Jalisco
Cita en la ciudad
Por Alfredo Hidalgo Rasmussen
En Guadalajara hay por lo menos 10 escuelas de arquitectura, donde anualmente egresan alrededor de 1000 arquitectos, hay 5 colegios de arquitectos, además colegios de ingenieros y escuelas de donde egresan cientos de ingenieros que en la practica operan y se asumen como arquitectos. Pero además, súmele mercadólogos, abogados, empresarios, bachilleres, políticos y tantos otros que efectivamente, toman decisiones en el campo del urbanismo y la arquitectura sin ser expertos.
Estos miles de actores que de alguna manera inciden -o podrían hacerlo- sobre temas de arquitectura y urbanismo, conviven en una ciudad donde no nos hemos podido poner de acuerdo acerca de hacia dónde vamos. En nuestra ciudad, la cantidad de profesionales resulta inversamente proporcional a la calidad de los resultados. El asunto no está ausente de lógica: en cuanto a la producción de arquitectura, se apuesta a la cantidad y no a la calidad, en aspectos urbanos se privilegian intereses particulares sobre los colectivos sin respetar las normas, sin puntos de acuerdo básico; así imposible.
Todos hacemos y todos opinamos; pero lo hacemos mal y opinamos en voz baja. Al construir no estamos aportando nuevo patrimonio a la ciudad, no vale la pena lo que se hace; los comentarios no son de frente, la voz baja se convierte en muda.
Parece sintomático que teniendo tantas escuelas de arquitectura, no tengamos los resultados requeridos a juzgar por la masa crítica de proyectos cuestionados antes, durante o después de realizados. A propósito, según las revisiones al código urbano, documento que regulará el desarrollo de la ciudad, llevadas a cabo en la cámara de la industria de la construcción delegación Jalisco hace algunos días; se asume ese déficit educativo poniendo candados a los profesionistas a través de cursos, donde se les otorga a los colegios la capacidad de dar el visto bueno para poder ejercer como arquitecto o alguna de sus variables (urbanista, paisajista, restaurador, diseñador) a través de la figura de perito. Por cierto, ¿quién les dará el visto bueno a ellos?, porque hablando de ciudad “ni se ven ni se oyen”.
El tema de la urbe, ya sea en cuanto a movilidad, infraestructura, parques, planeación, metropolización o tantos otros, vuelve ser noticia. A fines de septiembre comenzará una serie de eventos en Guadalajara que tienen como común denominador hablar de la ciudad: la semana del urbanismo en el CUAAD, el Congreso Nacional de Ciclismo Urbano, el Foro Internacional de Arquitectura COM:PLOT, el congreso Pensando la Metrópoli, el seminario de la Red Mexicana de Ciudades y Arpafil. En apenas dos meses seis pretextos para discutir sobre la ciudad.¿Servirá de algo o será un reflejo más solo del gusto por la cantidad? ¿seremos capaces de digerir tanta discusión?, ¿los verdaderos actores, participarán?. Afortunadamente se han establecido vínculos entre algunos de los eventos a fin de que cada uno aborde ciertos temas y públicos –se supone que hay para todos-; si esto se logra tendremos una oferta rica para la ciudad, si no, se puede caer en otro de los vicios tapatíos.
“Lo que abunda no daña”, dice el conocido refrán popular, sin embargo, en Guadalajara a juzgar por los resultados , pareciera que si.
Hoy no tenemos la ciudad, pese a la cantidad.
alfredo@infotectura.org
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