Jalisco
Deseos y derecho a la ciudad
Por: Alfredo Hidalgo
El festival de cine y el cierre de vialidades para eventos públicos y fiesta de clausura, el foro por el derecho a la ciudad y la vivienda, las discusiones en torno al problema del agua, el derribo del muro en Zotogrande y La Reserva como un acto para garantizar el aprovechamiento público del Bosque de la Campana, las intervenciones temporales en la Presa de las Pintas, los paraderos en la Micaelita, el “espacio público eventual” en Santa Tere, entre otras; todas tienen como común denominador la recuperación del espacio público, dando evidencias de un deseo de ciudad.
Para María-Ángeles Durán en su libro La ciudad compartida, el deseo es una palabra que sirve para expresar, de forma amplia, elementos adecuados para hablar de ciudad, ya que lleva implícitas ideas que son base de la voluntad, de la aspiración, del proyecto y del plan. El deseo enciende la voluntad, pero simultáneamente también los sentidos. Ella menciona que en la ciudad hay sujetos y objetos y que la diferencia es que los primeros ejercen “una voluntad, un proyecto o acción sobre el segundo”. En ese sentido, lo que vemos es que con estas evidencias, cada vez hay más sujetos de la ciudad actuando concientemente. La ciudad es una construcción colectiva basada en la relación, comunicación, derechos y obligaciones de quienes la constituyen. Los deseos colectivos van encontrado o haciéndose de espacios para expresarse y para lograrse.
En nuestro entorno, los deseos y los derechos coinciden. En el reciente foro por el derecho a la ciudad y la vivienda, convocado a iniciativa de Tu Techo Mexicano de Occidente A.C. y con apoyo de universidades e instituciones, resulta significativo en el tenor de las acciones antes mencionadas, los temas que son tratados en la Carta Mundial por el Derecho a la Ciudad redactada bajo su primera versión en el marco del Foro Social Mundial de Porto Alegre (2003). De esta carta y sus posteriores adecuaciones están vigentes principios y fundamentos, como el del ejercicio pleno de la ciudadanía y gestión democrática de la ciudad, la igualdad y la no discriminación, el disfrute democrático y equitativo, el manejo sustentable y responsable de los recursos naturales y energéticos de la ciudad y su entorno, entre otros. Durante el foro, interrogantes, cuestionamientos y propuestas fueron la constante en una ciudad donde todavía se premia la incapacidad y se olvidan los errores, donde la información no es suficiente o adecuada y la educación que en los niños hace conciencia de temas vinculados a la sustentabilidad y el respeto, se olvida en los jóvenes y los adultos.
¿Qué ciudad queremos? Es la pregunta a partir de la cual se debe construir el guión de nuestras acciones. La falta de una ruta consensada nos está colocando en una frágil posición. Los deseos y derechos se vuelven a tocar y a exigir.
Alfredo Hidalgo Rasmussen, arquitecto.
alfredo@infotectura.org
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