Jalisco
Casas fincadas sobre basureros, fenómeno habitual en Guadalajara
Las secuelas de una edificación sobre este terreno irregular son de consideración, toda vez que los cimientos no son confiables
GUADALAJARA, JALISCO (27/SEP/2012).- Las casas que se construyen sobre suelo relleno de basura y escombro es habitual en la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG), debido a la orografía natural de esta ciudad: en “barranquitas”. Las secuelas de una edificación sobre este terreno irregular son de consideración, toda vez que los cimientos no son confiables.
De acuerdo con el presidente del Instituto Libre de Arquitectura de Jalisco, Alejandro Ramírez Ugalde, todo ciudadano está obligado a verificar que en su contrato se exponga el tipo de suelo sobre el cual se encuentra su residencia. De no ser así, la constructora o el propio vendedor debe decirlo, pues de lo contrario podría hablarse de fraude.
“En los rellenos (sobre escombros), que los hay en todo el mundo, no se puede cimentar; tienen cero resistencia a la capacidad de carga. Pero son muy comunes y no son del todo indeseables: el único problema es que la construcción encima de los rellenos es especial. Hay muchos sistemas para resolver el problema, pero todos significan un costo extra”.
A decir del arquitecto, la advertencia de voz del vendedor es obligada. Y si la compra se realiza, pese a que se expone en los papeles un tipo de suelo “alterado”, la solución más simple es colocar pilotes para reforzar la estabilidad de la finca, un procedimiento que “es común” en varias compañías del ramo.
“En algunas colonias exigen un estudio de mecánica de suelos cuando vas a tramitar la autorización, para ver que no se vaya a deteriorar la construcción (…) Si te venden una de las casas populares sobre un terreno de relleno, lo más probable que se vaya a cuartear tu casa. Ahí depende de las autoridades que dieron el permiso de construir vivienda popular sobre terrenos de relleno sin haber exigido dictámenes”.
La problemática en estas residencias es grave, pues al no estar debidamente cimentadas, dice, los riesgos al construir un segundo o tercer piso se multiplican, y en cualquier momento el techo se cuartearía, fenómeno que eventualmente incrementaría, hasta que se venza y caiga.
“Si se le advierte que la casa se está vendiendo sobre terreno de relleno usted se la juega; el problema es que no lo digan y luego, cuando empiezas a escarbar, tu constructor diga que el terreno firme está a diez metros, y eso es, según yo, no sé la legislación, pero es motivo de sanción por fraude”.
Por esta razón, sugiere que el comprador verifique su contrato y obligue al vendedor que garantice por escrito que los terrenos en venta no están alterados.
Alcalde Barranquitas, con los escombros de la Avenida Juárez
Como ejemplo de colonias que se edificaron sobre terrenos irregulares, que fueron “emparejados” con escombros, Ramírez Ugalde destaca la colonia Alcalde Barranquitas, en Guadalajara.
Se trata de un asentamiento que, como su nombre indica, está conformado por barrancas. La gente comenzó a llegar a él hace aproximadamente 30 años, y para facilitar la construcción de vivienda se rellenó con los sobrantes que salieron de la apertura de la Avenida Juárez.
“Así se empezó en esos tiempos, pero después que se desarrolló esa colonia empezaron a cuartearse las casas. Yo alguna vez platiqué con quien desarrolló y le pregunté sobre eso. Me dijo: ‘No, a toda la gente en su contrato se le especificó que está sobre relleno’. Es algo que pasa desde hace mucho tiempo, y en todo el mundo. De cierta forma es típico de Guadalajara porque hay muchas barranquitas; son grietas naturales”.
EL INFORMADOR / ISAACK DE LOZA
De acuerdo con el presidente del Instituto Libre de Arquitectura de Jalisco, Alejandro Ramírez Ugalde, todo ciudadano está obligado a verificar que en su contrato se exponga el tipo de suelo sobre el cual se encuentra su residencia. De no ser así, la constructora o el propio vendedor debe decirlo, pues de lo contrario podría hablarse de fraude.
“En los rellenos (sobre escombros), que los hay en todo el mundo, no se puede cimentar; tienen cero resistencia a la capacidad de carga. Pero son muy comunes y no son del todo indeseables: el único problema es que la construcción encima de los rellenos es especial. Hay muchos sistemas para resolver el problema, pero todos significan un costo extra”.
A decir del arquitecto, la advertencia de voz del vendedor es obligada. Y si la compra se realiza, pese a que se expone en los papeles un tipo de suelo “alterado”, la solución más simple es colocar pilotes para reforzar la estabilidad de la finca, un procedimiento que “es común” en varias compañías del ramo.
“En algunas colonias exigen un estudio de mecánica de suelos cuando vas a tramitar la autorización, para ver que no se vaya a deteriorar la construcción (…) Si te venden una de las casas populares sobre un terreno de relleno, lo más probable que se vaya a cuartear tu casa. Ahí depende de las autoridades que dieron el permiso de construir vivienda popular sobre terrenos de relleno sin haber exigido dictámenes”.
La problemática en estas residencias es grave, pues al no estar debidamente cimentadas, dice, los riesgos al construir un segundo o tercer piso se multiplican, y en cualquier momento el techo se cuartearía, fenómeno que eventualmente incrementaría, hasta que se venza y caiga.
“Si se le advierte que la casa se está vendiendo sobre terreno de relleno usted se la juega; el problema es que no lo digan y luego, cuando empiezas a escarbar, tu constructor diga que el terreno firme está a diez metros, y eso es, según yo, no sé la legislación, pero es motivo de sanción por fraude”.
Por esta razón, sugiere que el comprador verifique su contrato y obligue al vendedor que garantice por escrito que los terrenos en venta no están alterados.
Alcalde Barranquitas, con los escombros de la Avenida Juárez
Como ejemplo de colonias que se edificaron sobre terrenos irregulares, que fueron “emparejados” con escombros, Ramírez Ugalde destaca la colonia Alcalde Barranquitas, en Guadalajara.
Se trata de un asentamiento que, como su nombre indica, está conformado por barrancas. La gente comenzó a llegar a él hace aproximadamente 30 años, y para facilitar la construcción de vivienda se rellenó con los sobrantes que salieron de la apertura de la Avenida Juárez.
“Así se empezó en esos tiempos, pero después que se desarrolló esa colonia empezaron a cuartearse las casas. Yo alguna vez platiqué con quien desarrolló y le pregunté sobre eso. Me dijo: ‘No, a toda la gente en su contrato se le especificó que está sobre relleno’. Es algo que pasa desde hace mucho tiempo, y en todo el mundo. De cierta forma es típico de Guadalajara porque hay muchas barranquitas; son grietas naturales”.
EL INFORMADOR / ISAACK DE LOZA
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