Jalisco
—''De muertito''
El pleito de comadres en que degeneró el proyectado túnel de la Avenida Vallarta, es el pretexto perfecto para que Aristóteles Sandoval siga nadando ''de muertito''
Váyale sumando, señor...
—II—
1.- El pleito de comadres en que degeneró el proyectado túnel de la Avenida Vallarta, es el pretexto perfecto para que Aristóteles Sandoval siga nadando “de muertito” (como hasta ahora) el año que le falta al decir de los oráculos más prestigiosos de la aldea para dar por terminado su ejercicio como presidente municipal de Guadalajara, con un año de anticipación..., y ponerse a trabajar (en serio) como candidato del PRI al Gobierno del Estado. Puesto que el sistema predilecto de la competencia —a partir de que dicho sistema ya demostró su eficacia en varias elecciones precedentes— consiste en la “guerra de lodo”, cualquiera entiende que mientras menos se haga, menos argumentos tendrán los maestros consumados de la maledicencia —émulos aventajados de los fariseos de que habla el evangelio— para hacer de las suyas.
2.- La reacción de los vecinos, al oponerse abiertamente a la construcción del túnel y al apersonarse, ayer, en la Presidencia Municipal, con mil 500 firmas de otros tantos vecinos reacios al proyecto, es, de hecho, un referéndum a favor de la pasividad del gobernante: “Puesto que el pueblo demanda que no se haga nada, se aplica, para beneplácito de la turba, el principio supremo de la democracia: ‘Al pueblo, lo que pida...’”.
3.- El tiempo. Si cuando se anunció, hará un par de meses, que las obras del túnel comenzarían el 15 de noviembre —dentro de 10 días—, se contaba con el tiempo justo para concluirlas antes del plazo fatal que impone el arranque de los Juegos Panamericanos, ahora que han surgido obstáculos aparentemente insuperables para hacer efectivo ese anuncio, nadie podrá quejarse de que no se escucha al pueblo ni se acata su veredicto imperativo de “¡Engarrótenseme ‘ai!”.
—III—
Tanto para el alcalde de Guadalajara como para los demás “suspirantes” a recoger la estafeta que el actual gobernador se afana en envolver para regalo en beneficio de la oposición, un interesante ejercicio para llenar sus ocios durante los próximos meses, sería dedicarse a escribir un libro. Su título podría ser “Memorias de un gobernante... o 24 lecciones teórico-prácticas (una para cada mes) de nado de muertito”.
Síguenos en