Jalisco
Bestias o bestialidad
El transporte público había provocado hasta ayer 59 muertes en el año
En no pocos casos la imprudencia es del peatón, pero en la mayoría el problema es del chofer, y más aún, del sistema de transporte que obliga al chofer a levantar y bajar pasaje donde no está permitido, a rebasar, a correr y a obviar las reglas mínimas de seguridad del pasajero.
La Secretaría de Vialidad está planteando hacer carriles exclusivos para el transporte público en algunas avenidas y otras convertirlas en calles semi-exclusivas (es decir, para transporte público y tránsito local). En la práctica, en las principales avenidas de la ciudad, el transporte público es dueño casi exclusivo del carril de la derecha, cuando no se apoderan de dos. En el corredor Ávila Camacho-Alcalde, por ejemplo, siempre hay una fila de autobuses de pasajeros en el carril de la derecha y uno o dos rebasando o intentando hacerlo por el segundo, con lo que obstruyen el tráfico de ambos carriles. La norma prohíbe a los autobuses del transporte público rebasar, pero siempre que pueden lo hacen porque la guerra es por el pasaje. Es decir, de nada servirá ponerles carriles confinados si no se cambia el sistema de pago a los choferes.
Es ley universal: todo mundo hacemos lo que nos dicen en la nómina: si nos pagan por llegar a tiempo, llegamos a tiempo; si nos premian por halagar al jefe, lo halagamos, faltaba más; si nos pagan por pensar, pensamos. Con lo de tragar no se juega, dice la gran filósofa de Avenida Hidalgo. Mientras a los choferes les paguen por subir pasaje lo seguirán perreando porque en ello va la chuleta. El carril confinado no tiene ninguna utilidad si no se cambia el sistema de pago a los choferes y el de hombre-camión. El día que a los choferes les paguen por dar servicio y tratar bien a la gente, van a dar buen servicio y van a dar buen trato a los pasajeros (porque en ello irá la chuleta).
Si no saben, lo van a aprender, y rápido. Pero eso no es posible mientras el sistema de transporte no esté organizado de otra manera. Un poseedor de una concesión para operar un camión en una ruta no le va a pagar al chofer por el servicio, le va a pedir que salga a matarse para subir al mayor número de pasajeros en ese día, le dará comisión y mañana ya veremos.
No es que los choferes sean unas “bestias”, es que el sistema de transporte público es una bestialidad.
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