Jalisco
Criminalizar a usuarios no resuelve problema de drogas: universitarios
Los programas internos de cada institución son suficientes para la labor preventiva, opinan las escuelas locales, mientras que los estudiantes condenan la iniciativa
GUADALAJARA, JALISCO (09/MAR/2012).- “Fuera de la ley”. “Moralmente incorrecta”. “Acto coercitivo”. Los calificativos abundaron ayer en universidades de Guadalajara para condenar la propuesta de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES) de aplicar exámenes antidoping en las escuelas de ese nivel, tanto públicas como privadas, con el fin de prevenir el consumo de drogas y las adicciones entre los estudiantes.
La idea criminaliza al consumidor final, en lugar de contribuir a las políticas globales en contra del tráfico de drogas, señaló, por ejemplo, el rector del Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas (CUCEA) de la Universidad de Guadalajara (UdeG), Tonatiuh Bravo Padilla, quien urgió a atacar otros factores, como el narcotráfico en sí.
El ex diputado federal, quien presidió la Comisión de Educación en la Cámara, admitió, sin embargo, que los estudiantes tienen fácil acceso a las drogas: “Si uno va a los salones, te dicen quién tiene contactos para adquirir tachas por 50 pesos o sobrecitos de cocaína en 100 pesos”.
“Impertinente”
Los estudiantes mostraron una oposición cerrada. Consultados en el Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH) de la UdeG y en el ITESO, jóvenes universitarios dijeron que la iniciativa de la ANUIES “intervendría en la autonomía de las universidades públicas”, con un “método de control invasivo” y un intento de criminalizar y discriminar a personas con problemas de adicción.
En el tema, hubo consenso: alumnos de Filosofía, Antropología, Historia y Relaciones Internacionales del CUCSH, y de Derecho, Mercadotecnia, Arquitectura, Comunicación e Ingenierías del ITESO, se dijeron sorprendidos por la recomendación y la juzgaron, como mínimo, “impertinente”.
Por su lado, Marco Antonio Núñez Becerra, presidente de la Federación de Estudiantes Universitarios (FEU), organismo que agremia a 230 mil estudiantes de la UdeG, subrayó que la medida violaría derechos humanos: “No entiendo en qué sentido se origina esta propuesta, pero tampoco creo en este tipo de medidas, que son denigrantes”.
De hecho, expuso que “constantemente” se discute este tema con el rector de la UdeG, y que en reiteradas ocasiones “le he dicho que nosotros no aceptamos ni aceptaremos este tipo de medidas, que no aportan nada sino que criminalizan”.
El ITESO, por su parte, emitió un comunicado en el que se dijo en contra de la sugerencia de la ANUIES, y explicó que aplica un amplio programa de formación y salud integral que contribuyen a prevenir las adicciones.
La universidad jesuita simplemente dijo que mantendrá sus propias iniciativas, pues ha reforzado sus medidas de seguridad a suficiencia.
PARA SABER
La propuesta
La Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES) hizo circular el lunes un manual entre sus 165 agremiadas del país con la sugerencia, entre otras, de aplicar exámenes de detección de drogas a los estudiantes, con el fin de combatir las adicciones.
El texto “La seguridad en instituciones de educación superior” también recomienda mantener los resultados en forma confidencial para uso del alumno y de sus padres.
En Jalisco hay al menos siete instituciones agremiadas a la ANUIES: Centro de Enseñanza Técnica Industrial, Instituto Tecnológico de Ciudad Guzmán, ITESO, UdeG, Universidad Autónoma de Guadalajara, Universidad del Valle de Atemajac y Universidad Tecnológica de Jalisco.
Campus tapatío
El Tec lleva 20 años aplicando el examen
En el Tecnológico de Monterrey, campus Guadalajara, la recomendación de la ANUIES de practicar exámenes antidoping a los alumnos no es algo que quite el sueño. Ellos admiten que llevan casi 20 años haciendo estas pruebas a sus estudiantes, de manera aleatoria y sorpresiva, y las califican como “una buena medida para prevenir adicciones”, comenta el director de Servicios Académicos del plantel, Francisco Huerta Tamayo.
Los alumnos que quieren ser parte de esa universidad firman un reglamento donde aceptan que, aleatoriamente y de manera sorpresiva, se les apliquen un cuestionario y un examen médico: “Son medidas que generan un ambiente de trabajo muy sano, que nos permite prevenir este tipo de circunstancia, pues, lamentable”.
—Y si yo soy un estudiante y no quiero contestar el cuestionario, ni tampoco quiero que me practiquen el antidoping, ¿qué pasa?
—Hay un reglamento que los estudiantes cuando entran tienen que firmar. Si no lo haces, pues entonces se te sanciona conforme al reglamento —contestó el funcionario, quien dijo desconocer qué tipo de sanciones son atribuibles a los estudiantes que no aceptan el examen.
Huerta Tamayo afirma que los resultados son confidenciales y que los estudiantes que dan positivo son remitidos al Centro de Éxito Estudiantil, donde les brindan atención personalizada para que eviten el consumo de drogas.
La idea criminaliza al consumidor final, en lugar de contribuir a las políticas globales en contra del tráfico de drogas, señaló, por ejemplo, el rector del Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas (CUCEA) de la Universidad de Guadalajara (UdeG), Tonatiuh Bravo Padilla, quien urgió a atacar otros factores, como el narcotráfico en sí.
El ex diputado federal, quien presidió la Comisión de Educación en la Cámara, admitió, sin embargo, que los estudiantes tienen fácil acceso a las drogas: “Si uno va a los salones, te dicen quién tiene contactos para adquirir tachas por 50 pesos o sobrecitos de cocaína en 100 pesos”.
“Impertinente”
Los estudiantes mostraron una oposición cerrada. Consultados en el Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH) de la UdeG y en el ITESO, jóvenes universitarios dijeron que la iniciativa de la ANUIES “intervendría en la autonomía de las universidades públicas”, con un “método de control invasivo” y un intento de criminalizar y discriminar a personas con problemas de adicción.
En el tema, hubo consenso: alumnos de Filosofía, Antropología, Historia y Relaciones Internacionales del CUCSH, y de Derecho, Mercadotecnia, Arquitectura, Comunicación e Ingenierías del ITESO, se dijeron sorprendidos por la recomendación y la juzgaron, como mínimo, “impertinente”.
Por su lado, Marco Antonio Núñez Becerra, presidente de la Federación de Estudiantes Universitarios (FEU), organismo que agremia a 230 mil estudiantes de la UdeG, subrayó que la medida violaría derechos humanos: “No entiendo en qué sentido se origina esta propuesta, pero tampoco creo en este tipo de medidas, que son denigrantes”.
De hecho, expuso que “constantemente” se discute este tema con el rector de la UdeG, y que en reiteradas ocasiones “le he dicho que nosotros no aceptamos ni aceptaremos este tipo de medidas, que no aportan nada sino que criminalizan”.
El ITESO, por su parte, emitió un comunicado en el que se dijo en contra de la sugerencia de la ANUIES, y explicó que aplica un amplio programa de formación y salud integral que contribuyen a prevenir las adicciones.
La universidad jesuita simplemente dijo que mantendrá sus propias iniciativas, pues ha reforzado sus medidas de seguridad a suficiencia.
PARA SABER
La propuesta
La Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES) hizo circular el lunes un manual entre sus 165 agremiadas del país con la sugerencia, entre otras, de aplicar exámenes de detección de drogas a los estudiantes, con el fin de combatir las adicciones.
El texto “La seguridad en instituciones de educación superior” también recomienda mantener los resultados en forma confidencial para uso del alumno y de sus padres.
En Jalisco hay al menos siete instituciones agremiadas a la ANUIES: Centro de Enseñanza Técnica Industrial, Instituto Tecnológico de Ciudad Guzmán, ITESO, UdeG, Universidad Autónoma de Guadalajara, Universidad del Valle de Atemajac y Universidad Tecnológica de Jalisco.
Campus tapatío
El Tec lleva 20 años aplicando el examen
En el Tecnológico de Monterrey, campus Guadalajara, la recomendación de la ANUIES de practicar exámenes antidoping a los alumnos no es algo que quite el sueño. Ellos admiten que llevan casi 20 años haciendo estas pruebas a sus estudiantes, de manera aleatoria y sorpresiva, y las califican como “una buena medida para prevenir adicciones”, comenta el director de Servicios Académicos del plantel, Francisco Huerta Tamayo.
Los alumnos que quieren ser parte de esa universidad firman un reglamento donde aceptan que, aleatoriamente y de manera sorpresiva, se les apliquen un cuestionario y un examen médico: “Son medidas que generan un ambiente de trabajo muy sano, que nos permite prevenir este tipo de circunstancia, pues, lamentable”.
—Y si yo soy un estudiante y no quiero contestar el cuestionario, ni tampoco quiero que me practiquen el antidoping, ¿qué pasa?
—Hay un reglamento que los estudiantes cuando entran tienen que firmar. Si no lo haces, pues entonces se te sanciona conforme al reglamento —contestó el funcionario, quien dijo desconocer qué tipo de sanciones son atribuibles a los estudiantes que no aceptan el examen.
Huerta Tamayo afirma que los resultados son confidenciales y que los estudiantes que dan positivo son remitidos al Centro de Éxito Estudiantil, donde les brindan atención personalizada para que eviten el consumo de drogas.
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