Jalisco
Cita en la ciudad
Por Alfredo Hidalgo Rasmussen
Es importante creer y estar en la idea de ciudad como una construcción colectiva, dinámica, con bases científicas y objetivos humanos; en ese sentido planteamientos como el “derecho a la ciudad” cobran vigencia ya que condiciones que parecerían lógicas y naturales se han perdido. Se hace entonces un llamado a clarificar la condición de la ciudad y con ella el derecho que los ciudadanos tenemos con respecto a su territorio y lo que en el acontece.
Desde hace tiempo, se confunde y diluye la diferencia entre un empresario y un administrador público. Como ya lo hemos comprobado en años recientes, el manejar con éxito una empresa privada no garantiza resultados exitosos en el manejo del gobierno; si bien ambas funciones requieren de llevar a cabo PLANEACIÓN, los objetivos y métodos son distintos. La evaluación de una gestión de éxito en un municipio por ejemplo, no se podría evaluar a través de las utilidades económicas concretas reflejadas en las arcas de la tesorería municipal, como puede ocurrir en una empresa, por el contrario, sería sobre el territorio donde se podrían ver reflejados los aciertos de una gestión. Se requiere una PLANEACIÓN ESTRÉGICA de ciudad que pretenda mejores espacios públicos, mejores corredores de movilidad, transformación de zonas abandonadas, etc. Planificación que asuma el territorio como el escenario de la comunicación humana y no de las “edificaciones faraónicas” para ser recordado, mejor que recuerden “hacer la ciudad de manera consensuada”, evidenciada en la manera en que la gente convive, se moviliza y disfruta en la ciudad. Hechos que manifestarán los aciertos de una gestión más eficiente y más significativa. Planear implica involucrar el factor tiempo para el logro de los objetivos. Tres años es poco tiempo para lograr tantas cosas que se requieren en una administración municipal.
Seis meses es mucho tiempo para una transición. ¿Cual cree usted que es el tiempo que debemos aprovechar para planear?
PLANEACIÓN ESTARTÉGICA tiene que ver también con PARTICIPACIÓN CIUDADANA. Evidentemente hay una nueva ciudadanía informada y participativa que deberá ser la base sobre la que se refunde la ciudad. Se trata de un efectivo proceso de colaboración y señalamientos que NO obstaculiza el desarrollo metropolitano, sino que lo alienta y no obstruye. La honesta y creativa manera en que hemos visto involucrarse en los grandes temas de la ciudad a grupos de diversos orígenes, manifiesta una fortaleza que como ciudad tenemos y que debemos aprovechar; su opinión y participación oportuna, puede significar la diferencia entre un proyecto que enorgullezca y sirva a la ciudad o que la divida y perjudique. No olvidar que la participación inicia cuando se detecta conjuntamente necesidades, se informa extensamente de un proyecto, se considera la cultura de la ciudad y se evalúa participativamente beneficios y perjuicios. Según Everett Rogers experto en la adopción de innovaciones, estos pasos aseguran éxito institucional. Si la ciudadanía, léase todos los actores interesados; obtienen lo acordado, no solo harán suyos esos proyectos, sino que su voz se reflejará en las urnas, derramando menos lágrimas por un voto que más que castigo de campañas es castigo por no “hacer la ciudad” para la que se les eligió.
¿Lección histórica? Planeación estratégica desde ya, con un buen equipo y con participación de la gente y para la gente.
Alfredo Hidalgo Rasmussen, alfredo@infotectura.org
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