Jalisco

De consejeros y grillas

''No hay nombres que estén guardados para sacarlos al momento de la elección''...

La diputada Ana Bertha Guzmán no se cansa de repetir que se ha hecho un esfuerzo muy serio, harto escrupuloso, casi aséptico, para evitar que el proceso para la elección de los integrantes del consejo del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana (IEPC) esté viciado de origen. No se engaña como para creer que no habrá negociaciones, influencias externas, grillas y tropezones para hacer llegar a algunos e impedir que otros sean consejeros. Eso es parte de la política, aquí y en China, admite la legisladora. Pero defiende el procedimiento de selección de candidatos que ella ha conducido como presidenta de la comisión legislativa responsable de los asuntos electorales.

“No hay nombres que estén guardados para sacarlos al momento de la elección”, como si ya estuviesen previamente “palomeados” o “pactados” por las fuerzas partidistas representadas en el Congreso del Estado, garantiza Guzmán Alatorre. Eso no quita que las negociaciones entre priistas, panistas, perredistas, panalistas y verdes estén a todo motor desde hace semanas. El reparto del consejo por cuotas es la tentación mayor, y ninguno de los partidos renunciará a lo que cree, porque la costumbre ha hecho ley, que le corresponde, no sólo en el IEPC, sino en todo espacio de poder, aunque esos organismos se presenten en sociedad como “ciudadanos”.

—Está claro que el proceso de elección de candidatos para ser consejeros pasa por la opinión y la influencia de personajes externos a la Legislatura, se le apunta a la diputada.

—Pasa por mil cosas que se dicen y que no se dicen; yo ahí lo dejaría —ataja.

Es jueves 20 de mayo. Faltan apenas una semana y un día para que al menos 26 de los 39 diputados locales voten por seis consejeros y un presidente que integrarán el nuevo órgano de decisión del Instituto Electoral.

Más o menos un centenar de hombres y mujeres pasaron los primeros filtros que estableció la comisión legislativa en la convocatoria para ser elegibles. Es un universo rico, variado y con una oferta interesante para contar con un órgano electoral capaz, serio y alejado de manipulaciones. Pero…

El pero mayor lo conocemos todos, por la dilatada experiencia que tenemos como ciudadanos, y que ahora mismo se está repitiendo, de asistir en calidad de simples mirones a un espectáculo en el que los políticos juegan al póker, convirtiendo a potenciales consejeros electorales en cartas que ponen sobre la mesa para abultar la apuesta o para sacar la mejor tajada en una jugada que les rinda dividendos y les amplíe su círculo de poder.

Desde hoy y hasta el viernes 28, cuando deberá realizarse la votación en el Congreso del Estado, en los tableros se moverán los márgenes de ganancia para los apostadores. Habrá nombres que, de aparecer en la cúspide, de un día para otro se derrumbarán hasta salir del panorama; otros brincarán de la nada para convertirse en las cartas fuertes y finalmente se completará el elenco. Claro, si no aparecen los apostadores que suelen levantarse de la mesa de golpe, tirando al suelo cartas y fichas, inconformes con el juego que les tocó.

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