Jalisco
Educación, clave de López Obrador
El candidato de la izquierda propone elevar el presupuesto a la UdeG, para que en Jalisco haya cobertura universal educativa
TLAJOMULCO DE ZÚÑIGA (01/ABR/2012).- De llegar la izquierda a la Presidencia de la República, la educación media y superior estarán aseguradas para los jóvenes jaliscienses que anhelan continuar preparándose, y que hoy son rechazados por insuficiencia de cupo.
Andrés Manuel López Obrador, abanderado del Movimiento Progresista rumbo a Los Pinos, declaró a este periódico que entregará un mayor presupuesto a la Universidad de Guadalajara (UdeG) para que existan los planteles suficientes, y esta promesa sea una realidad palpable en su sexenio.
“Sí (habrá cobertura universal educativa), pero no sólo a la Universidad de Guadalajara, sino también los tecnológicos públicos. Y vamos a buscar un convenio con universidades privadas, con este propósito de lograr 100% de cobertura; 100% de inscripción”.
Destacó que, al igual que la máxima Casa de Estudios en la Entidad, el resto del país tendrá garantía que “ningún joven se quedará sin estudiar”. Su meta es eliminar la cifra de rechazados por año, y que en ese lapso sean al menos cinco millones de mexicanos quienes tengan cabida en las distintas casas educativas de la nación, para “sacar al país del hoyo en que se encuentra”.
¿Cómo volver esto realidad? Destinando al menos 1% del presupuesto público federal (que es de tres billones 700 mil millones de pesos) a este tenor. La premisa de este discurso nace en la cantidad de recursos con que cuenta y funciona la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), dando educación de calidad a 300 mil mexicanos: el mismo número de rechazados, con 30 mil millones de pesos.
Y para obtener estos fondos, López Obrador ideó un esquema de combate a la corrupción que, de entrada, reduce 50% los sueldos de los funcionarios públicos del orden federal, que permitiría un ahorro sustancial en la nómina. “Un plan de austeridad republicana (…) así vamos a financiar el desarrollo y la educación, que es fundamental”.
Andrés Manuel López Obrador, abanderado del Movimiento Progresista rumbo a Los Pinos, declaró a este periódico que entregará un mayor presupuesto a la Universidad de Guadalajara (UdeG) para que existan los planteles suficientes, y esta promesa sea una realidad palpable en su sexenio.
“Sí (habrá cobertura universal educativa), pero no sólo a la Universidad de Guadalajara, sino también los tecnológicos públicos. Y vamos a buscar un convenio con universidades privadas, con este propósito de lograr 100% de cobertura; 100% de inscripción”.
Destacó que, al igual que la máxima Casa de Estudios en la Entidad, el resto del país tendrá garantía que “ningún joven se quedará sin estudiar”. Su meta es eliminar la cifra de rechazados por año, y que en ese lapso sean al menos cinco millones de mexicanos quienes tengan cabida en las distintas casas educativas de la nación, para “sacar al país del hoyo en que se encuentra”.
¿Cómo volver esto realidad? Destinando al menos 1% del presupuesto público federal (que es de tres billones 700 mil millones de pesos) a este tenor. La premisa de este discurso nace en la cantidad de recursos con que cuenta y funciona la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), dando educación de calidad a 300 mil mexicanos: el mismo número de rechazados, con 30 mil millones de pesos.
Y para obtener estos fondos, López Obrador ideó un esquema de combate a la corrupción que, de entrada, reduce 50% los sueldos de los funcionarios públicos del orden federal, que permitiría un ahorro sustancial en la nómina. “Un plan de austeridad republicana (…) así vamos a financiar el desarrollo y la educación, que es fundamental”.