Jalisco
Conceden acceso a matrimonio a una pareja de mujeres en Guadalajara
Juez federal avaló matrimonio entre dos mujeres en Guadalajara, por lo que la pareja pide al Ayuntamiento que acate la instrucción
GUADALAJARA, JALISCO (13/SEP/2013).- Agarraba la cobija y se cubría la cara; esa mañana, del 8 de marzo pasado, a Martha Zandoval Blanco le entró un repentino pánico y no se quería levantar de su cama. Su pareja, Zaira Viridiana de la O Gómez, la animaba: "Vamos, hay que seguir con esto". Se arreglaron y acudieron a casarse al Registro Civil 1 de Guadalajara.
La oficina se abarrotó de amigos y medios. Conforme se dio lectura a la petición de matrimonio, en la pareja se removían sensaciones de nervio e incertidumbre, que llegan con los retos. Ahora la emoción cambia por la satisfacción de los logros. Martha y Zaira están a un paso de poder casarse en esta ciudad.
En ese intento, la pareja ya prevenía que la respuesta iba a ser negativa, pero parte del reto era pararse a apelar por el derecho de matrimonio. Después continuaron con el proceso legal, metieron un amparo para revertir la negativa del Registro Civil y el acceso al matrimonio lo concedió el Juzgado Cuarto de Distrito en Materia Civil de Jalisco. Las autoridades municipales deben acatar la orden federal, y al explicar esto, a Zaira no le cabe la sonrisa.
Sí, el papel que acredita un matrimonio lleva intrínseco un paquete de derechos, pero además de estar respaldadas civilmente como pareja, Martha y Zaira tienen un motivo fuerte que velar, quieren protección para su hija Sabina.
Su bebé las acompaña a anunciar ante los medios que la autoridad federal resolvió a su favor el acceso al derecho y que es un precedente para que el matrimonio sea interpretado como una figura "entre personas", como propone el juez en la solución. Para cuando pasaron ya tres entrevistas y cuatro sesiones de fotos, Sabina mueve sus extremidades de un lado para otro y con gritos y barullos se hace entender en la plática.
Una mamá calma a la niña, y luego se la pasa a la otra para continuar con las anécdotas: Sabina no soporta pasar el día de descanso de la pareja encerrada en casa. Ya le conocen el modo, comienzan los movimientos inquietos, gritos y luego, llanto. Los domingos, cuando Martha no asiste a su tienda de abarrotes y Zaira a la empresa de ventas donde labora, las tres pasan su día familiar.
La lucha por el reconocimiento de los derechos implica que se les reconozca con igualdad aunque sean una pareja de personas del mismo sexo, eso conlleva también poder registrar a Sabina. La orden ya está desde la voz federal, falta que las autoridades municipales acaten dar acceso al matrimonio a la pareja de mujeres; también son personas, también tienen derechos.
La frase
"Esta sentencia es el resultado de mucho esfuerzo y el resultado de muchos sueños de muchas parejas que están en la misma situación que nosotras, sabemos que este es el primer paso y vienen muchas parejas atrás".
EL INFORMADOR/ ALEJANDRA PEDROZA
La oficina se abarrotó de amigos y medios. Conforme se dio lectura a la petición de matrimonio, en la pareja se removían sensaciones de nervio e incertidumbre, que llegan con los retos. Ahora la emoción cambia por la satisfacción de los logros. Martha y Zaira están a un paso de poder casarse en esta ciudad.
En ese intento, la pareja ya prevenía que la respuesta iba a ser negativa, pero parte del reto era pararse a apelar por el derecho de matrimonio. Después continuaron con el proceso legal, metieron un amparo para revertir la negativa del Registro Civil y el acceso al matrimonio lo concedió el Juzgado Cuarto de Distrito en Materia Civil de Jalisco. Las autoridades municipales deben acatar la orden federal, y al explicar esto, a Zaira no le cabe la sonrisa.
Sí, el papel que acredita un matrimonio lleva intrínseco un paquete de derechos, pero además de estar respaldadas civilmente como pareja, Martha y Zaira tienen un motivo fuerte que velar, quieren protección para su hija Sabina.
Su bebé las acompaña a anunciar ante los medios que la autoridad federal resolvió a su favor el acceso al derecho y que es un precedente para que el matrimonio sea interpretado como una figura "entre personas", como propone el juez en la solución. Para cuando pasaron ya tres entrevistas y cuatro sesiones de fotos, Sabina mueve sus extremidades de un lado para otro y con gritos y barullos se hace entender en la plática.
Una mamá calma a la niña, y luego se la pasa a la otra para continuar con las anécdotas: Sabina no soporta pasar el día de descanso de la pareja encerrada en casa. Ya le conocen el modo, comienzan los movimientos inquietos, gritos y luego, llanto. Los domingos, cuando Martha no asiste a su tienda de abarrotes y Zaira a la empresa de ventas donde labora, las tres pasan su día familiar.
La lucha por el reconocimiento de los derechos implica que se les reconozca con igualdad aunque sean una pareja de personas del mismo sexo, eso conlleva también poder registrar a Sabina. La orden ya está desde la voz federal, falta que las autoridades municipales acaten dar acceso al matrimonio a la pareja de mujeres; también son personas, también tienen derechos.
La frase
"Esta sentencia es el resultado de mucho esfuerzo y el resultado de muchos sueños de muchas parejas que están en la misma situación que nosotras, sabemos que este es el primer paso y vienen muchas parejas atrás".
EL INFORMADOR/ ALEJANDRA PEDROZA
Síguenos en