Jalisco

Diana Laura recoge los frutosde 10 años de esfuerzo

Tiene 13 años de edad y ha pasado 10 como paciente del centro Teletón; los sacrificios han sido grandes pero, hoy, su progreso los justifica

GUADALAJARA, JALISCO (15/MAR/2012).- Apenas ve la cámara de fotos y la grabadora en mano y Diana Laura Sarabia García dice: “Me da poquita pena”, aunque su mirada no deja de estar fija en el lente y de vez en cuando se distrae durante su terapia por “posar” para la foto. Sonríe bastante, y tiene motivos: ya cumplió 10 años en el CRIT Occidente, donde se atiende de una cardiopatía llamada tetralogía de Fallot. A la corta edad de año y medio, fue sometida a una cirugía en el Centro Médico de Occidente. “Una vez practicada la operación, parecía que todo marchaba bien”, narra su padre Juan Francisco Sarabia, mientras Diana recibe su terapia con Linyu, su terapista por más de cinco años, que le cuestiona con firmeza si hizo o no sus ejercicios en casa.

Mientras Diana sigue con una gran sonrisa, algo “chiveada” por la entrevista y las fotos, su papá continúa explicado por qué la pequeña es un caso exitoso de Teletón.

Aquella operación salió como todos esperaban, pero la historia cambió dos días después. De pronto, Diana Laura cayó en paro respiratorio estando en terapia intensiva en el Centro Médico. Su cerebro dejó de recibir oxígeno y la bebé sufrió de manera considerable; tuvo que pasar otros dos meses en terapia intensiva.

El impacto es grande. Diana tuvo un retroceso en su crecimiento que frenó de lleno su desarrollo. “Ella fue de las primeras niñas que ingresó a Teletón hace 10 años. Después de que ya caminaba, tras su incidente volvió a ser como una niña recién nacida, sin caminar y con la vista vaga… en blanco. Aquí (en Teletón) se le enseñó desde empezar a gatear hasta lo que hoy ha logrado”, continúa don Juan Francisco.

Las condiciones económicas abonaron dificultades a la limitación de Diana. Oriundos de Tala, sus padres lucharon contra lo que pudieron para asistir sin falta a cada una de las terapias de la niña. “Recuerdo que, en las primeras citas, Diana tenía programadas hasta 15 terapias consecutivas; lloraba cuando le aplicaban sus ejercicios, me imagino que le dolía. En contraste, la evolución fue favorable: empezamos a ver cambios poco a poco, pero esto es de mucha paciencia; nosotros también recibimos ayuda psicológica: se trata de esforzarse al máximo, venir desde Tala gestionando permisos en el trabajo. No siempre las personas entienden la necesidad que tienes de que tu hija siga con su proceso; parece que debería ser una enfermedad para ricos. Afortunadamente, en Teletón nos ayudan en ese aspecto”.

Hoy, Diana cursa tercero de primaria en una escuela regular. Camina y, a pesar de ser débil visual, lleva buenas calificaciones. Tiene ya 13 años de edad y volvió al CRIT, aunque la habían dado de prealta, porque su familia notó que tenía algunos movimientos que no eran normales. “Es de mucha paciencia, no ves resultados hasta largo plazo, pero, al final, ves redituado todo el esfuerzo; estamos conscientes de que la tenacidad es la base para que salga adelante”.

Es hora de terminar con su terapia. Diana se despide de los terapistas del CRIT, que la conocen desde que era una bebé. No falta quien le lance una broma… pero Diana la contesta. Camino al auto, su padre sigue platicando, pero observa el caminar de su hija y de vez en vez la corrige. Ésa es la tenacidad de la que hablaba don Juan Francisco. La que hace que Diana camine y se aleje, paso con paso, de la dificultad que la afectó un día.


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