Jalisco
Dentro de un año
Lo que no sea para Panamericanos o lo que no alcance a construirse en 11 meses, no se hará
Dentro de un año, en estas fechas, habrán pasado los Panamericanos. Dentro de un año, en estas fechas, los partidos estarán de lleno metidos en la selección de sus candidatos a gobernador. Dentro de un año, en estas fechas no habrá obra pública que se mueva en la ciudad. Lo que no sea para Panamericanos o lo que no alcance a construirse en 11 meses, no se hará.
Esto es, de aquí a diciembre (que como todos sabemos se acaba el 15) seguiremos viendo los jaloneos entre alcaldes y Gobierno, pero entrado 2011 los dos tendrán la excusa perfecta para no hacer nada, excepto grillas, tomarse fotos y buscar, con nuestros recursos, las candidaturas de sus respectivos partidos.
A los tres García, o sea los alcaldes de la Línea Dos (no sean gachos, la cola también es perro, dijo Tonalá) les quedan pocos días de compadrazgo. Entrando enero se van a partir más que una rosca de reyes. Aunque en apariencia están trabajando coordinadamente, los equipos respectivos se encargarán de comenzar el golpeteo. Una cosa es que Aristóteles Sandoval sea el candidato natural y otra que los demás no quieran. Por su parte, el senador Ramiro Hernández sabe que su oportunidad está en el fracaso generacional de los alcaldes y si hay alguien que estará interesado en que se sepa que los tres García se distinguieron por no hacer nada, será él. Eso sí, si el Gobierno del Estado insiste en seguir haciendo mártir a Aristóteles, no habrá quien lo pare.
Los panistas en edad de merecer y ansiosos por la candidatura a gobernador, sólo esperan el resultado de la elección interna para arrancar para segunda. Tienen la certeza de que siendo Calderón presidente de facto del PAN, habrá dedazo, y que el operador del dedazo será el próximo presidente del partido. Habrá que contarle los viajes a México a partir de enero a Fernando Guzmán, Abraham González Uyeda y a Alonso Ulloa porque ni el presidente del PAN en el Estado ni el gobernador, cada día más débil, tendrán mucho peso en la decisión. Si hoy nos quejamos de la falta de compromiso de algunos secretarios, el año próximo será peor.
En el PRD la batalla por la candidatura será entre Raúl Padilla, que buscará poner a alguien tan débil que no se haga sombra ni a sí mismo, (y de esos Padilla tiene muchos en el partido del sol azteca) y Enrique Alfaro, dispuesto a partirse el queso. Por supuesto que Alfaro tendrá el apoyo del gobernador y de cualquier panista con capacidad para grillar: lo que más le conviene al PAN es un PRD competitivo y lo que más le conviene al PRI es un PRD borrado en un elección polarizada, y de eso se encarga el Grupo Universidad.
Dentro de un año nos estaremos quejando de otro año perdido para la ciudad.
Esto es, de aquí a diciembre (que como todos sabemos se acaba el 15) seguiremos viendo los jaloneos entre alcaldes y Gobierno, pero entrado 2011 los dos tendrán la excusa perfecta para no hacer nada, excepto grillas, tomarse fotos y buscar, con nuestros recursos, las candidaturas de sus respectivos partidos.
A los tres García, o sea los alcaldes de la Línea Dos (no sean gachos, la cola también es perro, dijo Tonalá) les quedan pocos días de compadrazgo. Entrando enero se van a partir más que una rosca de reyes. Aunque en apariencia están trabajando coordinadamente, los equipos respectivos se encargarán de comenzar el golpeteo. Una cosa es que Aristóteles Sandoval sea el candidato natural y otra que los demás no quieran. Por su parte, el senador Ramiro Hernández sabe que su oportunidad está en el fracaso generacional de los alcaldes y si hay alguien que estará interesado en que se sepa que los tres García se distinguieron por no hacer nada, será él. Eso sí, si el Gobierno del Estado insiste en seguir haciendo mártir a Aristóteles, no habrá quien lo pare.
Los panistas en edad de merecer y ansiosos por la candidatura a gobernador, sólo esperan el resultado de la elección interna para arrancar para segunda. Tienen la certeza de que siendo Calderón presidente de facto del PAN, habrá dedazo, y que el operador del dedazo será el próximo presidente del partido. Habrá que contarle los viajes a México a partir de enero a Fernando Guzmán, Abraham González Uyeda y a Alonso Ulloa porque ni el presidente del PAN en el Estado ni el gobernador, cada día más débil, tendrán mucho peso en la decisión. Si hoy nos quejamos de la falta de compromiso de algunos secretarios, el año próximo será peor.
En el PRD la batalla por la candidatura será entre Raúl Padilla, que buscará poner a alguien tan débil que no se haga sombra ni a sí mismo, (y de esos Padilla tiene muchos en el partido del sol azteca) y Enrique Alfaro, dispuesto a partirse el queso. Por supuesto que Alfaro tendrá el apoyo del gobernador y de cualquier panista con capacidad para grillar: lo que más le conviene al PAN es un PRD competitivo y lo que más le conviene al PRI es un PRD borrado en un elección polarizada, y de eso se encarga el Grupo Universidad.
Dentro de un año nos estaremos quejando de otro año perdido para la ciudad.
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