Jalisco
Crucificar al redentor
Para la Universidad de Guadalajara la entrada de la SEP es música para sus oídos por dos motivos
Para la Universidad la entrada de la SEP es música para sus oídos por dos motivos: Primero porque el argumento de tres semanas para acá es la deuda de fondo concurrente, con lo cual esperan que la SEP presione al Gobierno del Estado a que cumpla con el acuerdo. Segundo, porque la directora de Educación Superior en la secretaría, Sonya Reynaga Obregón, que es quien lleva las cuentas, es gente de la Universidad de Guadalajara. El argumento del Gobierno del Estado será que no hay dinero. Cierto o falso, ése será el discurso y con mucho gusto le entrará al debate para que sea la SEP la que ponga. Si la batalla es en ese terreno, el Gobierno tendrá oportunidad de presumir, una y otra vez, que es el Estado que más aporta en educación superior en la República.
Cuesta trabajo entender el tema porque las dos partes dicen verdades a medias. Es cierto que el Gobierno firmó las contrapartidas de los recursos federales equivalente a 701 millones. Lo que no dice la Universidad, y es por ello que los documentos no han salido a la luz pública, es que antes de firmar el Gobierno pidió que se le agregara una cláusula que establece claramente que el Gobierno aportara esos recursos sujetos a disponibilidad. Por eso no los había peleado el rector y por eso nadie hablaba de esa deuda hace un mes. El Gobierno por su parte, sostiene que el presupuesto de la Universidad ha aumentado ocho veces y la matrícula sólo 1.5 veces, lo que no dice es cuánto costaba un alumno hace 20 años y cuánto cuesta ahora, es decir usan pesos corrientes para comparar precios, lo cual es una forma muy poco fina de mentir.
Si los jaliscienses se dejan de orgullos idiotas, éste es el momento de tomarle la palabra a la SEP y meterla de lleno en el problema, que es la poca aportación federal a la educación superior en el Estado. La UdeG es la segunda universidad en tamaño y, pésele a quien le pese, la única realmente descentralizada y una de las más eficientes del país en el costo por alumno. Si trabajan juntos por el Estado, es el momento de crucificar al redentor.
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