Jalisco
Bajo investigación, menor que robó objetos de una iglesia
Los objetos que se recuperaron son un cáliz, una copa y un micrófono, la averiguación previa del caso continúa abierta
TLAQUEPAQUE, JALISCO.- Su adicción a la cocaína y la necesidad de continuar ingiriéndola orillaron a un adolescente de 16 años a robar en el primer sitio desolado que encontró, pero el lugar que eligió fue una iglesia y su botín consistió en varios artículos religiosos hechos de cobre.
El joven confesó haber entrado a la pequeña iglesia de la colonia Parques de Santa María, en Tlaquepaque, para hacerse de dos copas, dos cáliz, unas campanas, dos micrófonos y unos candelabros que, en suma, tienen un valor aproximado de 40 mil pesos. Él los vendió en 120.
De acuerdo con información concedida por la Procuraduría de Justicia, “el robo se registró entre la tarde y noche del domingo 31 de enero”; al presunto menor infractor se le aseguró una parte de estos artículos clericales.
Elementos de la Procuraduría de Justicia que tomaron conocimiento del hecho iniciaron con las indagatorias y éstas los llevaron al menor retenido, quien tras ser interrogado declaró haber vendido su botín en una chatarrera por 120 pesos.
Según la fiscalía, “dijo que cometió el robo porque andaba drogado con cocaína y al ver que en cierto momento el templo se quedó sin personas en el interior, ingresó y se apoderó de los vasos sagrados y demás objetos”.
El joven confesó haber entrado a la pequeña iglesia de la colonia Parques de Santa María, en Tlaquepaque, para hacerse de dos copas, dos cáliz, unas campanas, dos micrófonos y unos candelabros que, en suma, tienen un valor aproximado de 40 mil pesos. Él los vendió en 120.
De acuerdo con información concedida por la Procuraduría de Justicia, “el robo se registró entre la tarde y noche del domingo 31 de enero”; al presunto menor infractor se le aseguró una parte de estos artículos clericales.
Elementos de la Procuraduría de Justicia que tomaron conocimiento del hecho iniciaron con las indagatorias y éstas los llevaron al menor retenido, quien tras ser interrogado declaró haber vendido su botín en una chatarrera por 120 pesos.
Según la fiscalía, “dijo que cometió el robo porque andaba drogado con cocaína y al ver que en cierto momento el templo se quedó sin personas en el interior, ingresó y se apoderó de los vasos sagrados y demás objetos”.
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