Jalisco
Costo de nuevos colectores, ''incomparable'' con beneficios
Es primordial invertir los dos mil MDP que el SIAPA calcula para obras contra las inundaciones, aunque las autoridades tienen prioridades distintas, opinan académicos de la ciudad
GUADALAJARA, JALISCO (19/JUL/2012).- ¿Qué son dos mil millones de pesos? Como inversión en el Programa de Manejo Integral de Aguas Pluviales (Promiap), son mayor seguridad para los habitantes de la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG), menos pérdidas económicas por causa de las inundaciones y un alto beneficio ecológico por el aprovechamiento del agua de lluvias. Suena a una gran inversión, pero el beneficio es, de inmediato y a largo plazo, mucho mayor, aseguran especialistas de la ciudad.
El investigador del Departamento de Geografía y Ordenación Territorial de la Universidad de Guadalajara (UdeG) y autor del Atlas de riesgo por inundación en la urbe, Luis Valdivia Ornelas. opina que “no es comparable un costo con una solución parcial a la magnitud del problema”.
Por otra parte, para el profesor-investigador de la UdeG y experto en temas hídricos Arturo Gleason Espíndola, quien se dice en total desacuerdo con el Promiap, resulta primordial la inversión en programas de aprovechamiento de agua pluvial y el incremento de áreas verdes para iniciar un “proceso de mitigación de la inundación”. Además, señala que para lograr resultados en este tenor es necesario liderazgo político y compromiso con la ciudadanía, situaciones que difícilmente, asegura, son percibidas en las estructuras públicas en funciones.
“El SIAPA ha dejado mucho que desear, es un hecho que está registrado. Lamentablemente han hecho un pésimo manejo de recursos (...) Si hay poquito dinero se gasta mal o se gasta en lo que no se debe gastar. No hay una planeación fuerte y el SIAPA va medio resolviendo los problemas conforme surgen”, dice Gleason Espíndola.
Sobre su propuesta, a diferencia de la inversión en infraestructura costosa que sugiere el Promiap, sugiere la habilitación de más espacios verdes para que el suelo capte una mayor cantidad de agua de lluvia, lo que eventualmente ayudaría a “restaurar el ciclo hidrológico” que rompió la urbanización en la Perla Tapatía.
El arquitecto Jenaro de Silva, académico del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO), pide por su parte no ver los costos como “onerosos” en la inversión de los programas de aprovechamiento de agua pluvial, ya que “los beneficios son muy grandes”.
Para De Silva, la solución a las inundaciones no está en el entubamiento, sino en la recuperación de los cauces naturales y en el diseño de parques lineales sobre estas vías.
“Hemos construido casas, pero no infraestructura de ciudad”
Debido a la urbanización desordenada de los últimos años y la ausencia de una intervención profunda contra inundaciones, el Área Metropolitana de Guadalajara está condenada a seguir padeciendo esta problemática, pero con mayor intensidad.
Para el vicepresidente de la Benemérita Sociedad de Geografía, Raúl López, resulta lamentable que el incremento de la población haya ido en detrimento de las cuencas que existían tanto en el Valle de Atemajac como en el de Tesistán, hoy alteradas por viviendas y zonas pavimentadas: Guadalajara padece por sus calles “impermeabilizadas” y la falta de vasos reguladores suficientes que descarguen los hasta 60 litros por metro cuadrado que caen con las tormentas más graves.
“Hemos construido casas, pero no infraestructura de ciudad”, resume. “Se han privilegiado miles de casas, favoreciendo la densidad H4, que son casas pequeñas y no toman en cuenta la fisiografía del entorno, no reservan áreas verdes para esparcimiento ni respetan los espacios por donde corre el agua”.
UN SISTEMA DE LOS SETENTA
El sistema de colectores más importante instalado en Guadalajara data de 1976; desde entonces sólo habido medidas aisladas, cuya “visión es de encauzar y conducir el agua”, advierte el investigador de la UdeG Luis Valdivia Ornelas.
La red de colectores de la ciudad es de aproximadamente 286 kilómetros. Los colectores son: Patria Poniente, López Mateos, Colón-Federalismo, Calzada Independencia, San Jacinto Oriente.
Entre las recientes obras en ese sentido están las mencionadas en el Manejo de Aguas Pluviales en la ZMG, de Fernando Rueda Lujano, presidente de la Cámara Nacional de Empresas de Consultoría en Jalisco: en 2009 quedaron listos los proyectos ejecutivos para la recuperación de 15 kilómetros de arroyos urbanos, 12 kilómetros de colectores pluviales y 14 depósitos de detención, con financiamiento del SIAPA.
Y añade que, gracias a la participación de la Secretaría de Desarrollo Urbano, se “logró también el reforzamiento y aumento de capacidad del Canal Santa Catalina y la elaboración de cuatros proyectos ejecutivos de igual número de depósitos de detención y de un proyecto para la recuperación del Río Atemajac, entre la avenida Acueducto y Américas”.
El Promiap fue diseñado por la Comisión Estatal del Agua en 2008, a petición del SIAPA. Costó 32 millones de pesos y requiere dos mil millones de pesos. Su objetivo principal es “atender con carácter urgente la problemática de inundaciones mediante la planeación de acciones preventivas y correctivas para controlar los escurrimientos pluviales urbanos de la ZMG y evitar los daños que generan a su población”.
El investigador del Departamento de Geografía y Ordenación Territorial de la Universidad de Guadalajara (UdeG) y autor del Atlas de riesgo por inundación en la urbe, Luis Valdivia Ornelas. opina que “no es comparable un costo con una solución parcial a la magnitud del problema”.
Por otra parte, para el profesor-investigador de la UdeG y experto en temas hídricos Arturo Gleason Espíndola, quien se dice en total desacuerdo con el Promiap, resulta primordial la inversión en programas de aprovechamiento de agua pluvial y el incremento de áreas verdes para iniciar un “proceso de mitigación de la inundación”. Además, señala que para lograr resultados en este tenor es necesario liderazgo político y compromiso con la ciudadanía, situaciones que difícilmente, asegura, son percibidas en las estructuras públicas en funciones.
“El SIAPA ha dejado mucho que desear, es un hecho que está registrado. Lamentablemente han hecho un pésimo manejo de recursos (...) Si hay poquito dinero se gasta mal o se gasta en lo que no se debe gastar. No hay una planeación fuerte y el SIAPA va medio resolviendo los problemas conforme surgen”, dice Gleason Espíndola.
Sobre su propuesta, a diferencia de la inversión en infraestructura costosa que sugiere el Promiap, sugiere la habilitación de más espacios verdes para que el suelo capte una mayor cantidad de agua de lluvia, lo que eventualmente ayudaría a “restaurar el ciclo hidrológico” que rompió la urbanización en la Perla Tapatía.
El arquitecto Jenaro de Silva, académico del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO), pide por su parte no ver los costos como “onerosos” en la inversión de los programas de aprovechamiento de agua pluvial, ya que “los beneficios son muy grandes”.
Para De Silva, la solución a las inundaciones no está en el entubamiento, sino en la recuperación de los cauces naturales y en el diseño de parques lineales sobre estas vías.
“Hemos construido casas, pero no infraestructura de ciudad”
Debido a la urbanización desordenada de los últimos años y la ausencia de una intervención profunda contra inundaciones, el Área Metropolitana de Guadalajara está condenada a seguir padeciendo esta problemática, pero con mayor intensidad.
Para el vicepresidente de la Benemérita Sociedad de Geografía, Raúl López, resulta lamentable que el incremento de la población haya ido en detrimento de las cuencas que existían tanto en el Valle de Atemajac como en el de Tesistán, hoy alteradas por viviendas y zonas pavimentadas: Guadalajara padece por sus calles “impermeabilizadas” y la falta de vasos reguladores suficientes que descarguen los hasta 60 litros por metro cuadrado que caen con las tormentas más graves.
“Hemos construido casas, pero no infraestructura de ciudad”, resume. “Se han privilegiado miles de casas, favoreciendo la densidad H4, que son casas pequeñas y no toman en cuenta la fisiografía del entorno, no reservan áreas verdes para esparcimiento ni respetan los espacios por donde corre el agua”.
UN SISTEMA DE LOS SETENTA
El sistema de colectores más importante instalado en Guadalajara data de 1976; desde entonces sólo habido medidas aisladas, cuya “visión es de encauzar y conducir el agua”, advierte el investigador de la UdeG Luis Valdivia Ornelas.
La red de colectores de la ciudad es de aproximadamente 286 kilómetros. Los colectores son: Patria Poniente, López Mateos, Colón-Federalismo, Calzada Independencia, San Jacinto Oriente.
Entre las recientes obras en ese sentido están las mencionadas en el Manejo de Aguas Pluviales en la ZMG, de Fernando Rueda Lujano, presidente de la Cámara Nacional de Empresas de Consultoría en Jalisco: en 2009 quedaron listos los proyectos ejecutivos para la recuperación de 15 kilómetros de arroyos urbanos, 12 kilómetros de colectores pluviales y 14 depósitos de detención, con financiamiento del SIAPA.
Y añade que, gracias a la participación de la Secretaría de Desarrollo Urbano, se “logró también el reforzamiento y aumento de capacidad del Canal Santa Catalina y la elaboración de cuatros proyectos ejecutivos de igual número de depósitos de detención y de un proyecto para la recuperación del Río Atemajac, entre la avenida Acueducto y Américas”.
El Promiap fue diseñado por la Comisión Estatal del Agua en 2008, a petición del SIAPA. Costó 32 millones de pesos y requiere dos mil millones de pesos. Su objetivo principal es “atender con carácter urgente la problemática de inundaciones mediante la planeación de acciones preventivas y correctivas para controlar los escurrimientos pluviales urbanos de la ZMG y evitar los daños que generan a su población”.
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