Jalisco
Desayunos informados
Siempre no, dice el munícipe tapatío. Y truena ¿quién le cree?: Ahora sí, vamos a transparentar todo
A la hora del café ya casi le hablamos de tu al alcalde Aristóteles Sandoval, pues conmueve su súbita retirada de la iniciativa de rentar más de 300 patrullas vía una persona cuyas credenciales lo vinculaban a ex munícipe tonalteca blanquiazul que anduvo por los terrenos penales y no para hacer trabajo de pastoral penitenciaria. Siempre no, dice el munícipe tapatío. Y truena ¿quién le cree?: Ahora sí, vamos a transparentar todo. ¿También que el monarca va desnudo, nos preguntamos a la hora de morder una campechana de El Fénix?
Ponen cerquita de Ciudad Juárez, en sede de uno que otro sicario no menor, a una valiente muchacha de 20 años en funciones de policía. ¡Uta! —perdón, estimado lector, pero es lo que sale de una garganta no educada al abrir el twitter a las 7:00 a.m. y ver que declara (El Universal, 21/10/2010) que no combatirá crimen organizado—. Nomás al desorganizadito. ¿Qué no era el estado “Grande”? ¿Ese donde, como en otras partes de la República y acá en Jalisco no cantamos mal los sones, el machismo ha causado tantas muertes de mujeres? ¿Ahora se cobijan los varones bajo las enaguas de una casi niña para estas funciones? Vamos calentando agua para el mate, tal como me enseñó Ivabelle, pues hoy no están las cosas para cargar el ánimo con café.
Un viperino miembro de mi familia, que en hablar del prójimo —sobre todo si es político y además discrimina— se pinta sola, me manda desde otra ciudad, por e-mail, la versión de que nuestro Góber (rectifico la mayúscula y el mote: ése era Alberto Cárdenas; éste es gobernador a secas, bueno, no tan a secas) invita a una asociación religiosa gringa, que “cura y sana” eso que le da asquito, a un foro internacional a Jalisco para noviembre. Pásame el té de manzanilla, por favor, que retiro el mate y el café. Lo que han de curar son los tales ascos.
Nos deseamos buenos días. Nos abrazamos. Aterrizamos en lo cotidiano. En los pequeños goces de una vida justo para vivirla. Como la amistad entre un abuelo y su nieto mayor. Provecho.
Síguenos en