Jalisco

De panzazo, Jalisco acredita gobernabilidad en cárceles

El estado obtiene 6.5 de calificación en el Diagnóstico Nacional Supervisión de Penitenciaria de la CNDH

GUADALAJARA, JALISCO (20/NOV/2013).- Sí aprueba, pero de panzazo. La gobernabilidad en las cárceles de Jalisco tiene una calificación de 6.5, mayor al promedio nacional de 5.6, según la Comisión Nacional de Derechos Humanos ( CNDH).
 
Aguascalientes es la entidad mejor evaluada, con 8.24 de calificación; mientras que Tamaulipas ocupa la última posición con un promedio de 3.65 en gobernabilidad en prisiones, informa el Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria de la CNDH.
 
Lo que hace a una cárcel ingobernable, de acuerdo al estudio, es que se presenten algunos aspectos como: falta de manual de procedimientos para presentar quejas y para las visitas familiar e íntima; insuficiencia del personal; deficiencias durante el proceso de la imposición de sanciones disciplinarias, así como en el ejercicio de las funciones de autoridad: existen privilegios para algunos internos y hay quienes poseen objetos y sustancias prohibidas.
 
En una cárcel con rezago en gobernabilidad también se dan cobros por parte de los custodios para protección, por asignación de estancia y plancha para dormir, por visitas y por no cumplir una sanción administrativa; y entre los mismos internos, hay cobros para protección, estancia y por no realizar sus labores de limpieza.
 
De las prisiones estatales, la mejor calificación en gobernabilidad la obtuvo el Centro Integral de Justicia Regional Costa Norte (Puerto Vallarta) con 7.47; seguido del Centro Preventivo de Reclusión Femenil de Guadalajara, que obtuvo 7.24; en tercer lugar el Reclusorio Preventivo Guadalajara, con promedio de 6.02; y en último lugar y sin aprobar, el Centro de Prevención y Readaptación Social No. 1 Puente Grande, con 5.25.
 
Cárceles de Jalisco, al doble de su capacidad

En las cárceles de Jalisco vive el doble de las personas que caben. Otro indicador en el estudio registra que la capacidad total de las prisiones estatales es para siete mil 162 internos y al momento de la revisión estaban alojados 14 mil 482.
 
La sobrepoblación y hacinamiento provocan que no se cumplan aspectos que garantizan la integridad física y moral del interno y tampoco hay una estancia digna.  Esto a su vez causa deficiencias en servicios para mantener la salud de los internos y en el funcionamiento de la prisión, incluidas las acciones para garantizar el orden, entre otros aspectos.
 
Sólo la prisión en Puerto Vallarta se salva de sobrepoblación. En el Centro Integral de Justicia Regional Costa Norte hay capacidad para mil 608 internos y viven 985. Mientras que el Reclusorio Preventivo Guadalajara tiene capacidad para tres mil 100 internos, pero ahí viven siete mil 69; el Centro de Prevención y Readaptación Social No. 1 Puente Grande debería alojar a dos mil 78 y tiene a cinco mil 934 personas; el Centro Preventivo de Reclusión Femenil de Guadalajara en teoría debe dar alojamiento a 376 internas, pero en la práctica están 494.
Síguenos en

Temas

Sigue navegando