Jalisco
Desdibujado, el proyecto de la educación en México
Rectores de distintas entidades y otros países reflexionan sobre la calidad de la enseñanza superior
GUADALAJARA, JALISCO (29/MAY/2010).- La visión de la educación en México no está “amarrada” a un proyecto conjunto de país, lamentó Rodrigo Guerra Botello, rector de la Universidad Regiomontana.
Esta y otras reflexiones fueron expuestas durante la mesa de diálogo “Consideraciones para la Calidad de la Educación Superior”, dentro del marco de actividades de la LVII Asamblea General de la Federación de Instituciones Mexicanas Particulares de Educación Superior (FIMPES), que tiene como sede nuestra ciudad.
Guerra Botello también criticó que en nuestro país, la educación no está relacionada con el Plan Nacional de Desarrollo (PND). Propuso trabajar en el fortalecimiento de las relaciones entre universidades con el sector productivo.
“Necesitamos un sector productivo que dialogue con las universidades, pero también universidades que dialoguen con el sector productivo”.
Durante la mesa, que contó con la participación de rectores y especialistas que asisten al II Encuentro Internacional de Rectores Universia 2010, José Alfredo Miranda López, rector de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla, propuso a los asistentes pensar cómo se puede dar “un giro” a la investigación científica que se desarrolla en las casas de estudio.
Planteo la necesidad de “aterrizar” la investigación en los grandes problemas nacionales, como la diabetes o la obesidad infantil.
Alfonso Muga Naredo, rector de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, habló de la “gestión” como uno de los desafíos para la educación superior.
Una buena gestión, indicó, implica un uso más eficiente de los recursos tanto económicos como humanos. De esta manera se podrían atender otras necesidades de la educación superior, como el incremento de la matrícula universitaria.
Por su parte, el rector de la Universidad del Salvador —Buenos Aires—, Juan Alejandro Tobías, dijo que si no se enseña e investiga en un contexto global, la educación superior carece de calidad.
En ese sentido, aplaudió el hecho de que dentro del proceso de integración del acuerdo comercial Mercosur (Mercado Común del Sur), se tomaron en cuenta las cuestiones de movilidad académica y profesional.
También habló del compromiso ético de la educación. Dijo que ésta reside en el reconocimiento de la dignidad del ser humano. Es recomendable, apuntó, que la universidad no se aísle, pero que tampoco suplante a las demás instituciones sociales.
“Hoy más que nunca —sentenció Tobías— la universidad se ve obligada a confirmar su compromiso social y ético”.
PARA SABER
La FIMPES agrupa a 108 universidades particulares laicas y confesionales de México, que aglutinan una población estudiantil de alrededor de 400 mil alumnos.
Entre las instituciones confesionales existen de afiliación católica, adventista y metodista, entre otras.
Es necesario “aterrizar” la investigación científica de las universidades con problemas de la agenda nacional, como la diabetes y la obesidad, según plantea José Alfredo Miranda López, rector de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla.
Esta y otras reflexiones fueron expuestas durante la mesa de diálogo “Consideraciones para la Calidad de la Educación Superior”, dentro del marco de actividades de la LVII Asamblea General de la Federación de Instituciones Mexicanas Particulares de Educación Superior (FIMPES), que tiene como sede nuestra ciudad.
Guerra Botello también criticó que en nuestro país, la educación no está relacionada con el Plan Nacional de Desarrollo (PND). Propuso trabajar en el fortalecimiento de las relaciones entre universidades con el sector productivo.
“Necesitamos un sector productivo que dialogue con las universidades, pero también universidades que dialoguen con el sector productivo”.
Durante la mesa, que contó con la participación de rectores y especialistas que asisten al II Encuentro Internacional de Rectores Universia 2010, José Alfredo Miranda López, rector de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla, propuso a los asistentes pensar cómo se puede dar “un giro” a la investigación científica que se desarrolla en las casas de estudio.
Planteo la necesidad de “aterrizar” la investigación en los grandes problemas nacionales, como la diabetes o la obesidad infantil.
Alfonso Muga Naredo, rector de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, habló de la “gestión” como uno de los desafíos para la educación superior.
Una buena gestión, indicó, implica un uso más eficiente de los recursos tanto económicos como humanos. De esta manera se podrían atender otras necesidades de la educación superior, como el incremento de la matrícula universitaria.
Por su parte, el rector de la Universidad del Salvador —Buenos Aires—, Juan Alejandro Tobías, dijo que si no se enseña e investiga en un contexto global, la educación superior carece de calidad.
En ese sentido, aplaudió el hecho de que dentro del proceso de integración del acuerdo comercial Mercosur (Mercado Común del Sur), se tomaron en cuenta las cuestiones de movilidad académica y profesional.
También habló del compromiso ético de la educación. Dijo que ésta reside en el reconocimiento de la dignidad del ser humano. Es recomendable, apuntó, que la universidad no se aísle, pero que tampoco suplante a las demás instituciones sociales.
“Hoy más que nunca —sentenció Tobías— la universidad se ve obligada a confirmar su compromiso social y ético”.
PARA SABER
La FIMPES agrupa a 108 universidades particulares laicas y confesionales de México, que aglutinan una población estudiantil de alrededor de 400 mil alumnos.
Entre las instituciones confesionales existen de afiliación católica, adventista y metodista, entre otras.
Es necesario “aterrizar” la investigación científica de las universidades con problemas de la agenda nacional, como la diabetes y la obesidad, según plantea José Alfredo Miranda López, rector de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla.
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