Jalisco
Cuatro vertederos de Zapopan contaminan el Santiago
Además de Picachos, también Hasar’s, Copalita y El Taray envenenan el río; algunos no funcionan pero escurren lixiviados
ZAPOPAN, JALISCO.- En los alrededores del relleno sanitario de Picachos (clausurado por 24 horas el pasado martes 24), existen otros tres sitios de disposición final que también incumplen con la normatividad ambiental: Hasar’s, ubicado en el predio de al lado, y El Taray y Copalita, que dejaron de funcionar en la década pasada, pero que tienen graves escurrimientos de lixiviados.
Así lo asegura Gerardo Bernache Pérez, investigador del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS), quien agrega que las problemáticas de los basureros se agravan cuando estos cierran. En este sentido, El Taray y Copalita contaminarán durante 20 años más, y Hasar’s y Picachos, durante medio siglo, a partir de la fecha en que se concluya su vida útil. En todos los casos, la contaminación llega a afluentes que desembocan finalmente en el Río Santiago.
Opina que todos los vertederos estuvieron desatendidos desde un principio. Y en el caso de Picachos, el Ayuntamiento de Zapopan nunca ha realizado las acciones necesarias.
Tanto Hasar’s como Picachos tienen la ventaja de que se ubican en un suelo que no permite filtraciones y que es un área alejada de zonas habitacionales, pero tiene la complicación de que hay pendientes pronunciadas que propician el escurrimiento de los lixiviados –mal controlados- hasta los cuerpos de agua, como sucede con el Río Milpillas.
Por ello es que ambos sitios incumplen con la normatividad, independientemente de que uno sea privado y otro público.
EL INFORMADOR / ALEJANDRA GUILLÉN
Así lo asegura Gerardo Bernache Pérez, investigador del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS), quien agrega que las problemáticas de los basureros se agravan cuando estos cierran. En este sentido, El Taray y Copalita contaminarán durante 20 años más, y Hasar’s y Picachos, durante medio siglo, a partir de la fecha en que se concluya su vida útil. En todos los casos, la contaminación llega a afluentes que desembocan finalmente en el Río Santiago.
Opina que todos los vertederos estuvieron desatendidos desde un principio. Y en el caso de Picachos, el Ayuntamiento de Zapopan nunca ha realizado las acciones necesarias.
Tanto Hasar’s como Picachos tienen la ventaja de que se ubican en un suelo que no permite filtraciones y que es un área alejada de zonas habitacionales, pero tiene la complicación de que hay pendientes pronunciadas que propician el escurrimiento de los lixiviados –mal controlados- hasta los cuerpos de agua, como sucede con el Río Milpillas.
Por ello es que ambos sitios incumplen con la normatividad, independientemente de que uno sea privado y otro público.
EL INFORMADOR / ALEJANDRA GUILLÉN
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