Jalisco
Cardenal pide que católicos vivan una Navidad cercana a Dios
El cardenal Juan Sandoval Iñiguez se despidió de la comunidad católica jalisciense, el arzobispo reiteró que los motivos externos no son la base de la Navidad
GUADALAJARA, JALISCO (25/DIC/2011).- En su última Navidad como arzobispo, Juan Sandoval Íñiguez se despidió de la comunidad católica con un mensaje, en el cual, reiteró que los motivos externos no son la base de esta festividad, e invitó a que en cada corazón siga viviendo el "padre todo poderoso".
"La Navidad es un regalo de Dios, porque el señor vino para seguir viniendo, para que el hombre le abra su corazón y ahí el señor habite, y le traiga los dones de la salvación", así lo dijo durante la entrevista con medios de comunicación, donde se le vio con un semblante relajado y alegre.
El cardenal de Guadalajara dijo que desea que cada uno de los católicos y creyentes viva una feliz Navidad, donde los dones de Dios, el amor, la misericordia, la bondad y el camino a la salvación sean los regalos más preciados de cada uno. Aunque ésta será su última Navidad en el cargo, Sandoval Íñiguez enfatizó que esto no debe de importar, pues durante los próximos años él continuará celebrando el nacimiento de Jesucristo desde la función que se le encomiende hasta su último día de vida.
EL INFORMADOR / MARDIA MENDOZA
"La Navidad es un regalo de Dios, porque el señor vino para seguir viniendo, para que el hombre le abra su corazón y ahí el señor habite, y le traiga los dones de la salvación", así lo dijo durante la entrevista con medios de comunicación, donde se le vio con un semblante relajado y alegre.
El cardenal de Guadalajara dijo que desea que cada uno de los católicos y creyentes viva una feliz Navidad, donde los dones de Dios, el amor, la misericordia, la bondad y el camino a la salvación sean los regalos más preciados de cada uno. Aunque ésta será su última Navidad en el cargo, Sandoval Íñiguez enfatizó que esto no debe de importar, pues durante los próximos años él continuará celebrando el nacimiento de Jesucristo desde la función que se le encomiende hasta su último día de vida.
EL INFORMADOR / MARDIA MENDOZA
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