Jalisco

Ciudadanos zombis toman las calles

Disfrazados como muertos vivientes, cinco mil tapatíos, recorrieron la zona centro de la ciudad

GUADALAJARA, JALISCO (27/OCT/2013).- Los ciudadanos zombis no se agrupan en el grito. Ni en las consignas. Mientras avanzan como un rebaño de ovejas sobre dos de los cuatro carriles de Avenida Hidalgo, sus acuerdos resaltan silenciosamente en los disfraces, en el lenguaje no verbal, en los rencorosos tajos que les atraviesan el cuerpo; en la voz gutural, de cascada trastumbando piedras, que los hace parte de una sana pantomima que en esta ocasión conjuntó a más de cinco mil personas, según informó Protección Civil Guadalajara.

A simple vista, la Marcha Zombi no parecía tener un fin ostensible, excepto el de demostrar que nuestra capacidad de apretujamiento urbano no sólo se manifiesta en las entrañas del transporte público, sino también en las marchas custodiadas por la autoridad. Se movió sin cortapisas por Avenida Vallarta, dobló en Enrique Díaz de León para terminar volcada sobre Hidalgo.

Solazándose en su única regla (a mayor efectividad en el diseño del disfraz, mayor número de fotos y fans momentáneos), la marcha provocó el enervamiento de automovilistas y peatones. Provocó ladridos de perros nerviosos; berridos de niños difíciles; risas de padres autoritarios; claxonazos y mentadas. Provocó también la rabia de una persona en situación de calle que, en los cruces de Avenida Hidalgo y Mariano de la Bárcena, confundió a la densa procesión con un ejército de diablos y diablas.   

—¡Diablos! —les gritó desde una esquina.  

—¡Cállese!— le contestó una voz aislada, escondida entre los racimos de zombis.

—¡El gobierno no nos quiere, diablos y diablas! ¡A bailar se ha dicho!
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