Jalisco
Desde su silla de ruedas, busca que la ciudad sea más accesible
Elsa Silva forma parte del personal que aplica el programa banquetas libres en Guadalajara
agente vial del Programa Banquetas Libres del Ayuntamiento de Guadalajara y afirma que en la zona donde más resistencia encuentra para aplicar el reglamento es en la Colonia Providencia, donde hasta insultos recibió.
Elsa forma parte de un grupo de personas que busca liberar las calles que por años fueron copadas por automovilistas, comerciantes, talleres y sinfín de obstáculos para el peatón. “Algunas personas creen tener la razón y el poder en la zona de Providencia, ha sido lo más difícil del trabajo, pero con diálogo se soluciona todo”, dice.
Desde las 5:30 de la mañana, la mujer de 50 años se levanta y alista para ir a trabajar, desayuna algo ligero, se maquilla y sale de su hogar en la Colonia Atlas a las 6:40 para tomar el camión en la Avenida González Gallo.
El principal problema es encontrar un camión adaptado para personas con discapacidad, “más o menos sé a qué hora pasan los camiones con rampas, tengo que tomar dos para llegar a mi lugar de trabajo en Ghilardi y Miraflores en la Colonia Mezquitán Country. Las rutas que tomo son la 644 o 176 y después la 142 o 142 A, pero la mayoría traen escobas, cubetas, botes de aceite en la zona de la rampa”, dice Silva Fuentes.
La mujer afirma que subirse a los camiones en silla de ruedas es una pésima experiencia, ya que la mayoría no sirven, no dan la parada cuando la ven en la esquina de González Gallo, por lo que tiene que madrugar para llegar puntual a su trabajo.
Elsa solamente realiza entre 15 y 20 apercibimientos al día, su pareja de trabajo levanta los folios, los más comunes son por estacionarse sobre la banqueta, en rampa o en doble fila. La labor de Elsa es concientizar a los automovilistas para que no invadan el espacio público.
“Perdón, ya no lo vuelvo a hacer”, es la frase que más recibe la agente vial del Ayuntamiento de Guadalajara cuando alguien infringe el reglamento; las personas se avergüenzan por violar las reglas y más aún cuando observan que Elsa necesita de las rampas que tapan o de la invasión de banquetas.
Su tarea es acercarse para invitarlos a que se retiren y no ser infraccionados. “Lo principal es dialogar, al inicio se molestan, pero después lo entienden, lo importante es que tomen conciencia que el espacio es de todos”, comenta la mujer.
CALLES DE LA METRÓPOLI ENTRAN A REVISIÓN
Además de agente vial, Elsa es auditora de accesibilidad. Levanta información sobre el estado físico de las rampas inadecuadas para las personas con discapacidad motora, los bolardos mal instalados, rampas con baches. Después presenta su auditoría a la Dirección de Vialidad y Transporte municipal, y ellos buscan soluciones en coordinación con las direcciones de Obras Públicas, Servicios Públicos y Espacio Público.
La servidora pública encontró empleo gracias a la bolsa de trabajo del DIF Guadalajara, donde la evaluaron con la prueba Valpar, que consiste en un examen que simula exigencias motoras y sensoperceptivas, es decir para saber si Elsa tenía actitudes para relacionarse con las personas, si le gustaba realizar trabajo de calle, entre otras cosas. Lo aprobó y recibió el empleo, que hoy cuida y disfruta.
El lunes le asignaron la ruta desde Avenida Ávila Camacho hasta Avenida Juárez, fue entregando apercibimientos y explicándole a la gente por qué deben cumplir con el reglamento, mientras su pareja del día en el trabajo, Mario Humberto Sánchez, levanta las infracciones.
Elsa tiene tres hijos: Andrea, Rodrigo y José Alejandro y tres nietos, está feliz porque pronto se convertirá por cuarta ocasión en abuela. Se denomina una “mujer con agallas” con ganas de vivir la vida y “aprender lo que puedo con lo que me quedó”.
TRANSPORTE
Incumplen acuerdos
El 3 de marzo de 2005, el Periódico Oficial El Estado de Jalisco publicó un acuerdo donde el el ex gobernador, Francisco Ramírez Acuña, autorizaba un incremento a la tarifa del transporte público de 50 centavos condicionado a que 10% de las unidades en cada ruta contaran con rampa para personas con discapacidad motora. La medida aún no se ha cumplido.
GUADALAJARA, JALISCO (15/DIC/2015).- Hace tres años la vida le cambió a Elsa Silva Fuentes. Perdió su pierna izquierda por complicaciones de diabetes mellitus, pero eso no la detiene. Con ánimos y agallas enfrenta las dificultades que a diario la vida le pone enfrente. Empuja su silla de ruedas con fuerza, dice amar su trabajo, es
Elsa forma parte de un grupo de personas que busca liberar las calles que por años fueron copadas por automovilistas, comerciantes, talleres y sinfín de obstáculos para el peatón. “Algunas personas creen tener la razón y el poder en la zona de Providencia, ha sido lo más difícil del trabajo, pero con diálogo se soluciona todo”, dice.
Desde las 5:30 de la mañana, la mujer de 50 años se levanta y alista para ir a trabajar, desayuna algo ligero, se maquilla y sale de su hogar en la Colonia Atlas a las 6:40 para tomar el camión en la Avenida González Gallo.
El principal problema es encontrar un camión adaptado para personas con discapacidad, “más o menos sé a qué hora pasan los camiones con rampas, tengo que tomar dos para llegar a mi lugar de trabajo en Ghilardi y Miraflores en la Colonia Mezquitán Country. Las rutas que tomo son la 644 o 176 y después la 142 o 142 A, pero la mayoría traen escobas, cubetas, botes de aceite en la zona de la rampa”, dice Silva Fuentes.
La mujer afirma que subirse a los camiones en silla de ruedas es una pésima experiencia, ya que la mayoría no sirven, no dan la parada cuando la ven en la esquina de González Gallo, por lo que tiene que madrugar para llegar puntual a su trabajo.
Elsa solamente realiza entre 15 y 20 apercibimientos al día, su pareja de trabajo levanta los folios, los más comunes son por estacionarse sobre la banqueta, en rampa o en doble fila. La labor de Elsa es concientizar a los automovilistas para que no invadan el espacio público.
“Perdón, ya no lo vuelvo a hacer”, es la frase que más recibe la agente vial del Ayuntamiento de Guadalajara cuando alguien infringe el reglamento; las personas se avergüenzan por violar las reglas y más aún cuando observan que Elsa necesita de las rampas que tapan o de la invasión de banquetas.
Su tarea es acercarse para invitarlos a que se retiren y no ser infraccionados. “Lo principal es dialogar, al inicio se molestan, pero después lo entienden, lo importante es que tomen conciencia que el espacio es de todos”, comenta la mujer.
CALLES DE LA METRÓPOLI ENTRAN A REVISIÓN
Además de agente vial, Elsa es auditora de accesibilidad. Levanta información sobre el estado físico de las rampas inadecuadas para las personas con discapacidad motora, los bolardos mal instalados, rampas con baches. Después presenta su auditoría a la Dirección de Vialidad y Transporte municipal, y ellos buscan soluciones en coordinación con las direcciones de Obras Públicas, Servicios Públicos y Espacio Público.
La servidora pública encontró empleo gracias a la bolsa de trabajo del DIF Guadalajara, donde la evaluaron con la prueba Valpar, que consiste en un examen que simula exigencias motoras y sensoperceptivas, es decir para saber si Elsa tenía actitudes para relacionarse con las personas, si le gustaba realizar trabajo de calle, entre otras cosas. Lo aprobó y recibió el empleo, que hoy cuida y disfruta.
El lunes le asignaron la ruta desde Avenida Ávila Camacho hasta Avenida Juárez, fue entregando apercibimientos y explicándole a la gente por qué deben cumplir con el reglamento, mientras su pareja del día en el trabajo, Mario Humberto Sánchez, levanta las infracciones.
Elsa tiene tres hijos: Andrea, Rodrigo y José Alejandro y tres nietos, está feliz porque pronto se convertirá por cuarta ocasión en abuela. Se denomina una “mujer con agallas” con ganas de vivir la vida y “aprender lo que puedo con lo que me quedó”.
TRANSPORTE
Incumplen acuerdos
El 3 de marzo de 2005, el Periódico Oficial El Estado de Jalisco publicó un acuerdo donde el el ex gobernador, Francisco Ramírez Acuña, autorizaba un incremento a la tarifa del transporte público de 50 centavos condicionado a que 10% de las unidades en cada ruta contaran con rampa para personas con discapacidad motora. La medida aún no se ha cumplido.
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