Jalisco
Autoridades de penales, sorprendidas por traslado de Caro Quintero
El titular de la Dirección General de Prevención y Reinserción Social mencionó que, a raíz de su llegada, se tomaron nuevas medidas de seguridad
GUADALAJARA, JALISCO (01/JUN/2010).- Una “sorpresa” para las autoridades estatales resultó el reciente traslado del otro capo de la droga y líder del extinto cártel de Guadalajara,
Rafael Caro Quintero, al Penal Estatal Preventivo de Puente Grande; el titular de la Dirección General de Prevención y Reinserción Social (Digpres) mencionó que, a raíz de su llegada, se tomaron nuevas medidas de seguridad.
“Tuvimos que habilitar un dormitorio con las medidas de seguridad, reafirmando los protocolos ya existentes. Un dormitorio donde no se les permite a los internos convivir con el resto de la población; es decir, un dormitorio aislado”.
Para el área de Reinserción Social de la Secretaría de Seguridad Pública, tener como residente a Caro Quintero no resulta agradable. Por esta razón la instancia agotó los recursos legales a fin de evitar su traslado. No obstante, la decisión del tribunal unitario fue inamovible.
“Estamos sorprendidos. De alguna forma se hizo mucho el esfuerzo por parte de la Secretaría (de Seguridad Pública), de agotar todos los recursos para no recibirlo; de hecho se llegó a comentar que si (Caro Quintero) es de media peligrosidad, el Gobierno Federal tiene también en Nayarit un centro de media seguridad”.
En estos momentos el ex capo se halla en un sitio aislado, compartiendo espacio con 16 presuntos delincuentes, en su mayoría por los delitos de homicidio y asalto, según el servidor público.
“Ahorita tenemos ahí protocolos de seguridad elevados por obvias razones”.
Gestionan equipo de monitoreo por rayos x
Aunque el traslado de Rafael Caro Quintero a la prisión preventiva agudizó las medidas de seguridad en torno a los complejos carcelarios del Estado, la Digpres ya gestiona la adquisición de una mejor tecnología para el monitoreo de los internos.
“Los protocolos de seguridad ya están establecidos y los hemos ide reforzando gradualmente; de hecho estamos haciendo las gestiones para tratar de tener el equipo tecnológico que nos permita monitorear a los internos a través de un adecuado sistema de circuito cerrado, tener equipo de rayos x para el momento de la revisión”, concluyó.
EL INFORMADOR / Isaack de Loza
“Tuvimos que habilitar un dormitorio con las medidas de seguridad, reafirmando los protocolos ya existentes. Un dormitorio donde no se les permite a los internos convivir con el resto de la población; es decir, un dormitorio aislado”.
Para el área de Reinserción Social de la Secretaría de Seguridad Pública, tener como residente a Caro Quintero no resulta agradable. Por esta razón la instancia agotó los recursos legales a fin de evitar su traslado. No obstante, la decisión del tribunal unitario fue inamovible.
“Estamos sorprendidos. De alguna forma se hizo mucho el esfuerzo por parte de la Secretaría (de Seguridad Pública), de agotar todos los recursos para no recibirlo; de hecho se llegó a comentar que si (Caro Quintero) es de media peligrosidad, el Gobierno Federal tiene también en Nayarit un centro de media seguridad”.
En estos momentos el ex capo se halla en un sitio aislado, compartiendo espacio con 16 presuntos delincuentes, en su mayoría por los delitos de homicidio y asalto, según el servidor público.
“Ahorita tenemos ahí protocolos de seguridad elevados por obvias razones”.
Gestionan equipo de monitoreo por rayos x
Aunque el traslado de Rafael Caro Quintero a la prisión preventiva agudizó las medidas de seguridad en torno a los complejos carcelarios del Estado, la Digpres ya gestiona la adquisición de una mejor tecnología para el monitoreo de los internos.
“Los protocolos de seguridad ya están establecidos y los hemos ide reforzando gradualmente; de hecho estamos haciendo las gestiones para tratar de tener el equipo tecnológico que nos permita monitorear a los internos a través de un adecuado sistema de circuito cerrado, tener equipo de rayos x para el momento de la revisión”, concluyó.
EL INFORMADOR / Isaack de Loza
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