Jalisco

¿Cuántas casas realmente se ocupan?

En Jalisco hay más de 358 mil casas deshabitadas. Millones de metros cuadrados construidos inútiles, millones y millones de pesos desperdiciados al día de hoy

Se ocupan por sus habitantes. Se ocupan, en tapatío, por necesitan. Ambas preguntas parecen ser urgentes. Según los datos del Censo de Población y Vivienda 2010, en Jalisco existe 15.5% de viviendas desocupadas, un porcentaje que es un punto y medio superior al que para el mismo indicador se tiene en términos nacionales.

En Jalisco hay más de 358 mil casas deshabitadas. Millones de metros cuadrados construidos inútiles, millones y millones de pesos desperdiciados al día de hoy. Es una ironía que mientras se dice que existe un serio déficit de viviendas en la Entidad, y se trabaja e invierte para abatirlo construyendo casas nuevas, haya semejante cantidad de casas eventualmente aprovechables. Tenemos que ajustar seriamente políticas y estrategias en materia de vivienda. Es como el problema del abasto del agua. Se ha repetido hasta la saciedad que es necesario aprovechar eficientemente los caudales existentes antes de seguir extrayendo agua cada vez más lejana, más cara y menos sustentable.

Ante nosotros está todo un tema. Es indispensable saber qué ocasiona la problemática del altísimo índice de viviendas desocupadas. Un porcentaje de éstas corresponde a los desarrollos que a troche y moche se han propiciado, sobre todo a partir de la nefasta dispersión urbana que afecta al Área Metropolitana de Guadalajara. ¿Pero 358 mil casas? ¿Cuántas de éstas se encuentran abandonadas en las poblaciones que han visto emigrar a su población? ¿Cuántas en el área consolidada de Guadalajara que ha venido expulsando habitantes a lo largo de los últimos 20 años? ¿Cuántas casas constituyen el capital especulativo (y ahora ocioso) que tanto arraigo tiene en las costumbres de la región? Habría que saberlo.

A partir de ese análisis habría que establecer medidas pertinentes. Un amplio plan de estímulos y apoyos para propiciar el acondicionamiento y reutilización de las viviendas desocupadas, ajustado a los diversos entornos en que se ubiquen. Actualmente el negocio está en hacer casas baratas y venderlas rápido. Hay que lograr que ese negocio se enfoque también, y sobre todo, al aprovechamiento de las viviendas existentes. Es claro que no se trata simplemente de arreglar casas usadas o vacías: es necesario realizar acciones de mejoramiento urbano integral en los contextos en que se insertan para hacerlos deseables. Insistimos: es necesario establecer un índice de habitabilidad general que regule las condiciones de los ámbitos urbanos que se pretendan repoblar. Servicios, espacios públicos, movilidad, seguridad, etcétera. Materia de estudio, de seguro, para el nuevo Instituto de Vivienda del Ayuntamiento de Guadalajara, entre muchas otras instancias.

La huella ecológica de lo actualmente construido pesa ya sobre el medio ambiente. Cada que se construye un nuevo desarrollo esa huella aumenta. Lo racional y sustentable se encuentra en aprovechar y mejorar las casas que ya existen. Corresponde a las autoridades y a la sociedad hacer que ese camino sea transitable.
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