Jalisco
Basurero daña La Primavera
El vertedero que pone en riesgo parte del bosque y está a pie de carretera, debió clausurarse desde 2006 por incumplir la norma
Bosque La Primavera se ve amenazada por el vertedero de basura de Tala, ya que éste incumple con normas ambientales que ponen en riesgo la flora y fauna del principal pulmón de la
Zona Metropolitana de Guadalajara, desde hace más de una década.
El tiradero se ubica a sólo 90 metros del bosque, pero ése no es el principal problema de momento, ya que la amenaza consiste en que el depósito de residuos sólidos al aire libre, no cumple con aspectos básicos señalados en la Norma Oficial Mexicana 083, tales como el control de lixiviados (líquidos generados por la basura), la restricción para que ingrese fauna nociva —como perros y ratas— y no contar con una cubierta en los residuos para evitar que la basura vuele por el aire.
La Procuraduría Estatal de Protección al Ambiente (Proepa) de Jalisco ya realizó una inspección al vertedero y encontró varias anomalías, por lo que dictó algunas medidas de corrección que deberán aplicarse en el tiradero de manera inmediata.
Además, en este lugar laboran alrededor de 40 personas que hacen de la separación de basura su modo de vida, teniendo que convivir a diario con los residuos y las enfermedades propias de la contaminación de la zona, sin que haya una gestión eficiente de las autoridades municipales de Tala.
La Secretaría de Medio Ambiente para el Desarrollo Sustentable de Jalisco (Semades), junto con la Proepa y el propio Ayuntamiento de Tala, son responsables por las anomalías del vertedero, el cual debió clausurarse año y medio después de que entrara en vigor la Norma Oficial Mexicana 083, en el año 2004.
Vertedero de Tala amenaza al Bosque La Primavera
A escasos 90 metros del área natural protegida del Bosque La Primavera se encuentra en operación desde hace 12 años un vertedero operado por el Ayuntamiento de Tala que, hasta hoy, luego de más de una década, continúa incumpliendo con disposiciones básicas normativas, como la cobertura con material de los residuos que ahí se depositan y otras relacionadas con la contención de los lixiviados que se generan, principalmente durante el temporal de lluvias.
Su cercanía con el polígono del área natural motivó a la Dirección Ejecutiva de Área de Protección de Flora y Fauna La Primavera (responsable del cuidado del bosque) a denunciar el funcionamiento del sitio fuera de norma a la Secretaría de Medio Ambiente para el Desarrollo Sustentable de Jalisco (Semades) desde el 23 de abril de 2003, con el oficio DEBLP/11/03.
El titular del a Dirección Ejecutiva, José Luis Gámez Valdivia, señaló en entrevista que, si bien el vertedero con los residuos a cielo abierto se encuentra fuera del área natural, indudablemente “tiene cierta influencia y sinergia con el bosque, en virtud de que está generando fauna nociva como son perros, gatos o ratas, que, de una u otra manera, compiten con la fauna silvestre del lugar y que la va desplazando, incluso, no nada más eso, va generando un problema de salud en los animales silvestres también”.
Al no estar cubiertos los montículos de residuos, pueden presentarse voladuras y la dispersión por el aire de elementos y partículas contaminantes. En una visita de EL INFORMADOR al lugar no se percibieron fugas de lixiviados provenientes de los montículos de residuos sólidos, es constatable; sin embargo, que la basura se deposita directamente sobre el terreno, sin que éste cuente con una membrana de recubrimiento de polietileno o liner, cuya función es precisamente garantizar que los jugos que se generan por el proceso de descomposición no puedan infiltrarse al subsuelo y contaminar los mantos freáticos.
Gámez Valdivia aunó: “Están afectando mucho los lixiviados que se están yendo al manto freático y es un problema muy grave que se tiene en esa zona; es un cúmulo de conflictos sanitarios fuertes en ese lugar, que es puntual”.
La Proepa dictó medidas de corrección
La Procuraduría Estatal de Protección al Ambiente de Jalisco (Proepa) inspeccionó este vertedero municipal de Tala, donde constató el estado en que opera: “El lugar efectivamente no cumple; lo tenemos nosotros bajo procedimiento administrativo por incumplimiento a la norma 083, quiere decir que no cumple como un centro de disposición de residuos sólidos municipales”, informó Ernesto Naranjo Castellanos, director general de Verificación Normativa.
La Norma Oficial Mexicana 083 regula la selección, diseño, construcción, operación, monitoreo, clausura y obras complementarias para los sitios de disposición final de residuos sólidos en el país.
La inspección se realizó en 2009, y explicó: “Encontramos anomalías o irregularidades en la operación del sitio, le instauramos el procedimiento y se le dictaron medidas correctivas, acciones que tiene que implementar para corregir la operación del lugar y, obviamente, derivado de todo esto pueden venir sanciones en caso de incumplimiento”.
El Ayuntamiento de Tala tendrá hasta el mes de marzo para responder a estas medidas correctivas, Naranjo Castellanos apuntó: “Debemos de tener un acercamiento con las actuales autoridades municipales por si la autoridad municipal anterior no las puso en conocimiento de estos pendientes que tienen, nosotros se los tenemos que hacer saber para que ellos también se aboquen a su cumplimiento”.
Su incumplimiento puede dar lugar desde la instauración de sanciones económicas, hasta ordenamientos para la
reparación de los daños e incluso la interposición de denuncias penales.
El funcionario señaló que en sus registros no consta “que haya daños o afectaciones al área natural (del bosque) por fauna nociva”. Y “en cuanto a los olores, obedece mucho a los vientos, si estos giran hacia el polígono del área natural pudiera haber algún tipo de molestia, de ahí también la medida que dictamos para la cobertura con material de la basura, esto reduce en 80 ó 90% los olores”.
Con respecto a la instalación de una membrana de recubrimiento, esto parece poco probable: “Este vertedero tiene operando mucho años de esa forma y el incorporar el liner implicaría retirar toda la basura del lugar, meterlo y volverla a colocar, de todos modos esto ya no nos garantizaría que ya no hubo afectación al suelo, dado que ya de hace mucho tiempo hay residuos depositados ahí”.
Además, precisó que cabe la posibilidad de que la composición del subsuelo sea lo suficientemente rocosa para compensar la carencia del liner: “En la zona tenemos identificado que hay material rocoso, eso nos ayuda bastante, porque retiene mucho la infiltración de lixiviados”.
La autoridad estatal sí reconoce el riesgo que el vertedero le representa al área natural protegida del bosque, por ello, dijo Naranjo Castellanos: “La Secretaría está trabajando en un proyecto de intermunicipalidad; la intención es cerrar de manera definitiva ese sitio y trabajar con la conjunción de algunos otros municipios en la zona para que se abriera un relleno sanitario regional y cerrar ese sitio”.
Es decir, el objetivo sería la conformación de un nuevo Sistema Intermunicipal de Manejo de Residuos (Simar), como los cuatro que ya operan en Jalisco, con lo que se podría realizar un relleno sanitario con la cooperación de distintos municipios que les permita operarlo dentro de la norma.
La colonia del vertedero
Alrededor de 40 personas viven de la separación de basura
En las entrañas del vertedero municipal de Tala, en su corazón en estado de descomposición, se ha venido conformando toda una sociedad que se organiza, labora y vive entre las paredes de residuo, y que comparte reglas que se fueron escribiendo en todo ese caos que han aprendido a dominar.
“Ni modo de dejarse morir”, comenta Teresa Molina, una de las tantas mujeres que se miran bajar por una de las sendas del vertedero, cada una con una técnica distinta para aguantar el peso del saco que llevan sobre sus espaldas y donde guardaron las botellas, latas, papeles y metales que podrán vender para su reaprovechamiento.
Como una ciudad deforme en gestación, hay veredas que se abren paso a manera de calles entre sus edificios que se erigen ahí con cimientos y cristales de desecho. Hay casas también, pequeños refugios compuestos por armazones de metal y mantas que cuidan del sol y de la lluvia. En su interior se pueden ver los sillones para descansar y los fogones para calentar la comida.
Los niños han convertido a toda esa basura en una de esas albercas de pelotas de colores, pero una muy grande.
Dan “marometas” sobre la colchoneta que perdió a su dueño; apuntan y hacen como que disparan con una pistola de juguete empolvada –un buen descubrimiento–; recorren en bicicleta su colonia de desperdicio.
“La gente que no está acostumbrada hasta se enferma del estómago, y varias enfermedades. Nosotros no, nosotros ya estamos curtidos”, dice María del Consuelo de García. Los niños pueden llegar al vertedero desde recién nacidos, algunos lo hicieron con apenas 40 días en sus “carreolitas” bien cubiertas para evitar que se les metan las moscas.
María Sánchez tiene un hijo de escasos cinco años que ha aprendido tan rápidamente la vida del vertedero que ya participa en la recolección de materiales: “Junta sus cositas de vidrio, pero como no las puede cargar, se las cargamos”. Detrás de ella se aprecia el Bosque La Primavera y otros dos lugares de recreación que son populares en el poblado: El Malvaste y Villa Fantasía, que suena a tierra prometida.
Un día de buena suerte es encontrarse 140 pesos en el short que un desconocido tiró. ¿Frío?, sí, mucho, aunque las bolsas que cada día llegan al vertedero pueden esconder alguna prenda que valga la pena. “Traigo dos suéteres. Es ropa que nos sale de aquí, bien lavadita, bien enjuagadita y un chorrito de cloro y pinolcito, y ya se las pone uno; zapatos, también de aquí”, explica María.
El trabajo de separación de materiales reciclables puede generar de 700 a mil pesos por semana. Ellos prefieren vender directamente el material que recogen a las empresas que llegan a recolectarlo, lo que se puede ver complicado con la postura de “líderes” que buscan ser mediadores para comprárselos a más bajo costo y luego revenderlo.
Las alrededor de 40 personas que viven del vertedero no cuentan con ningún tipo de protección ni apoyo gubernamental: no tienen guantes, cubrebocas, botas, botiquín (los cortes en las manos son cosa común) ni agua. La presencia de la autoridad se limita al policía que resguarda el ingreso.
Pero, “ni modo que te dejes morir de hambre”, repite Teresa.
Numeralia
181 sitios de disposición final de residuos existen en Jalisco.
34 son rellenos sanitarios (como lo marca la norma, aunque sin un cumplimiento de 100%).
147 son vertederos como el de Tala.
6 mil 517 toneladas genera Jalisco cada día de residuos sólidos urbanos.
Medidas de corrección dictadas por la Proepa
>TEXTOS: LUIS HERRERA.
GUADALAJARA, JALISCO.- El área natural protegida del
El tiradero se ubica a sólo 90 metros del bosque, pero ése no es el principal problema de momento, ya que la amenaza consiste en que el depósito de residuos sólidos al aire libre, no cumple con aspectos básicos señalados en la Norma Oficial Mexicana 083, tales como el control de lixiviados (líquidos generados por la basura), la restricción para que ingrese fauna nociva —como perros y ratas— y no contar con una cubierta en los residuos para evitar que la basura vuele por el aire.
La Procuraduría Estatal de Protección al Ambiente (Proepa) de Jalisco ya realizó una inspección al vertedero y encontró varias anomalías, por lo que dictó algunas medidas de corrección que deberán aplicarse en el tiradero de manera inmediata.
Además, en este lugar laboran alrededor de 40 personas que hacen de la separación de basura su modo de vida, teniendo que convivir a diario con los residuos y las enfermedades propias de la contaminación de la zona, sin que haya una gestión eficiente de las autoridades municipales de Tala.
La Secretaría de Medio Ambiente para el Desarrollo Sustentable de Jalisco (Semades), junto con la Proepa y el propio Ayuntamiento de Tala, son responsables por las anomalías del vertedero, el cual debió clausurarse año y medio después de que entrara en vigor la Norma Oficial Mexicana 083, en el año 2004.
Vertedero de Tala amenaza al Bosque La Primavera
A escasos 90 metros del área natural protegida del Bosque La Primavera se encuentra en operación desde hace 12 años un vertedero operado por el Ayuntamiento de Tala que, hasta hoy, luego de más de una década, continúa incumpliendo con disposiciones básicas normativas, como la cobertura con material de los residuos que ahí se depositan y otras relacionadas con la contención de los lixiviados que se generan, principalmente durante el temporal de lluvias.
Su cercanía con el polígono del área natural motivó a la Dirección Ejecutiva de Área de Protección de Flora y Fauna La Primavera (responsable del cuidado del bosque) a denunciar el funcionamiento del sitio fuera de norma a la Secretaría de Medio Ambiente para el Desarrollo Sustentable de Jalisco (Semades) desde el 23 de abril de 2003, con el oficio DEBLP/11/03.
El titular del a Dirección Ejecutiva, José Luis Gámez Valdivia, señaló en entrevista que, si bien el vertedero con los residuos a cielo abierto se encuentra fuera del área natural, indudablemente “tiene cierta influencia y sinergia con el bosque, en virtud de que está generando fauna nociva como son perros, gatos o ratas, que, de una u otra manera, compiten con la fauna silvestre del lugar y que la va desplazando, incluso, no nada más eso, va generando un problema de salud en los animales silvestres también”.
Al no estar cubiertos los montículos de residuos, pueden presentarse voladuras y la dispersión por el aire de elementos y partículas contaminantes. En una visita de EL INFORMADOR al lugar no se percibieron fugas de lixiviados provenientes de los montículos de residuos sólidos, es constatable; sin embargo, que la basura se deposita directamente sobre el terreno, sin que éste cuente con una membrana de recubrimiento de polietileno o liner, cuya función es precisamente garantizar que los jugos que se generan por el proceso de descomposición no puedan infiltrarse al subsuelo y contaminar los mantos freáticos.
Gámez Valdivia aunó: “Están afectando mucho los lixiviados que se están yendo al manto freático y es un problema muy grave que se tiene en esa zona; es un cúmulo de conflictos sanitarios fuertes en ese lugar, que es puntual”.
La Proepa dictó medidas de corrección
La Procuraduría Estatal de Protección al Ambiente de Jalisco (Proepa) inspeccionó este vertedero municipal de Tala, donde constató el estado en que opera: “El lugar efectivamente no cumple; lo tenemos nosotros bajo procedimiento administrativo por incumplimiento a la norma 083, quiere decir que no cumple como un centro de disposición de residuos sólidos municipales”, informó Ernesto Naranjo Castellanos, director general de Verificación Normativa.
La Norma Oficial Mexicana 083 regula la selección, diseño, construcción, operación, monitoreo, clausura y obras complementarias para los sitios de disposición final de residuos sólidos en el país.
La inspección se realizó en 2009, y explicó: “Encontramos anomalías o irregularidades en la operación del sitio, le instauramos el procedimiento y se le dictaron medidas correctivas, acciones que tiene que implementar para corregir la operación del lugar y, obviamente, derivado de todo esto pueden venir sanciones en caso de incumplimiento”.
El Ayuntamiento de Tala tendrá hasta el mes de marzo para responder a estas medidas correctivas, Naranjo Castellanos apuntó: “Debemos de tener un acercamiento con las actuales autoridades municipales por si la autoridad municipal anterior no las puso en conocimiento de estos pendientes que tienen, nosotros se los tenemos que hacer saber para que ellos también se aboquen a su cumplimiento”.
Su incumplimiento puede dar lugar desde la instauración de sanciones económicas, hasta ordenamientos para la
reparación de los daños e incluso la interposición de denuncias penales.
El funcionario señaló que en sus registros no consta “que haya daños o afectaciones al área natural (del bosque) por fauna nociva”. Y “en cuanto a los olores, obedece mucho a los vientos, si estos giran hacia el polígono del área natural pudiera haber algún tipo de molestia, de ahí también la medida que dictamos para la cobertura con material de la basura, esto reduce en 80 ó 90% los olores”.
Con respecto a la instalación de una membrana de recubrimiento, esto parece poco probable: “Este vertedero tiene operando mucho años de esa forma y el incorporar el liner implicaría retirar toda la basura del lugar, meterlo y volverla a colocar, de todos modos esto ya no nos garantizaría que ya no hubo afectación al suelo, dado que ya de hace mucho tiempo hay residuos depositados ahí”.
Además, precisó que cabe la posibilidad de que la composición del subsuelo sea lo suficientemente rocosa para compensar la carencia del liner: “En la zona tenemos identificado que hay material rocoso, eso nos ayuda bastante, porque retiene mucho la infiltración de lixiviados”.
La autoridad estatal sí reconoce el riesgo que el vertedero le representa al área natural protegida del bosque, por ello, dijo Naranjo Castellanos: “La Secretaría está trabajando en un proyecto de intermunicipalidad; la intención es cerrar de manera definitiva ese sitio y trabajar con la conjunción de algunos otros municipios en la zona para que se abriera un relleno sanitario regional y cerrar ese sitio”.
Es decir, el objetivo sería la conformación de un nuevo Sistema Intermunicipal de Manejo de Residuos (Simar), como los cuatro que ya operan en Jalisco, con lo que se podría realizar un relleno sanitario con la cooperación de distintos municipios que les permita operarlo dentro de la norma.
La colonia del vertedero
Alrededor de 40 personas viven de la separación de basura
En las entrañas del vertedero municipal de Tala, en su corazón en estado de descomposición, se ha venido conformando toda una sociedad que se organiza, labora y vive entre las paredes de residuo, y que comparte reglas que se fueron escribiendo en todo ese caos que han aprendido a dominar.
“Ni modo de dejarse morir”, comenta Teresa Molina, una de las tantas mujeres que se miran bajar por una de las sendas del vertedero, cada una con una técnica distinta para aguantar el peso del saco que llevan sobre sus espaldas y donde guardaron las botellas, latas, papeles y metales que podrán vender para su reaprovechamiento.
Como una ciudad deforme en gestación, hay veredas que se abren paso a manera de calles entre sus edificios que se erigen ahí con cimientos y cristales de desecho. Hay casas también, pequeños refugios compuestos por armazones de metal y mantas que cuidan del sol y de la lluvia. En su interior se pueden ver los sillones para descansar y los fogones para calentar la comida.
Los niños han convertido a toda esa basura en una de esas albercas de pelotas de colores, pero una muy grande.
Dan “marometas” sobre la colchoneta que perdió a su dueño; apuntan y hacen como que disparan con una pistola de juguete empolvada –un buen descubrimiento–; recorren en bicicleta su colonia de desperdicio.
“La gente que no está acostumbrada hasta se enferma del estómago, y varias enfermedades. Nosotros no, nosotros ya estamos curtidos”, dice María del Consuelo de García. Los niños pueden llegar al vertedero desde recién nacidos, algunos lo hicieron con apenas 40 días en sus “carreolitas” bien cubiertas para evitar que se les metan las moscas.
María Sánchez tiene un hijo de escasos cinco años que ha aprendido tan rápidamente la vida del vertedero que ya participa en la recolección de materiales: “Junta sus cositas de vidrio, pero como no las puede cargar, se las cargamos”. Detrás de ella se aprecia el Bosque La Primavera y otros dos lugares de recreación que son populares en el poblado: El Malvaste y Villa Fantasía, que suena a tierra prometida.
Un día de buena suerte es encontrarse 140 pesos en el short que un desconocido tiró. ¿Frío?, sí, mucho, aunque las bolsas que cada día llegan al vertedero pueden esconder alguna prenda que valga la pena. “Traigo dos suéteres. Es ropa que nos sale de aquí, bien lavadita, bien enjuagadita y un chorrito de cloro y pinolcito, y ya se las pone uno; zapatos, también de aquí”, explica María.
El trabajo de separación de materiales reciclables puede generar de 700 a mil pesos por semana. Ellos prefieren vender directamente el material que recogen a las empresas que llegan a recolectarlo, lo que se puede ver complicado con la postura de “líderes” que buscan ser mediadores para comprárselos a más bajo costo y luego revenderlo.
Las alrededor de 40 personas que viven del vertedero no cuentan con ningún tipo de protección ni apoyo gubernamental: no tienen guantes, cubrebocas, botas, botiquín (los cortes en las manos son cosa común) ni agua. La presencia de la autoridad se limita al policía que resguarda el ingreso.
Pero, “ni modo que te dejes morir de hambre”, repite Teresa.
Numeralia
181 sitios de disposición final de residuos existen en Jalisco.
34 son rellenos sanitarios (como lo marca la norma, aunque sin un cumplimiento de 100%).
147 son vertederos como el de Tala.
6 mil 517 toneladas genera Jalisco cada día de residuos sólidos urbanos.
Medidas de corrección dictadas por la Proepa
- La estabilización de los taludes que forman los montículos de residuos sólidos.
- El control de lixiviados.
- La cobertura continua de los residuos para evitar que existan voladuras de sus elementos, olores y fauna nociva.
Afectaciones del vertedero al aire libre de Tala
- Fauna nociva (ratas y perros).
- Lixiviados (líquido de basura) que se filtran al subsuelo.
- Basura que se vuela, al carecer de una cubierta.
- Diversas enfermedades.
Para saber
La Norma Oficial Mexicana 083, que entró en vigor en 2004, dentro de sus puntos señala que los sitios de disposición final de residuos deben cumplir por lo menos una vez por semana con la cobertura de residuos, además de que se debe impedir el ingreso de fauna nociva, dos aspectos que no se cumplen en el vertedero de Tala.
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