Jalisco
Duerme la familia de Los Gigantes
El encuentro se dio cuando caía la tarde, sobrina y tío se dieron un abrazo fraterno y Pequeña bailó de alegría
GUADALAJARA, JALISCO (27/NOV/2010).- Luego de un largo día en el que Campesino fue liberado del sarcófago que se encontraba enterrado en la Glorieta de La Normal, al mismo tiempo que Pequeña Gigante lo buscaba por calles y avenidas de Guadalajara acompañada de su perro Xolo, por fin se dio el encuentro entre ambos y se dispusieron a dormir.
Casi cuando comenzaba a oscurecer, el Campesino ingresó al terreno de los Hermanos Fuentes Gasca, ubicado en Avenida Ávila Camacho, muy cerca de la Glorieta La Normal, y se simplemente se sentó a esperar pacientemente, como si presintiera que su sobrina aparecería en cualquier momento.
No pasó mucho tiempo para que eso sucediera, pues a los pocos minutos arribó la Pequeña Gigante, transportada en un camión amarillo y más atrás se acercaba corriendo el perro Xolo. La multitud los esperaba, en especial los niños, quienes gritaban ¡ya vienen, ya viene la niña y Xolo!, abarrotando los alrededores, con cámaras fotográficas y no sólo eran niños, también adultos mayores y jóvenes emocionados.
El camión amarillo entró al predio y por fin Pequeña se reunió con su tío, el encuentro fue emotivo, ambientado con música acorde al momento. Pequeña y el Campesino se abrazaron y se miraron como reconociéndose, tras mucho tiempo sin verse y un largo recorrido bajo el sol, que inició después de las 10:00 de la mañana.
Pequeña sintió tanta alegría que se puso a bailar y Xolo corrió por todos lados moviendo la cola de felicidad. El Campesino sólo observaba cariñosamente a su sobrina, mientras ella ejecutaba graciosos movimientos que los espectadores ovacionaban y aplaudían. Finalmente se fueron a dormir, incluido Xolo, para mañana iniciar nuevamente el recorrido juntos.
EL INFORMADOR / LILIANA NAVARRO
Casi cuando comenzaba a oscurecer, el Campesino ingresó al terreno de los Hermanos Fuentes Gasca, ubicado en Avenida Ávila Camacho, muy cerca de la Glorieta La Normal, y se simplemente se sentó a esperar pacientemente, como si presintiera que su sobrina aparecería en cualquier momento.
No pasó mucho tiempo para que eso sucediera, pues a los pocos minutos arribó la Pequeña Gigante, transportada en un camión amarillo y más atrás se acercaba corriendo el perro Xolo. La multitud los esperaba, en especial los niños, quienes gritaban ¡ya vienen, ya viene la niña y Xolo!, abarrotando los alrededores, con cámaras fotográficas y no sólo eran niños, también adultos mayores y jóvenes emocionados.
El camión amarillo entró al predio y por fin Pequeña se reunió con su tío, el encuentro fue emotivo, ambientado con música acorde al momento. Pequeña y el Campesino se abrazaron y se miraron como reconociéndose, tras mucho tiempo sin verse y un largo recorrido bajo el sol, que inició después de las 10:00 de la mañana.
Pequeña sintió tanta alegría que se puso a bailar y Xolo corrió por todos lados moviendo la cola de felicidad. El Campesino sólo observaba cariñosamente a su sobrina, mientras ella ejecutaba graciosos movimientos que los espectadores ovacionaban y aplaudían. Finalmente se fueron a dormir, incluido Xolo, para mañana iniciar nuevamente el recorrido juntos.
EL INFORMADOR / LILIANA NAVARRO
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