Jalisco

Ejidatarios amenazan con plantón permanente en el Aeropuerto

Los manifestantes bloquean los ingresos del estacionamiento y de la aduana para exigir el pago de sus terrenos

GUADALAJARA, JALISCO (29/FEB/2016).- "¡No se vayan a mover!", gritó un automovilista al grupo de ejidatarios apostados en el ingreso del estacionamiento del aeropuerto Miguel Hidalgo. Aunque primero sorprendido, al enterarse de que aquellas personas protestaban por la falta de pago del terreno donde se levantó la estación aérea desde hace décadas, el conductor se solidarizó de inmediato y los alentó a permanecer en el sitio.

A las once de la mañana llegaron los ejidatarios al inmueble y se colocaron en los ingresos del estacionamiento y de la aduana. Su intención era ya no dejar pasar vehículos para presionar a las autoridades de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes y a los empresarios de Grupo Aeroportuario del Pacífico, que solamente les han hecho promesas.

Lo que los conductores tenían que hacer era seguir derecho, colocarse frente a las salas de espera de las salidas y estacionarse en doble o triple fila o dar vueltas. Mientras, el servicio de traslado de las aerolíneas continuaba con normalidad, sólo la molestia de los conductores que adentro no se podían estacionar.

Son 91 ejidatarios que junto con sus familias suman más de 400 personas, las que harán un plantón permanente en el estacionamiento y afuera de las salas, en demanda de sus derechos y todo dentro de lo que la ley les permita, aseveró Nicolás Vega, presidente del ejido, consciente de que una provocación podría mandarlos a la cárcel, pese a que se encuentran en sus tierras: "No nos vamos a mover, vamos a estar el tiempo que sea necesario".

Colocaron pancartas donde explicaban su situación: "El ejido está cansado de las promesas que al final culminan con injusticias por parte del gobierno federal (SCT) afectando nuestro ejido y los españoles gachupines haciéndose millonarios a costa de nuestras tierras, mientras que nuestros ejidatarios están muriéndose en nosocomios de caridad".

Nicolás Vega explicó que los terrenos donde está asentado el aeropuerto, desde la carretera a Chapala hasta el área administrativa les pertenecen: "Las tomaron en 1951. En 1975 salió un decreto donde hicieron un pago simbólico fuera de un avalúo y fuera de precios razonables. En 2009 se interpuso un amparo donde hubo una sentencia que dejó sin efecto ese decreto, por lo que los terrenos aún pertenecen al ejido El Zapote".

Aunque las autoridades presentaron un recurso de revisión, en 2014 una nueva sentencia se emitió favorable también al ejido además de que obtuvieron una suspensión de plano que prohíbe al GAP realizar construcciones o demoliciones. Sin embargo, actualmente se realizan obras sin que las autoridades lo eviten: "Ellos sistemáticamente han venido violando la ley, violar una suspensión es un delito penal, pero ellos pueden impunes seguir violando la ley".

Vega recordó que hace seis meses realizaron mesas de trabajo con el propósito de que paguen al ejido lo justo; sin embargo, no se ha acordado nada: "Ellos haciéndose más ricos, porque Grupo Aeroportuario del Pacífico lo compone la gente más rica de México, y usted ve a la gente del ejido con enfermedades, sin dinero y padeciendo, y ellos explotando nuestro patrimonio, aprovechando la influencia que tienen con los gobiernos para hacer lo que quieran. Ya nos enfadamos".

El precio por metro cuadrado es de cerca de dos mil 400 pesos, sin embargo ellos están dispuestos a negociar a partir de la mitad de ese avalúo, con lo que estiman que por el terreno se les deben alrededor de tres mil 600 millones de pesos: "Pero no les interesa, ni mucho ni poco, ellos ni quieren pagar nada".

Los conductores por su parte arribaban al lugar para enterarse de la situación. Aunque algunos sí manifestaban molestia, lo cierto es que al enterarse de la demanda reconocían que los ejidatarios estaban en todo su derecho, como Benjamín Zúñiga, que tenía que entregar unas cajas: "Tienen razón ellos". Lo que hizo fue cargarlas con un diablito y pasar a pie, que eso sí permitían los ejidatarios.

Enrique estaba estacionado a un lado de la calle porque necesitaba comprar unos boletos, y aunque le provocó esa molestia alentó la protesta: "Deberían de respetar sus tierras".

Pablo Tovar ignoraba también la situación pero fue solidario de igual manera con los manifestantes: "Están en su derecho, defienden lo de ellos". Lo que tuvo que hacer es dar una vuelta más.
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