Jalisco
Con mariachi, festeja a la ciudad que le regresó la salud
Elvira Ruis Castañeda nació en Zacatecas, pero el clima y la amabilidad de Guadalajara la volvieron tapatía
Como en toda fiesta de cumpleaños, la música, el pastel y los invitados se hicieron presentes en la Plaza Guadalajara, donde autoridades municipales y estatales celebraron a la ciudad.
Desde temprano, la gente comenzó a hacer fila para obtener uno de los cinco mil picones y un vaso con una porción de los 300 litros de chocolate caliente que repartió el Ayuntamiento tapatío.
Con su picón en la mano y un chocolate en la otra, Elvira Ruiz Castañeda festejó a la ciudad que, como ella misma dice, le devolvió la salud.
Elvira es originaria de Zacatecas y padece de hipertensión. Su médico le recomendó que se cambiara de lugar de residencia para mejorar su condición, y Guadalajara se convirtió en una de sus opciones.
Sin pensarlo mucho, ella y su esposo decidieron mudarse hace cinco años y, desde entonces, Elvira no ha padecido ningún problema de presión.
“Es muy bonita esta ciudad, me gusta el clima, la gente es muy amable y tiene muchas tradiciones; yo necesitaba vivir en una ciudad más baja, y aquí es más bajo que Zacatecas, además que el clima me beneficia, me siento muy a gusto”.
Para muchos de sus vecinos, la ciudad mantiene la amabilidad de sus habitantes y mantiene intocados varios símbolos materiales. El arquitecto Guillermo García Oropeza subraya que la Guadalajara del siglo XXI es una ciudad multirracial, multicultural y multiétnica.
Por eso Elvira, como cientos de personas, cantó Las Mañanitas al son del mariachi. Así festejó junto a otros muchos tapatíos por nacimiento o por adopción a su ciudad, la que ya tiene 473 primaveras.
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