Jalisco

Autoridades toleran clenbuterol

La FIFA agita la polémica por considerar ilegal la presencia del anabólico en los deportistas, mientras Salud descarta riesgos

GUADALAJARA, JALISCO (25/OCT/2011).- A la polémica por el uso de clenbuterol se suma la confusión. Mientras la autoridad de Salud en Jalisco levantó la alerta al consumo de carne por considerar que después de casi una década de luchar contra el anabólico es seguro comer hígado, eventos deportivos internacionales muestran que la batalla por un alimento libre de contaminantes no ha terminado, o ha fracasado.

El episodio en el que un examen arrojó que atletas extranjeros y nacionales que participaron en competencias internacionales dieron positivo al antidoping por esta sustancia, detonó cuando la Federación Internacional de Futbol Asociado (FIFA) reveló que hubo presencia de clenbuterol en 109 casos de las muestras aplicadas entre los futbolistas del pasado campeonato Sub-17, una imagen negativa para los ganaderos que compiten en el mercado internacional.

El sector ganadero jalisciense, por ejemplo, respondió con malestar a la FIFA, mientras la Secretaría de Salud de Jalisco (SSJ) consideró como “inoportuno el informe” y expresó que lo ideal hubiera sido que la información se hubiera conocido con detalle de la investigación.

La SSJ reconoce “cabos sueltos” en la batalla contra el clenbuterol, debido a que en el momento de su distribución hay un desvío para actividades ilícitas. Sin embargo, en medio de la polémica el consumidor observa la satanización del anabólico que instituciones como la FIFA señalan, mientras la autoridad asegura que no hay riesgos por comer hígado.

Un dato atenúa el riesgo. El clenbuterol es mil veces más barato que el anabólico legal. A esto se suma que si no se usara el zilpaterol (único producto anabólico legalizado) en el ganado vacuno, la carne de éste al público se dispararía por lo menos 30% en su precio final, dado que las ventajas que se tienen para un aumento de masa muscular tendrían  que compensarse con mayores costos en el empleo de granos y pasta de soya, cuyos precios internacionales están disparados en los años recientes.

De acuerdo con el presidente de la Asociación Ganadera Local de Tlaquepaque, Alfonso Ponce Rodríguez, el zilpaterol, vendido con el nombre comercial de Zilmax, tiene un precio caro con relación al clenbuterol, y ante las exigencias del mercado regional de preferir la carne magra y de grasa blanca, el ganadero que no solventa el costo del Zilmax, “se la ha jugado con el clenbuterol por su menor precio”.
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