Jalisco
Contralor tapatío solicitará licencia
Se dijo víctima de “espionaje” y sostiene no haber cometido ninguna ilegalidad
Guadalajara, Víctor Urrea Stettner, confirmó que solicitará licencia para ausentarse de su cargo en tanto la Oficina de Combate a la Corrupción del Ayuntamiento, termina con la indagatoria sobre el
viaje que realizó a
Las Vegas.
El funcionario informó que él y su esposa invitaron al viaje al empresario, Mauricio Romero Lugo, también con su pareja, pues son amigos desde hace siete años. Mintió y rechazó haber viajado a Las Vegas, dijo, pues lo “atemorizó” saberse sujeto, junto a su familia, de una labor de “espionaje”, de la que habrían resultado las fotografías publicadas en medios impresos:
“Todos indagaban y yo me asusté. Me atemoricé. No entendía cómo era posible que viajar a ver un concierto pudiera generar estas indagatorias; me sentí una vez más seguido, espiado, vulnerado en mi privacidad. No supe manejar la situación. Oculté mi estancia en Las Vegas y ése es un hecho por el cual me disculpo públicamente con la ciudadanía de Guadalajara. Por temor a que podrían seguirme espiando, intenté desviar su atención a Tucson, donde había estado la noche anterior. Puntualizo que mi ánimo siempre fue el de proteger a mi familia; a mi esposa. Para nosotros, como para cualquier otra familia, es fundamental el respeto a nuestra privacidad y es atemorizante pensar que, aun fuera del país, y sin estar haciendo nada ilegal, puedan seguirte con el afán de intimidarte y construir una historia sin fundamentos”.
Reconoció, sin embargo, que viajó en el avión de su otro amigo Diego Valencia, un empresario de la industria alimenticia, por lo que él y Romero Lugo sólo pagaron en partes iguales la turbosina.
Urrea Stettner, por lo tanto, sostiene no haber cometido ninguna ilegalidad, y dijo que otorgará toda la información que requiera la Oficina de Combate a la Corrupción para que esclarezca esta situación, incluso sus cuentas bancarias y las de su esposa.
“Esta experiencia me deja claro que ‘alguien’ gasta mucho dinero en seguirme, en espiarme y en hostigarme, así lo dejó claro todo lo sucedido. No es normal que te sigan, no es normal que en días de descanso te fotografíen, no es normal que dichas fotografías estén perfectamente cuadradas para golpear la imagen de un funcionario y, con ello, lastimar la imagen de un gobierno”.
Más adelante, el funcionario señalado aseveró que “sentarse a la mesa con un empresario, que de forma honrada ha consolidado una posición en nuestra ciudad, no es ningún delito (…) ¿desde cuándo los empresarios son delincuentes? (…) que quede claro, yo como contralor, por mi ámbito de acción, no tengo facultades para influir en decisiones en materia de obras o construcción”.
Finalmente, este “espionaje” sobre el cual dijo que también se está aplicando a otros integrantes del gabinete (no puntualizó quién es el responsable), es resultado, afirmó, de las labores de la dependencia en el señalamiento de irregularidades durante la anterior gestión municipal, sobre las que ha denunciado ante distintas instancias 533.1
millones de pesos.
“Lo que a mí me pasó, y sin dejar de reconocer ante los tapatíos mi error, constituye el inicio público de una campaña de desprestigio en contra de un personaje, y da cuenta también, del tamaño del miedo de muchos ex funcionarios que, en ejercicio de su cargo, dejaron inconsistencias que hoy son investigadas y por las cuales tendrán que dar explicaciones”.
EL INFORMADOR / LUIS HERRERA
GUADALAJARA, JALISCO (06/DIC/2010).- El contralor municipal de
El funcionario informó que él y su esposa invitaron al viaje al empresario, Mauricio Romero Lugo, también con su pareja, pues son amigos desde hace siete años. Mintió y rechazó haber viajado a Las Vegas, dijo, pues lo “atemorizó” saberse sujeto, junto a su familia, de una labor de “espionaje”, de la que habrían resultado las fotografías publicadas en medios impresos:
“Todos indagaban y yo me asusté. Me atemoricé. No entendía cómo era posible que viajar a ver un concierto pudiera generar estas indagatorias; me sentí una vez más seguido, espiado, vulnerado en mi privacidad. No supe manejar la situación. Oculté mi estancia en Las Vegas y ése es un hecho por el cual me disculpo públicamente con la ciudadanía de Guadalajara. Por temor a que podrían seguirme espiando, intenté desviar su atención a Tucson, donde había estado la noche anterior. Puntualizo que mi ánimo siempre fue el de proteger a mi familia; a mi esposa. Para nosotros, como para cualquier otra familia, es fundamental el respeto a nuestra privacidad y es atemorizante pensar que, aun fuera del país, y sin estar haciendo nada ilegal, puedan seguirte con el afán de intimidarte y construir una historia sin fundamentos”.
Reconoció, sin embargo, que viajó en el avión de su otro amigo Diego Valencia, un empresario de la industria alimenticia, por lo que él y Romero Lugo sólo pagaron en partes iguales la turbosina.
Urrea Stettner, por lo tanto, sostiene no haber cometido ninguna ilegalidad, y dijo que otorgará toda la información que requiera la Oficina de Combate a la Corrupción para que esclarezca esta situación, incluso sus cuentas bancarias y las de su esposa.
“Esta experiencia me deja claro que ‘alguien’ gasta mucho dinero en seguirme, en espiarme y en hostigarme, así lo dejó claro todo lo sucedido. No es normal que te sigan, no es normal que en días de descanso te fotografíen, no es normal que dichas fotografías estén perfectamente cuadradas para golpear la imagen de un funcionario y, con ello, lastimar la imagen de un gobierno”.
Más adelante, el funcionario señalado aseveró que “sentarse a la mesa con un empresario, que de forma honrada ha consolidado una posición en nuestra ciudad, no es ningún delito (…) ¿desde cuándo los empresarios son delincuentes? (…) que quede claro, yo como contralor, por mi ámbito de acción, no tengo facultades para influir en decisiones en materia de obras o construcción”.
Finalmente, este “espionaje” sobre el cual dijo que también se está aplicando a otros integrantes del gabinete (no puntualizó quién es el responsable), es resultado, afirmó, de las labores de la dependencia en el señalamiento de irregularidades durante la anterior gestión municipal, sobre las que ha denunciado ante distintas instancias 533.1
millones de pesos.
“Lo que a mí me pasó, y sin dejar de reconocer ante los tapatíos mi error, constituye el inicio público de una campaña de desprestigio en contra de un personaje, y da cuenta también, del tamaño del miedo de muchos ex funcionarios que, en ejercicio de su cargo, dejaron inconsistencias que hoy son investigadas y por las cuales tendrán que dar explicaciones”.
EL INFORMADOR / LUIS HERRERA
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