Jalisco

Descartan prohibir bolsas de plástico en comercios

Los ediles tapatíos consideran que la medida, que pretendía beneficiar el medio ambiente, traería consecuencias económicas negativas para las empresas

GUADALAJARA, JALISCO (05/AGO/2011).-  La prohibición en el uso y entrega de bolsas de plástico en tiendas de autoservicios, mercados y tianguis en el municipio de Guadalajara para transportar los productos de los compradores, como lo pretendía la Sindicatura tapatía, no se llevará finalmente a su implementación por el Ayuntamiento, luego de que así lo determinara su Comisión de Gobernación, Reglamentos y Vigilancia.

En mayo de 2010 el titular de la Sindicatura, Héctor Pizano Ramos, planteó en una iniciativa la necesidad de que la reglamentación municipal estableciera una prohibición para la utilización de bolsas de plástico, debido a que se presumen impactos medioambientales negativos por lo prolongado que resulta su proceso de descomposición final (la estimación oscila de los 150 a los mil años), dicha propuesta buscaba seguir los pasos de las medidas tomadas en este sentido por el Gobierno del Distrito Federal.

Ayer, sin embargo, la Comisión de Gobernación, Reglamentos y Vigilancia, optó por modificar la iniciativa del síndico para dejarlo todo en una simple recomendación a los establecimientos comerciales formales e informales, sin efectos vinculatorios para incluir en el Reglamento para el Funcionamiento de Giros Comerciales, Industriales y de Prestación de Servicios en el Municipio de Guadalajara: “Todas las mercancías deberán ser entregadas al consumidor preferentemente en bolsas de papel, recicladas o de material biodegradable, con excepción de los productos alimenticios que deberán ser empacados en material adecuado para ello”.

Como se puede leer en el dictamen aprobado por esta comisión edilicia, las variables económicas fueron fundamentales en la decisión final que se tomó, además de otras de carácter científico: “Actualmente en nuestro municipio no existen condiciones económicas y políticas adecuadas para llevar a cabo una medida de tal naturaleza, máxime que el establecer una prohibición del índole que se pretende aprobar traerá un detrimento económico en los diversos comerciantes a los que les afectaría la medida mencionada, lo anterior en virtud de la difícil situación económica que impera en todo nuestro país, debido a las deficiencias en las políticas federales y estatales de inversión y combate a la pobreza”.

Entre los otros factores que también se ponderaron se encuentra el hecho de que existan opiniones científicas que cuestionan que, efectivamente, las bolsas de papel, recicladas o de material biodegradable representen una opción muy superior en términos ambientales a las bolsas de plástico cuando se hace una comparativa entre estos materiales (al respecto se puede consultar la revista de divulgación científica de la Universidad Nacional Autónoma de México “¿Cómo ves?”, en particular el artículo “¿Papel o plástico?”, de Benjamín Ruiz Loyola, profesor de la Facultad de Química, quien hace un estudio de los efectos positivos y negativos de las bolsas de plástico, papel y biodegradables).

Los ediles recurrieron a la Secretaría de Medio Ambiente y Ecología de Guadalajara, en cuyo dictamen no se defiende la necesidad de una prohibición como ésta, sino que muestra la diversidad de posturas científicas con respecto a las implicaciones de utilizar una bolsa de éste o aquél material.   


Consecuencias económicas


Los ediles concluyen en su dictamen que es necesario tener mayores referencias científicas para determinar una prohibición de las bolsas de plástico, así como un proceso de socialización con los comerciantes para evitar “repercusiones legales y sociales”.

“Es importante considerar que previo a la modificación de reglamentos y la emisión de políticas públicas dentro del municipio, debido a la importancia económica del gremio al que aplicarán dichas modificaciones, es necesario establecer sistemas de acción y estructuras que permitan a los actores que intervienen en la fabricación y comercialización de bolsas de plástico, de manera gradual y adecuada, la transición propuesta. Siendo necesario establecer acuerdos con el sector industrial, comercial y cámaras de comercio con el objetivo de que dicha política pueda generar beneficios y minimizar la posibilidad de futuras afectaciones económicas a dichas actividades productivas y lograr el beneficio de todos los involucrados”.                 


Para saber


La Asociación de Industriales de Bolsa de Plástico (Inboplast) se había mostrado contra la iniciativa del síndico tapatío. Asevera que lo que se requiere no es una prohibición de la utilización de este material sino la creación de mecanismos que permitan el reciclaje de las bolsas luego de su utilización.

Inboplast estima que si la Ciudad de México usa entre 15 y 20 millones de estas bolsas diariamente, Guadalajara debe rondar los ocho millones.

Si esta industria puede generar cada año 390 mil toneladas de bolsas, Inboplast estima que entre 60% y 70% de la producción se encuentra en los estados de Jalisco, Guanajuato, Aguascalientes y Michoacán. En Jalisco este ramo es importante en municipios como Arandas, Tepatitlán, Lagos de Moreno, San Juan de los Lagos y Encarnación de Díaz.  

Referencias sobre los materiales


Plástico


La fabricación de plástico requiere 40% menos energía que la de papel, “por lo que es menos contaminante. Producir plástico es aproximadamente igual de contaminante para la atmósfera, pero la contaminación de agua y suelo es mayor en la producción de papel”.

Su producción requiere extraer petróleo, consumo de combustibles fósiles (uso de maquinaria) y alteración de ecosistemas (perforación de pozos y traslado de petróleo).
Reciclar plástico consume mucho menos agua que reciclar papel. El plástico puede reciclarse más de 20 veces.

En el país, 5% del plástico se recicla, contra 21% del papel.


Papel


Fabricar papel causa deforestación, contaminación por combustibles fósiles (uso de maquinaria) y gasto de agua.

El papel se puede reciclar en promedio ocho veces, para lo cual requiere consumir agua limpia, productos químicos y energía.


Biodegradables

Las bolsas llamadas degradables, biodegradables u oxodegradables tardan alrededor de un año en deshacerse… dejan fragmentos de polímeros que no son apreciables a simple vista.

Fuente: “¿Papel o plástico?”, de Benjamín Ruiz Loyola, profesor de la Facultad de Química de la UNAM.
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