Jalisco

Editorial: Acciones hoy para el futuro

El director editorial de este medio, Carlos Álvarez del Castillo, habla sobre la renovación de la planta de impresión de EL INFORMADOR

GUADALAJARA, JALISCO (18/MAR/2015).- A punto de cumplir 100 años, El Informador hoy renueva su planta de impresión, lo que nos permitirá ofrecer a la sociedad tapatía un mejor producto y a nuestros clientes más y mejores soluciones. Es una apuesta al futuro que hacemos, única y exclusivamente, en respuesta a la confianza depositada por nuestros lectores y anunciantes, la que nos ha llevado a alcanzar un liderazgo sostenido a través del tiempo.

Esta nueva prensa ayudará a optimizar la calidad en cada uno de nuestros tiros, reduciendo el desperdicio de papel y el consumo de energía.

Son seis unidades Goss Community, con registro automático, que permitirán imprimir tiros a todo color de hasta 24 páginas en formato estándar o 48 páginas en formato tabloide.

Servir a esta sociedad a través de la labor periodística, ha sido el objetivo de El Informador, que día a día lleva hasta sus hogares la historia del acontecer local, nacional y mundial, cumpliendo con su misión de hacer un periodismo bajo los principios que rigen a esta casa editorial: positivo, constructivo y orientador.

El hecho de tener su confianza, de permitirnos entrar en su hogar, de contar con su preferencia y de estar en el gusto de la sociedad tapatía nos enorgullece, pero también nos lleva a reforzar nuestro compromiso con la calidad y la innovación.

El éxito de éste, su periódico, no es obra de unos cuantos; el liderazgo que hoy mantiene y las expectativas favorables de cara al futuro, son fruto del esfuerzo de varias generaciones de profesionales de la información, que han dejado aquí el testimonio de su entrega a la labor periodística y su cariño por Jalisco y su gente.

Los tiempos cambian, las herramientas también. Atrás han quedado los viejos sistemas de impresión: el tipo movible, el linotipo, el llamado impresión “en caliente”, para dar paso paulatinamente a la modernidad, hasta llegar a la tecnología de punta con que hoy se elabora El Informador, para satisfacer las exigencias de una comunidad de nuevos lectores y anunciantes.

LA ENTREVISTA

Aristóteles Sandoval

Gobernador del Estado


El mandatario estatal se declara apasionado de la sección deportiva de El Informador

Lejos de toda formalidad, el gobernador Aristóteles Sandoval hace memoria para recordar sus primeros contactos con El Informador. De ahí surgirán recuerdos de su niñez, pero también sus primeros espacios como protagonista de la vida pública del Estado de Jalisco.

— ¿Cuál es el primer recuerdo que tiene de El Informador?

— En casa de mi abuelo. Él vivía en el barrio de El Santuario y ahí fueron mis primeros acercamientos. Siempre existió El Informador en casa.

— ¿Su padre o abuelo estaban suscritos a El Informador?

— Fíjate que mi abuelo no. La verdad es que siempre lo comprábamos en un puesto de revistas que está ahí en El Santuario. Pero mi papá sí estuvo suscrito, ya después.

— ¿En qué año leyó por primera vez El Informador?

— No recuerdo el año, pero estaba yo muy chico. Leyendo las tiras cómicas al principio y después Deportes. Además soy (aficionado) Chiva... entonces hubo un tiempo en que El Informador era parte importante y fundamental de mi afición.

— ¿Cuál era en ese entonces su sección favorita?

— De niño me encantaba el Mago Mandrake, de las tiras cómicas. Los domingos mi papá siempre me pasaba el apartado de las caricaturas y él se quedaba con las noticias. Después fue Deportes... y conforme iba creciendo me quedaba en las noticias, cuando ya estaba en la prepa.

— ¿Recuerda alguna pluma o firma de esa época?

— La de “El Tubo” Gómez, porque Deportes me gustaba y me siguen apasionando. De hecho lo primero que sigo leyendo cuando leo El Informador es Deportes.

— ¿Recuerda la primera vez que salió su foto en El Informador?

— Creo que fue en entre 2001 o 2002, cuando fui regidor por primera vez.

— ¿Alguna vez se enojó al leer una noticia de El Informador?

— Sí, pero como a todos los ciudadanos, me enoja cuando veo malas noticias. Pero podría decir que me gusta la calidad y la veracidad de la información que hay, El Informador es mi diario preferido.

LA ENTREVISTA

Ramiro Hernández

Alcalde de Guadalajara


Califica a El Informador como un periódico completo que ha privilegiado la información veraz

El presidente municipal de Guadalajara, Ramiro Hernández García, señaló que considera que El Informador es parte de la vida de la ciudad.

— ¿Cuál es el primer recuerdo que tiene de El Informador?

— Soy de Ayotlán y no llegaban muchos periódicos, el único que llegaba era El Informador. Me llamaban la atención Deportes y las caricaturas. Después me vengo a Guadalajara a los 16 años y empiezo a leer el Aviso de Ocasión para buscar trabajo. Cuando me fui adentrando a la política, ya lo leía para informarme.

— ¿Su padre o abuelo estaban suscritos a El Informador?

— No, porque soy de un municipio donde escasamente llegaba el periódico y estábamos muy al margen de tener una suscripción.

— ¿En qué año leyó por primera vez El Informador?

— Fue en el 68 y a veces no era el del día, sino de días anteriores porque nos íbamos más a ver las caricaturas. En ese tiempo estábamos adolescentes y era lo que buscábamos.

— ¿Cuál era en ese entonces su sección favorita?

Los Deportes y las caricaturas. Después ya pasé a ver el Aviso de Ocasión cuando me vengo a vivir a Guadalajara. Luego entré a otra etapa ya de joven donde también leía la parte noticiosa.

— ¿Recuerda alguna pluma o firma de esa época?

— Leía a Javier Medina, que era de los columnistas de esa época, era al que leía más.

— ¿Recuerda la primera vez que salió su foto en El Informador?

— Fue a finales del 83, en la primera ocasión que tuve un cargo público. Salió la foto cuando me dan posición en el puesto al que llegué.

— ¿Alguna vez se enojó al leer una noticia en El Informador?

— No. algo que hay que reconocerle al periódico es que nunca publica notas que descalifiquen a las personas, busca dar información sin una actitud tendenciosa de denigrar.
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