Jalisco
Con carriolas vacías se manifiestan afuera de Palacio de Gobierno
“Maltrato infantil, abusos físicos, violaciones y descuidos de los padres son los argumentos utilizados por el organismo para sacar del seno familiar a los niños”, se quejan las madres
GUADALAJARA, JALISCO.- Frente a Palacio de Gobierno, sobre la calle Ramón Corona, madres abatidas denunciaron el despojo de sus hijos por parte del Consejo Estatal de Familia. La manifestación destacó por la presencia de 11 carriolas vacías, acompañadas por la grabación del llanto inconsolable de bebés.
“Maltrato infantil, abusos físicos, violaciones y descuidos de los padres son los argumentos utilizados por el organismo para sacar del seno familiar a los niños”, se quejan las madres.
Tal es el caso de Ana Paola Lizeth, quien fue separada del cobijo de su madre, luego de haber sido acusada de violación. “En 2007 fui a poner una denuncia a la Procuraduría y no se me dijo si la niña estaba dañada o no. Después de dos semanas fueron dos agentes a mi casa y me dijeron: ‘Señora, vamos a la delegación a que reafirme su declaración de la denuncia’. Y lo único que hicieron fue despojarme de la niña porque hasta me pidieron que llevara el acta de nacimiento, entonces me escondieron el acta; luego me dijeron que estaba violada y que yo había cometido tal acto. Por supuesto que yo no fui, no hubiera puesto la denuncia. De ahí, ellos se pusieron de acuerdo, hicieron una llamada y me quitaron a mi niña”, dijo afligida Silvia Georgina Tinoco, madre de la menor de cinco años.
Agregó que su hija tiene dos años y medio en los albergues del organismo, pero apenas este año la dejaron visitarla.
“Desde mayo pasado me dejaron verla cada 15 días, pero con la condición de que firme un escrito a favor de ellos. Y la verdad, para ver a la niña les firmo que está bien todo”.
Pero afirma que cuando visita a su pequeña en el albergue “Sueños y Esperanzas”, se la presentan desaseada y con ropa en malas condiciones.
María del Rosario Jáuregui de la Torre, quien tiene a sus nietas en el albergue “Nacidos para triunfar”, también habla de las presuntas anomalías: “A mis nietas me las golpearon y me las pelaron. ¿Hasta qué grado pueden llegar quienes las cuidan? Aunque sean niños, también tienen sentimientos. Cuando me las dejaban, salían con miedo a todo. Las amenazaban, las maltrataban, las golpeaban, las quemaban y me decían que era por accidente; incluso las encerraban en un cuarto oscuro y las dejaban sin comer”.
El director de Quejas de la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Jalisco (CEDHJ), Luis Arturo Jiménez, quien estuvo presente en el plantón organizado por “Carriolas Vacías”, reconoció que el caso está creciendo en los últimos dos años, ya que en el anterior se acumularon 18 quejas, mientras que en el presente, “que todavía no termina”, llevan 19 denuncias contra el Consejo Estatal de la Familia.
Las madres quejosas, algunas solteras y en el empleo informal, reconocen que es poco lo que ganan, pero suficiente para mantener a sus hijos, por lo que exigen les sean devueltos sus niños y la destitución de la titular del organismo, Claudia Corona.
“Maltrato infantil, abusos físicos, violaciones y descuidos de los padres son los argumentos utilizados por el organismo para sacar del seno familiar a los niños”, se quejan las madres.
Tal es el caso de Ana Paola Lizeth, quien fue separada del cobijo de su madre, luego de haber sido acusada de violación. “En 2007 fui a poner una denuncia a la Procuraduría y no se me dijo si la niña estaba dañada o no. Después de dos semanas fueron dos agentes a mi casa y me dijeron: ‘Señora, vamos a la delegación a que reafirme su declaración de la denuncia’. Y lo único que hicieron fue despojarme de la niña porque hasta me pidieron que llevara el acta de nacimiento, entonces me escondieron el acta; luego me dijeron que estaba violada y que yo había cometido tal acto. Por supuesto que yo no fui, no hubiera puesto la denuncia. De ahí, ellos se pusieron de acuerdo, hicieron una llamada y me quitaron a mi niña”, dijo afligida Silvia Georgina Tinoco, madre de la menor de cinco años.
Agregó que su hija tiene dos años y medio en los albergues del organismo, pero apenas este año la dejaron visitarla.
“Desde mayo pasado me dejaron verla cada 15 días, pero con la condición de que firme un escrito a favor de ellos. Y la verdad, para ver a la niña les firmo que está bien todo”.
Pero afirma que cuando visita a su pequeña en el albergue “Sueños y Esperanzas”, se la presentan desaseada y con ropa en malas condiciones.
María del Rosario Jáuregui de la Torre, quien tiene a sus nietas en el albergue “Nacidos para triunfar”, también habla de las presuntas anomalías: “A mis nietas me las golpearon y me las pelaron. ¿Hasta qué grado pueden llegar quienes las cuidan? Aunque sean niños, también tienen sentimientos. Cuando me las dejaban, salían con miedo a todo. Las amenazaban, las maltrataban, las golpeaban, las quemaban y me decían que era por accidente; incluso las encerraban en un cuarto oscuro y las dejaban sin comer”.
El director de Quejas de la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Jalisco (CEDHJ), Luis Arturo Jiménez, quien estuvo presente en el plantón organizado por “Carriolas Vacías”, reconoció que el caso está creciendo en los últimos dos años, ya que en el anterior se acumularon 18 quejas, mientras que en el presente, “que todavía no termina”, llevan 19 denuncias contra el Consejo Estatal de la Familia.
Las madres quejosas, algunas solteras y en el empleo informal, reconocen que es poco lo que ganan, pero suficiente para mantener a sus hijos, por lo que exigen les sean devueltos sus niños y la destitución de la titular del organismo, Claudia Corona.
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