Jalisco
Con nueva casa, Hilda protegerá a sus hijas de alacranes
La organización Techo apoya a familias de escasos recursos con viviendas pequeñas, pero sustentables y seguras
GUADALAJARA, JALISCO (26/JUN/2016).- Desde que la madre de Hilda Berenice Aguirre falleció, ella vive con su padre, Juan Jaime, y con sus tres hijas, Jessica Andrómeda, Alexandra Noemí y María Engracia Catarina.
La familia vive sólo de las pensiones del padre, de mil 500 pesos; y de lo que dejó la madre, mil 800 pesos mensuales. Por el terreno que compraron en El Zapote, en Tlajomulco de Zúñiga, pagan mil 500 pesos al mes, así que prácticamente no tienen recursos para fincarlo. Actualmente duermen en el suelo de tierra dentro de una covacha hecha con plástico, tubos y láminas de fibra de vidrio.
Es por ello que vieron con gusto la intervención de la organización Techo, dedicada a programas sociales, entre ellos la construcción de viviendas económicas fabricadas de materiales sintéticos. Es prácticamente un cuarto de 20 metros cuadrados pero impermeable y fresco; además, tiene piso para evitar que se meta el agua y los bichos rastreros.
“Más que nada aquí hay mucho alacrán y ahorita que empezaron las siembras aquí, acá, y allá atrás, empiezan a salir las víboras. Entonces sería algo más para proteger a las niñas, porque sí es peligroso”, comentó Hilda.
Si bien el proceso para que le construyan la casa (por la que se paga un costo simbólico de mil 500 pesos) requiere de asistir a juntas semanales durante unos cuatro meses, ya completado el trámite la casa es levantada en un fin de semana. Son voluntarios universitarios y los propios beneficiarios quienes la construyen. “Para mañana ya está”, dijo ansiosa.
La organización actualmente construye 20 fincas en colonias marginadas de la Zona Metropolitana.
La familia vive sólo de las pensiones del padre, de mil 500 pesos; y de lo que dejó la madre, mil 800 pesos mensuales. Por el terreno que compraron en El Zapote, en Tlajomulco de Zúñiga, pagan mil 500 pesos al mes, así que prácticamente no tienen recursos para fincarlo. Actualmente duermen en el suelo de tierra dentro de una covacha hecha con plástico, tubos y láminas de fibra de vidrio.
Es por ello que vieron con gusto la intervención de la organización Techo, dedicada a programas sociales, entre ellos la construcción de viviendas económicas fabricadas de materiales sintéticos. Es prácticamente un cuarto de 20 metros cuadrados pero impermeable y fresco; además, tiene piso para evitar que se meta el agua y los bichos rastreros.
“Más que nada aquí hay mucho alacrán y ahorita que empezaron las siembras aquí, acá, y allá atrás, empiezan a salir las víboras. Entonces sería algo más para proteger a las niñas, porque sí es peligroso”, comentó Hilda.
Si bien el proceso para que le construyan la casa (por la que se paga un costo simbólico de mil 500 pesos) requiere de asistir a juntas semanales durante unos cuatro meses, ya completado el trámite la casa es levantada en un fin de semana. Son voluntarios universitarios y los propios beneficiarios quienes la construyen. “Para mañana ya está”, dijo ansiosa.
La organización actualmente construye 20 fincas en colonias marginadas de la Zona Metropolitana.
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