Jalisco
Concluye año agitado en la Universidad de Guadalajara
Recursos insuficientes en su presupuesto, así como cuestionamientos hacia la labor de la Procuraduría estatal, se dieron este 2009 en la casa máxima de estudios
Universidad de Guadalajara (UdeG) se vio envuelta en dos pugnas con autoridades del
Gobierno del Estado.
La primera de ellas fue protagonizada por el rector, Marco Antonio Cortés Guardado, y el gobernador, Emilio González Márquez, en torno al presupuesto estatal asignado a la máxima casa de estudios de Jalisco para el siguiente año.
La segunda se trata de una guerra de declaraciones entre el abogado adjunto de la UdeG, Alfonso Partida Caballero, y el procurador del Estado, Tomás Coronado Olmos, en torno al asesinato del director de la Preparatoria No.7, y que más tarde la fiscalía vincularía con el intento de asesinato del chofer del ex rector, Raúl Padilla López, dos meses antes.
La pugna llevaría a la universidad a pedir la destitución del abogado de Jalisco, y la atracción del caso por parte de la justicia federal.
A todo esto, habría que añadir la repentina muerte del depuesto rector, Carlos Jorge Briseño Torres, que, aunado a la Feria Internacional del Libro, serían el preámbulo de un agitado fin de año para la dirigencia universitaria.
Carlos Briseño Torres fue encontrado muerto el pasado 19 de noviembre con un impacto de arma de fuego arriba de la sien, al interior del baño de su domicilio, ubicado en el número 698 de la calle San Armando, en el fraccionamiento Valle Real. Al momento del suceso, la esposa de Briseño Torres se encontraba en la casa.
Recientemente, ambos habían regresado de la Ciudad de México, donde el depuesto rector había recibido la negativa por parte de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) para reponerle su cargo al frente la universidad.
Briseño Torres fungió como rector de la Universidad de Guadalajara desde 2007 hasta el 29 de agosto del año pasado, cuando fue destituido en del Consejo General Universitario. Su juicio de amparo había sido desechado en octubre pasado en un tribunal estatal, y había promovido, sin éxito, que el caso fuera atraído por la SCJN.
Presupuesto 2010
Cinco días después de la muerte de Briseño Torres, el 24 de noviembre, el rector general de la UdeG, Marco Antonio Cortés Guardado, convocó a una rueda de prensa donde manifestaba que los tres mil 192 millones 396 mil 370 pesos que el Gobierno estatal había etiquetado de subsidio ordinario 2010 para la universidad, eran insuficientes para satisfacer las crecientes necesidades de la casa de estudios.
El rector argumentaba que la propuesta de presupuesto del Ejecutivo estatal sólo contemplaba un incremento de 3.01%, es decir, tan sólo 96 millones de pesos (MDP) más que el presupuesto estatal del año pasado, que fue de tres mil 96 MDP. En ese sentido, el incremento ni siquiera reflejaba la variación inflacionaria, que de acuerdo con el informe anual publicado por el Banco de México el pasado 8 de octubre, era de 4.89%. Y debido a que el presupuesto se notifica antes del incremento salarial, la UdeG también exigía 4.25% adicional para el aumento directo al salario, y 1.25% en prestaciones no ligadas.
No obstante, los recursos para cubrir la variación inflacionaria, el incremento salarial y las prestaciones no ligadas, tan sólo serían la punta del iceberg de las demandas universitarias planteadas en esa rueda de prensa. En suma, señalaba el rector, para combatir el rezago educativo a nivel medio superior y superior, y para no tener un decremento real para el próximo año, la UdeG requeriría un total de cinco mil 351 millones 202 mil 70 pesos, es decir, casi dos mil 159 MDP más que los contemplados en la propuesta original de presupuesto.
Tres días después, el viernes 27 de noviembre, Cortés Guardado y el gobernador, Emilio González Márquez, se entrevistaban en Casa Jalisco. Al término de la reunión, el titular del Ejecutivo anunciaba que solicitaría al Congreso local le fuera aprobada una nueva deuda por 80 MDP para incrementar en 3.0% el presupuesto de la universidad. 50 de esos 80 MDP adicionales se destinarían para la construcción de preparatorias, y los 30 millones restantes a las obras de las nuevas instalaciones del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH).
Ambos parecían satisfechos con el acuerdo alcanzado. El rector reconocía el “esfuerzo” que hacía el gobernador, y éste último pomposamente declaraba que el presupuesto que su administración había destinado a la UdeG se había ido incrementando año con año, y que para 2010 su Gobierno había presupuestado 737 MDP más que la administración anterior.
No obstante, durante el transcurso del día algo más habría sucedido. Esa misma noche Cortés Guardado convocaba nuevamente a los medios de comunicación. Aclaraba que la universidad nunca quedó conforme con los 80 MDP adicionales anunciados en Casa Jalisco esa misma mañana. También reprochaba la actitud de González Márquez de querer condicionar dicho incremento a la aprobación de la deuda por parte del Congreso del Estado.
Dos días después, el domingo 29, a través de un comunicado, de nueva cuenta la UdeG solicitaba más recursos. Resaltaba el incremento de 11% etiquetado por la federación al presupuesto a la universidad para 2010 (6% de incremento en términos reales), “en manifiesto contraste” con el trato que le estaba otorgando el Ejecutivo del Estado.
Señalaba que Jalisco recibirá en 2010 recursos federales extraordinarios por aproximadamente 13 mil MDP, lo que junto con el monto de la deuda solicitada por el Ejecutivo estatal, daba solidez a las finanzas públicas del Estado, situación que permitiría un incremento presupuestal superior al propuesto por el gobernador.
El comunicado expresaba que la universidad tampoco podía asumir que el aumento de 3.01% propuesto por González Márquez para la casa de estudios cerrara la posibilidad de nuevos incrementos, porque el presupuesto estaba por discutirse en el Congreso de Jalisco, órgano facultado para la redistribución de recursos.
La mañana siguiente, de gira por el municipio de Mazamitla, el gobernador se mostraba sorprendido por el comunicado emitido por la UdeG. Reiteraba que para el próximo año, pese a que las dependencias gubernamentales estaban registrando una disminución presupuestaría de 2%, a la máxima casa de estudios de Jalisco se le estaba dando un incremento del cinco por ciento.
El martes primero de diciembre, en rueda de prensa, Cortés Guardado respondía a González Márquez: “Él dice que le extraña que le hayamos agradecido y luego digamos que queremos más recursos. Es como si tu novia te regala un anillo y luego el anillo no te queda; bueno, pues le das las gracias por el anillo, pero el anillo no te quedó, necesitas un anillo más grande. Me extraña que le extrañe, sinceramente, está muy claro”.
Reiteraba que lo que la universidad estaba solicitando es que el Ejecutivo estatal al menos le diera el mismo trato brindado por la federación, otorgándole un incremento presupuestal de entre 12 y 13 %, lo que significaría una cantidad de entre 300 y 400 millones de pesos adicionales a la propuesta original de tres mil 192 MDP hecha por el gobernador.
No obstante, dos días después, ante integrantes de la Junta de Coordinación Política del Congreso del Estado, el rector de la UdeG modificaba de 400 a 620 MDP la cantidad adicional solicitada para hacer frente a las necesidades de la casa de estudios. De este recurso, explicaba, 320 millones serían para infraestructura educativa, y el resto se agregaría como gasto ordinario para el ejercicio 2010.
Cortés Guardado destacaba la voluntad existente por parte de los legisladores para “atender la solicitud” universitaria. Agregaba que serían los propios diputados quienes determinarían si los recursos saldrían vía deuda, o modificando el gasto proyecto para el próximo año, y pedía “no ser más moneda de cambio” para la aprobación presupuestal, refiriéndose al anuncio del gobernador, en el sentido de que sólo habría recursos extraordinarios para la UdeG si se aprobaba un empréstito para el Estado.
Finalmente, el miércoles 9 de diciembre, tras una larga discusión entre los coordinadores parlamentarios del , Juan Carlos Castellanos, y del , Jorge Salinas Osornio, en torno al Presupuesto de Egresos 2010 para Jalisco, quedaban fuera los 620 MDP adicionales para la universidad que solicitaba el rector, y con ello la posibilidad de que a la casa de estudios le fuera etiquetado un presupuesto más amplio.
Pugna por atentados
Desestiman labor de la Procuraduría estatal
El jueves 10 de diciembre, tan sólo un día después de que los diputados dejaban fuera del Presupuesto de Egresos del próximo año los recursos adicionales solicitados por la UdeG, el director de la Preparatoria 7, Fernando González Sandoval, era asesinado mientras circulaba en su vehículo tipo Jetta, en color plata, sobre la Avenida Pablo Neruda, casi a su cruce con Patria, en el municipio de Zapopan.
Según testigos, dos sujetos a bordo de una camioneta tipo pick up, Ford F-150, de color blanco, lo interceptaron, efectuándole varios disparos de arma de fuego. Acto seguido, de la camioneta descendió uno de los dos ocupantes, se aproximó al automóvil y volvió a accionar un arma en contra del funcionario, quien murió minutos después de la agresión en el lugar de los hechos.
Junto con González Sandoval viajaba una mujer de aproximadamente 30 años de edad, quien iba al volante del automotor.
Tras un fuerte dispositivo de seguridad, se lograba dar con un sujeto de nombre Iván López Gómez, de 28 años de edad, quien quedó en calidad de detenido, por haber sido reconocido plenamente por la acompañante de González Sandoval.
Esa misma noche, mediante un comunicado, los miembros de la comunidad universitaria condenaban “enérgicamente” las circunstancias en que perdiera la vida el director de la Preparatoria 7. Exigían a las autoridades el pronto esclarecimiento de los hechos y un “severo” castigo para los responsables.
Un día después, a través de otro comunicado, el rector Marco Antonio Cortés Guardado traía nuevamente a la discusión el intento de asesinato en contra de Andrés González Negrete, trabajador de la universidad y chofer del ex rector Raúl Padilla López, y quien fuera agredido el pasado 26 de octubre con arma de fuego en el cruce de Avenida Inglaterra y la calle Autlán, en el municipio de Guadalajara.
En ese comunicado el rector expresaba su preocupación ante las muestras de negligencia, la deficiente investigación y la falta de resultados por parte de la Procuraduría estatal, a la que reclamaba el hecho de que el agredido había señalado al presunto responsable el mismo día del atentado y que, no obstante, la actuación de la fiscalía había sido nula.
Finalmente, el comunicado señalaba que la UdeG valoraba pedir la intervención de la justicia federal “ante lo delicado del asunto, y para asegurar que se indaguen a fondo todas las implicaciones que pudieran tener los acontecimientos, y en consecuencia, se garantice el castigo a los responsables. Nos interesa que se haga plena justicia y que se disipe el clima de incertidumbre que se puede generar en el seno de la máxima casa de estudios de Jalisco”.
Esa misma tarde, el procurador del Estado, Tomás Coronado Olmos, se comprometía a realizar una investigación responsable y transparente de cada uno de los casos. Detallaba que en las próximas horas se entregaría un informe del avance que tenía cada investigación.
Anunciaba que se tenían identificados a los agresores de González Negrete, pero por sigilo, los datos no podían darse a conocer para evitar interferir en el proceso de las indagatorias.
El primer fiscal también resaltaba el hecho de que no se podía descartar ninguna prueba de cualquiera de los dos eventos que se habían presentado, y que involucraban a personal de la casa de estudios, pero dejaba en claro que no todo podía vincularse con las actividades de los grupos universitarios.
El lunes 14, en rueda de prensa, a nombre de la Universidad de Guadalajara, Francisco Javier Peña Razo, abogado general, desestimaba las investigaciones realizadas por la Procuraduría General de Justicia del Estado en torno al atentado sufrido por González Negrete el pasado 26 de octubre, y en torno a la ejecución del director de la Preparatoria No.7, González Sandoval, el jueves 10.
Peña Razo explicaba que el sábado 12 de diciembre elementos de la Procuraduría irrumpieron en el domicilio de González Negrete, a quien habrían obligado a firmar unos papeles sin antes haberle dado la oportunidad de leerlos. Según explicaba el abogado, esa misma noche González Negrete presentó una denuncia en la oficina del Ministerio Público adscrita al puesto de socorros de la Cruz Verde “Leonardo Oliva”, en que se describía la forma como sucedió la irrupción.
En ese mismo lugar, Alfonso Partida Caballero, investigador de la División de Asuntos Jurídicos de la UdeG, y director de la Preparatoria 14, responsabilizaba al procurador Coronado Olmos de las omisiones en la investigación de Andrés González Negrete, y solicitaba una vez más la atracción del caso por parte de la justicia federal, porque explicaba: “No existe la confianza suficiente en esta institución (Procuraduría estatal) y a estas personas”.
Un día después, el martes 15 de diciembre, en conferencia de prensa, el procurador de Justicia del Estado, Tomás Coronado Olmos, aseguraba que el asesinato del director de la Preparatoria 7 y el atentado sufrido por el chofer del ex rector Raúl Padilla López tenían relación. Además serían dos ex escoltas de Padilla López, los hermanos José Richard y Gustavo Mancilla Valdez, quienes estarían detrás de ambos crímenes.
Refirió que González Negrete tenía amistad con González Sandoval, por lo que comenzó a colaborar en las indagatorias que hacía la Procuraduría para dar con los responsables del atentado contra el chofer, pero los ex escoltas de Padilla López se dieron cuenta de esa presunta colaboración y decidieron atentar contra la vida de González Sandoval.
Finalmente, el viernes 18, Alfonso Partida Caballero retaba a Coronado Olmos a separarse del cargo para permitir las investigaciones en torno al atentado sufrido por González Negrete, y al asesinato de González Sandoval.
Señalaba que tras analizar las averiguaciones previas que se abrieron por ambos crímenes, se podía deducir que, contrario a lo que intentaba demostrar el procurador, ambos casos no tenían relación causal. Aseguraba que la hipótesis de Coronado Olmos se quedaba sin sustento al comprobarse que González Sandoval no fue testigo ocular del intento de asesinato de González Negrete, y que el supuesto móvil del atentado (la envida de los escoltas hacia el chofer de Raúl Padilla) era débil, al no existir antecedentes de disputas entre escoltas y chofer.
Partida caballero también exigía a Fernando Guzmán Pérez Peláez, secretario general de Gobierno, “sacar las manos” de las indagatorias. Aseguraba que de seguir permitiendo irregularidades en ambos casos, Pérez Peláez sería cómplice de “la ineptitud de Coronado Olmos”, quien habría permitido anomalías, inconsistencias y falsedades en ambos procesos.
Una vez más, exigía al Gobierno del Estado sustraer ambos casos de la Procuraduría local para que fuese la Procuraduría General de la República (PGR) la dependencia que atrajera las investigaciones.
Cronología
19 de noviembre
El rector depuesto de la UdeG, Carlos Briseño Torres, fue encontrado muerto en su casa.
24 de noviembre
El rector de la UdeG, Marco Antonio Cortés Guardado, manifestaba, en rueda de prensa, su inconformidad con el presupuesto etiquetado para el próximo año para la máxima casa de estudios, el cual era de tres mil 192 millones 396 mil 370 pesos.
27 de noviembre
Marco Antonio Cortés Guardado y el gobernador del Estado, Emilio González Márquez, se reunieron en Casa Jalisco, donde el mandatario estatal anunció que solicitaría al Congreso una nueva deuda para incrementar 80 millones de pesos el presupuesto para la UdeG. Ese mismo día Cortés Guardado aseguraba que nunca estuvo de acuerdo con la propuesta del gobernador.
29 de noviembre
Mediante un comunicado de prensa, la UdeG solicitaba más recursos, argumentando el monto extraordinario que le otorgaría la federación al Estado, de aproximadamente 13 mil millones de pesos.
1 de diciembre
En rueda de prensa, el rector de la UdeG señaló que el incremento adicional solicitado para el presupuesto de 2010 era de entre 300 y 400 millones de pesos.
3 de diciembre
De nueva cuenta Cortés Guardado modificó la cifra, ahora solicitaba de 400 a 600 millones de pesos adicionales para la casa de estudios.
9 de diciembre
No se aprobó la nueva deuda para Jalisco en el Congreso del Estado, por lo que la cantidad solicitada para la UdeG quedó descartada.
10 de diciembre
Fue asesinado el director de la Preparatoria No.7, Fernando González Sandoval.
11 de diciembre
Marco Antonio Cortés Guardado expresaba su preocupación, a través de un comunicado, por la deficiente investigación de la Procuraduría del Estado.
14 de diciembre
El abogado general de la UdeG, Francisco Javier Peña Razo, desestimaba las investigaciones realizadas por la Procuraduría General de Justicia del Estado.
Textos: Rafael Zapata
GUADALAJARA, JALISCO.- Durante el último trimestre del año que está por concluir, la dirigencia de la
La primera de ellas fue protagonizada por el rector, Marco Antonio Cortés Guardado, y el gobernador, Emilio González Márquez, en torno al presupuesto estatal asignado a la máxima casa de estudios de Jalisco para el siguiente año.
La segunda se trata de una guerra de declaraciones entre el abogado adjunto de la UdeG, Alfonso Partida Caballero, y el procurador del Estado, Tomás Coronado Olmos, en torno al asesinato del director de la Preparatoria No.7, y que más tarde la fiscalía vincularía con el intento de asesinato del chofer del ex rector, Raúl Padilla López, dos meses antes.
La pugna llevaría a la universidad a pedir la destitución del abogado de Jalisco, y la atracción del caso por parte de la justicia federal.
A todo esto, habría que añadir la repentina muerte del depuesto rector, Carlos Jorge Briseño Torres, que, aunado a la Feria Internacional del Libro, serían el preámbulo de un agitado fin de año para la dirigencia universitaria.
Carlos Briseño Torres fue encontrado muerto el pasado 19 de noviembre con un impacto de arma de fuego arriba de la sien, al interior del baño de su domicilio, ubicado en el número 698 de la calle San Armando, en el fraccionamiento Valle Real. Al momento del suceso, la esposa de Briseño Torres se encontraba en la casa.
Recientemente, ambos habían regresado de la Ciudad de México, donde el depuesto rector había recibido la negativa por parte de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) para reponerle su cargo al frente la universidad.
Briseño Torres fungió como rector de la Universidad de Guadalajara desde 2007 hasta el 29 de agosto del año pasado, cuando fue destituido en del Consejo General Universitario. Su juicio de amparo había sido desechado en octubre pasado en un tribunal estatal, y había promovido, sin éxito, que el caso fuera atraído por la SCJN.
Presupuesto 2010
Cinco días después de la muerte de Briseño Torres, el 24 de noviembre, el rector general de la UdeG, Marco Antonio Cortés Guardado, convocó a una rueda de prensa donde manifestaba que los tres mil 192 millones 396 mil 370 pesos que el Gobierno estatal había etiquetado de subsidio ordinario 2010 para la universidad, eran insuficientes para satisfacer las crecientes necesidades de la casa de estudios.
El rector argumentaba que la propuesta de presupuesto del Ejecutivo estatal sólo contemplaba un incremento de 3.01%, es decir, tan sólo 96 millones de pesos (MDP) más que el presupuesto estatal del año pasado, que fue de tres mil 96 MDP. En ese sentido, el incremento ni siquiera reflejaba la variación inflacionaria, que de acuerdo con el informe anual publicado por el Banco de México el pasado 8 de octubre, era de 4.89%. Y debido a que el presupuesto se notifica antes del incremento salarial, la UdeG también exigía 4.25% adicional para el aumento directo al salario, y 1.25% en prestaciones no ligadas.
No obstante, los recursos para cubrir la variación inflacionaria, el incremento salarial y las prestaciones no ligadas, tan sólo serían la punta del iceberg de las demandas universitarias planteadas en esa rueda de prensa. En suma, señalaba el rector, para combatir el rezago educativo a nivel medio superior y superior, y para no tener un decremento real para el próximo año, la UdeG requeriría un total de cinco mil 351 millones 202 mil 70 pesos, es decir, casi dos mil 159 MDP más que los contemplados en la propuesta original de presupuesto.
Tres días después, el viernes 27 de noviembre, Cortés Guardado y el gobernador, Emilio González Márquez, se entrevistaban en Casa Jalisco. Al término de la reunión, el titular del Ejecutivo anunciaba que solicitaría al Congreso local le fuera aprobada una nueva deuda por 80 MDP para incrementar en 3.0% el presupuesto de la universidad. 50 de esos 80 MDP adicionales se destinarían para la construcción de preparatorias, y los 30 millones restantes a las obras de las nuevas instalaciones del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH).
Ambos parecían satisfechos con el acuerdo alcanzado. El rector reconocía el “esfuerzo” que hacía el gobernador, y éste último pomposamente declaraba que el presupuesto que su administración había destinado a la UdeG se había ido incrementando año con año, y que para 2010 su Gobierno había presupuestado 737 MDP más que la administración anterior.
No obstante, durante el transcurso del día algo más habría sucedido. Esa misma noche Cortés Guardado convocaba nuevamente a los medios de comunicación. Aclaraba que la universidad nunca quedó conforme con los 80 MDP adicionales anunciados en Casa Jalisco esa misma mañana. También reprochaba la actitud de González Márquez de querer condicionar dicho incremento a la aprobación de la deuda por parte del Congreso del Estado.
Dos días después, el domingo 29, a través de un comunicado, de nueva cuenta la UdeG solicitaba más recursos. Resaltaba el incremento de 11% etiquetado por la federación al presupuesto a la universidad para 2010 (6% de incremento en términos reales), “en manifiesto contraste” con el trato que le estaba otorgando el Ejecutivo del Estado.
Señalaba que Jalisco recibirá en 2010 recursos federales extraordinarios por aproximadamente 13 mil MDP, lo que junto con el monto de la deuda solicitada por el Ejecutivo estatal, daba solidez a las finanzas públicas del Estado, situación que permitiría un incremento presupuestal superior al propuesto por el gobernador.
El comunicado expresaba que la universidad tampoco podía asumir que el aumento de 3.01% propuesto por González Márquez para la casa de estudios cerrara la posibilidad de nuevos incrementos, porque el presupuesto estaba por discutirse en el Congreso de Jalisco, órgano facultado para la redistribución de recursos.
La mañana siguiente, de gira por el municipio de Mazamitla, el gobernador se mostraba sorprendido por el comunicado emitido por la UdeG. Reiteraba que para el próximo año, pese a que las dependencias gubernamentales estaban registrando una disminución presupuestaría de 2%, a la máxima casa de estudios de Jalisco se le estaba dando un incremento del cinco por ciento.
El martes primero de diciembre, en rueda de prensa, Cortés Guardado respondía a González Márquez: “Él dice que le extraña que le hayamos agradecido y luego digamos que queremos más recursos. Es como si tu novia te regala un anillo y luego el anillo no te queda; bueno, pues le das las gracias por el anillo, pero el anillo no te quedó, necesitas un anillo más grande. Me extraña que le extrañe, sinceramente, está muy claro”.
Reiteraba que lo que la universidad estaba solicitando es que el Ejecutivo estatal al menos le diera el mismo trato brindado por la federación, otorgándole un incremento presupuestal de entre 12 y 13 %, lo que significaría una cantidad de entre 300 y 400 millones de pesos adicionales a la propuesta original de tres mil 192 MDP hecha por el gobernador.
No obstante, dos días después, ante integrantes de la Junta de Coordinación Política del Congreso del Estado, el rector de la UdeG modificaba de 400 a 620 MDP la cantidad adicional solicitada para hacer frente a las necesidades de la casa de estudios. De este recurso, explicaba, 320 millones serían para infraestructura educativa, y el resto se agregaría como gasto ordinario para el ejercicio 2010.
Cortés Guardado destacaba la voluntad existente por parte de los legisladores para “atender la solicitud” universitaria. Agregaba que serían los propios diputados quienes determinarían si los recursos saldrían vía deuda, o modificando el gasto proyecto para el próximo año, y pedía “no ser más moneda de cambio” para la aprobación presupuestal, refiriéndose al anuncio del gobernador, en el sentido de que sólo habría recursos extraordinarios para la UdeG si se aprobaba un empréstito para el Estado.
Finalmente, el miércoles 9 de diciembre, tras una larga discusión entre los coordinadores parlamentarios del , Juan Carlos Castellanos, y del , Jorge Salinas Osornio, en torno al Presupuesto de Egresos 2010 para Jalisco, quedaban fuera los 620 MDP adicionales para la universidad que solicitaba el rector, y con ello la posibilidad de que a la casa de estudios le fuera etiquetado un presupuesto más amplio.
Pugna por atentados
Desestiman labor de la Procuraduría estatal
El jueves 10 de diciembre, tan sólo un día después de que los diputados dejaban fuera del Presupuesto de Egresos del próximo año los recursos adicionales solicitados por la UdeG, el director de la Preparatoria 7, Fernando González Sandoval, era asesinado mientras circulaba en su vehículo tipo Jetta, en color plata, sobre la Avenida Pablo Neruda, casi a su cruce con Patria, en el municipio de Zapopan.
Según testigos, dos sujetos a bordo de una camioneta tipo pick up, Ford F-150, de color blanco, lo interceptaron, efectuándole varios disparos de arma de fuego. Acto seguido, de la camioneta descendió uno de los dos ocupantes, se aproximó al automóvil y volvió a accionar un arma en contra del funcionario, quien murió minutos después de la agresión en el lugar de los hechos.
Junto con González Sandoval viajaba una mujer de aproximadamente 30 años de edad, quien iba al volante del automotor.
Tras un fuerte dispositivo de seguridad, se lograba dar con un sujeto de nombre Iván López Gómez, de 28 años de edad, quien quedó en calidad de detenido, por haber sido reconocido plenamente por la acompañante de González Sandoval.
Esa misma noche, mediante un comunicado, los miembros de la comunidad universitaria condenaban “enérgicamente” las circunstancias en que perdiera la vida el director de la Preparatoria 7. Exigían a las autoridades el pronto esclarecimiento de los hechos y un “severo” castigo para los responsables.
Un día después, a través de otro comunicado, el rector Marco Antonio Cortés Guardado traía nuevamente a la discusión el intento de asesinato en contra de Andrés González Negrete, trabajador de la universidad y chofer del ex rector Raúl Padilla López, y quien fuera agredido el pasado 26 de octubre con arma de fuego en el cruce de Avenida Inglaterra y la calle Autlán, en el municipio de Guadalajara.
En ese comunicado el rector expresaba su preocupación ante las muestras de negligencia, la deficiente investigación y la falta de resultados por parte de la Procuraduría estatal, a la que reclamaba el hecho de que el agredido había señalado al presunto responsable el mismo día del atentado y que, no obstante, la actuación de la fiscalía había sido nula.
Finalmente, el comunicado señalaba que la UdeG valoraba pedir la intervención de la justicia federal “ante lo delicado del asunto, y para asegurar que se indaguen a fondo todas las implicaciones que pudieran tener los acontecimientos, y en consecuencia, se garantice el castigo a los responsables. Nos interesa que se haga plena justicia y que se disipe el clima de incertidumbre que se puede generar en el seno de la máxima casa de estudios de Jalisco”.
Esa misma tarde, el procurador del Estado, Tomás Coronado Olmos, se comprometía a realizar una investigación responsable y transparente de cada uno de los casos. Detallaba que en las próximas horas se entregaría un informe del avance que tenía cada investigación.
Anunciaba que se tenían identificados a los agresores de González Negrete, pero por sigilo, los datos no podían darse a conocer para evitar interferir en el proceso de las indagatorias.
El primer fiscal también resaltaba el hecho de que no se podía descartar ninguna prueba de cualquiera de los dos eventos que se habían presentado, y que involucraban a personal de la casa de estudios, pero dejaba en claro que no todo podía vincularse con las actividades de los grupos universitarios.
El lunes 14, en rueda de prensa, a nombre de la Universidad de Guadalajara, Francisco Javier Peña Razo, abogado general, desestimaba las investigaciones realizadas por la Procuraduría General de Justicia del Estado en torno al atentado sufrido por González Negrete el pasado 26 de octubre, y en torno a la ejecución del director de la Preparatoria No.7, González Sandoval, el jueves 10.
Peña Razo explicaba que el sábado 12 de diciembre elementos de la Procuraduría irrumpieron en el domicilio de González Negrete, a quien habrían obligado a firmar unos papeles sin antes haberle dado la oportunidad de leerlos. Según explicaba el abogado, esa misma noche González Negrete presentó una denuncia en la oficina del Ministerio Público adscrita al puesto de socorros de la Cruz Verde “Leonardo Oliva”, en que se describía la forma como sucedió la irrupción.
En ese mismo lugar, Alfonso Partida Caballero, investigador de la División de Asuntos Jurídicos de la UdeG, y director de la Preparatoria 14, responsabilizaba al procurador Coronado Olmos de las omisiones en la investigación de Andrés González Negrete, y solicitaba una vez más la atracción del caso por parte de la justicia federal, porque explicaba: “No existe la confianza suficiente en esta institución (Procuraduría estatal) y a estas personas”.
Un día después, el martes 15 de diciembre, en conferencia de prensa, el procurador de Justicia del Estado, Tomás Coronado Olmos, aseguraba que el asesinato del director de la Preparatoria 7 y el atentado sufrido por el chofer del ex rector Raúl Padilla López tenían relación. Además serían dos ex escoltas de Padilla López, los hermanos José Richard y Gustavo Mancilla Valdez, quienes estarían detrás de ambos crímenes.
Refirió que González Negrete tenía amistad con González Sandoval, por lo que comenzó a colaborar en las indagatorias que hacía la Procuraduría para dar con los responsables del atentado contra el chofer, pero los ex escoltas de Padilla López se dieron cuenta de esa presunta colaboración y decidieron atentar contra la vida de González Sandoval.
Finalmente, el viernes 18, Alfonso Partida Caballero retaba a Coronado Olmos a separarse del cargo para permitir las investigaciones en torno al atentado sufrido por González Negrete, y al asesinato de González Sandoval.
Señalaba que tras analizar las averiguaciones previas que se abrieron por ambos crímenes, se podía deducir que, contrario a lo que intentaba demostrar el procurador, ambos casos no tenían relación causal. Aseguraba que la hipótesis de Coronado Olmos se quedaba sin sustento al comprobarse que González Sandoval no fue testigo ocular del intento de asesinato de González Negrete, y que el supuesto móvil del atentado (la envida de los escoltas hacia el chofer de Raúl Padilla) era débil, al no existir antecedentes de disputas entre escoltas y chofer.
Partida caballero también exigía a Fernando Guzmán Pérez Peláez, secretario general de Gobierno, “sacar las manos” de las indagatorias. Aseguraba que de seguir permitiendo irregularidades en ambos casos, Pérez Peláez sería cómplice de “la ineptitud de Coronado Olmos”, quien habría permitido anomalías, inconsistencias y falsedades en ambos procesos.
Una vez más, exigía al Gobierno del Estado sustraer ambos casos de la Procuraduría local para que fuese la Procuraduría General de la República (PGR) la dependencia que atrajera las investigaciones.
Cronología
19 de noviembre
El rector depuesto de la UdeG, Carlos Briseño Torres, fue encontrado muerto en su casa.
24 de noviembre
El rector de la UdeG, Marco Antonio Cortés Guardado, manifestaba, en rueda de prensa, su inconformidad con el presupuesto etiquetado para el próximo año para la máxima casa de estudios, el cual era de tres mil 192 millones 396 mil 370 pesos.
27 de noviembre
Marco Antonio Cortés Guardado y el gobernador del Estado, Emilio González Márquez, se reunieron en Casa Jalisco, donde el mandatario estatal anunció que solicitaría al Congreso una nueva deuda para incrementar 80 millones de pesos el presupuesto para la UdeG. Ese mismo día Cortés Guardado aseguraba que nunca estuvo de acuerdo con la propuesta del gobernador.
29 de noviembre
Mediante un comunicado de prensa, la UdeG solicitaba más recursos, argumentando el monto extraordinario que le otorgaría la federación al Estado, de aproximadamente 13 mil millones de pesos.
1 de diciembre
En rueda de prensa, el rector de la UdeG señaló que el incremento adicional solicitado para el presupuesto de 2010 era de entre 300 y 400 millones de pesos.
3 de diciembre
De nueva cuenta Cortés Guardado modificó la cifra, ahora solicitaba de 400 a 600 millones de pesos adicionales para la casa de estudios.
9 de diciembre
No se aprobó la nueva deuda para Jalisco en el Congreso del Estado, por lo que la cantidad solicitada para la UdeG quedó descartada.
10 de diciembre
Fue asesinado el director de la Preparatoria No.7, Fernando González Sandoval.
11 de diciembre
Marco Antonio Cortés Guardado expresaba su preocupación, a través de un comunicado, por la deficiente investigación de la Procuraduría del Estado.
14 de diciembre
El abogado general de la UdeG, Francisco Javier Peña Razo, desestimaba las investigaciones realizadas por la Procuraduría General de Justicia del Estado.
Textos: Rafael Zapata
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