, y apenas 5% de las secundarias se decantó por la asignatura de Educación para la vida y desarrollo sustentable.

En la asignatura de Historia regional de Jalisco, explica el director general, deben abordarse los “hechos sobresalientes y fenómenos sociales relevantes” acontecidos en el Estado, tanto en su vida urbana como rural e indígena, y es específicamente dentro de su bloque 5, que se expone a finales de junio, cuando se analiza el fenómeno histórico, social y económico que representa el estallido en el Sector Reforma.

La SEJ no obliga a la adquisición de un libro para la enseñanza de Historia regional de Jalisco ni distribuye uno gratuito; esto lo hace en segundo y tercero de secundaria, cuando las autoridades entregan las ediciones de historia universal y de México que se estudian en ellos de manera respectiva.

Al menos tres editoriales privadas editan libros para Historia regional de Jalisco autorizados por la Secretaría de Educación Pública (SEP); al que más se recurre en el Estado, según la SEJ, es el de editorial Trillas, de José María Muriá, Óscar García Carmona y Angélica Peregrina. Sin embargo, reconoce Rodríguez Lizola, presentan inconsistencias entre ellos con respecto a su versión del 22 de abril.

El historiador José María Muriá señala que su libro sobre Historia regional de Jalisco incluyó el evento del 22 de abril desde hace 15 años. Recuerda incluso cuando tuvo que defender la integración de dicho suceso histórico ante la SEP, al momento en que la Secretaría analizaba la autorización de su contenido. Se ve aún ante esa especie de “tribunal”, evoca: “Cuando llegamos al 22 de abril dijeron que no era importante. Ahí fue donde me enchilé. ‘No será importante para usted’, le dije; ‘para nosotros es muy grave’”.

El día de las explosiones sería autorizado finalmente: estaba apenas en tercero de secundaria, pero obligatoria, por lo que se exponía en la totalidad de los planteles del Estado; luego quedó como una asignatura seleccionable para el primer grado.

La Asociación 22 de Abril en Guadalajara está promoviendo que un capítulo sobre estos hechos sea incluido en los libros de texto gratuitos; si bien aún no se da de esta manera, los alumnos de los planteles de secundaria donde se eligió la asignatura de Historia regional de Jalisco sí están en condiciones de aprender dentro del aula lo que ocurrió aquel día.

Los libros de Historia Regional de Jalisco para el primer grado de secundaria incluyen la tragedia de
la ciudad de Guadalajara de hace 20 años

''El gran daño a Jalisco''

Fragmento del abordaje sobre el 22 de abril en el libro Historia regional de Jalisco para secundaria, de José María Muriá.

“El 22 de abril de 1992, poco después de que Guadalajara celebró 450 años de estar en el mismo lugar, tremendas explosiones causaron más de 200 muertos, miles de heridos y la destrucción total de ocho mil metros de calles. La tragedia fue consecuencia del equivocado desarrollo urbano. En los drenajes de la ciudad se encontraron evidencias de acumulación de gasolina, vertida por un colector, y rastros de grasas y desechos industriales que, al combinarse, crearon una cámara de gas.

“La reacción de los tapatíos fue extraordinaria, de una solidaridad sin límites. (...) Tanto hombres como mujeres, sin importar la edad, de propia iniciativa brindaron todo tipo de ayuda, principalmente en la búsqueda de sobrevivientes entre los escombros.

“El deseo de investigar quiénes habían sido los culpables, la atención a los damnificados y la pérdida de los bienes, fueron motivos más que suficientes para que los ciudadanos se organizaran y protestaran (...) En junio de 1992 hubo una violenta evacuación de damnificados que protestaban en la Plaza de Armas. Esto obligó al Gobierno estatal a cesar a los jefes y agentes policiacos que intervinieron en el desalojo, pero no por esto disminuyó el descrédito de las autoridades, pues fueron acusadas de represoras.

“Como consecuencia de la catástrofe (...) el gobernador Guillermo Cosío Vidaurri vio debilitarse cada vez más su administración (...) se vio prácticamente obligado por las circunstancias a pedir licencia el 1 de mayo de 1992. Antes se había encarcelado, acusados indebidamente de la tragedia, al recién nombrado secretario de Desarrollo Urbano y Rural y al que era, desde el 1 de abril anterior, presidente municipal de Guadalajara. Ambos, junto con otras nueve personas, estuvieron más de 200 días en la cárcel, hasta que fueron puestos en libertad, debido a la comprobación de su inocencia. Pero el gran daño a Jalisco ya estaba hecho”.
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