Jalisco
Asesinan a balazos a dos personas en la Constitución
Dos hermanos y otra persona que sigue herida fueron agredidos afuera de una tienda
GUADALAJARA, JALISCO (05/ABR/2014).- "Ya cualquiera compra una pistola y se siente gánster", lamentó el hermano de Óscar Efrén Camacho Sedano, uno de los dos hombres
asesinados a balazos en las calles de la colonia Constitución, en Zapopan. El familiar esperaba afuera de la Cruz Verde Norte, donde llevó a Óscar y a su otro hermano, Jorge Santiago, quien se hallaba herido de gravedad en el puesto de socorros a donde él mismo lo llevó.
Ya casi daban las cinco de la tarde cuando un grupo de personas se hallaba en la calle Juan Domínguez, a metros de la esquina con Luis Manuel Rojas. Los dos hermanos estaban en una tienda de abarrotes sentados afuera mientras comían; otra persona, Carlos Alberto Medina Rivera, lavaba el automóvil Malibú placas JKD-1616, el cual estaba estacionado en ese sitio.
La vigilancia en la Constitución es poca, lamentó el hermano de Jorge y Óscar. Los maleantes "sólo le tienen miedo a los judiciales", a los municipales no, pues en la colonia hay muchos que se dedican a delinquir, a vender sustancias ilegales, y muchos de ellos saludan a las autoridades, dijo. Poco pasan las patrullas y poco más cuando hay desmanes, aseveró el familiar, harto de la inseguridad en la colonia.
A minutos de las cinco llegó al cruce una camioneta Toyota blanca tripulada por dos criminales. Uno de ellos descendió, bajito, gordo, pero con pistola. Se dirigió directo hacia Carlos y le disparó a quemarropa. Volteó a ver a los hermanos y abrió fuego también contra ellos. Óscar alcanzó a correr pero el asesino bajo y gordo lo siguió y lo tiró a balazos: "Le vació la pistola", lamentó el hermano.
Los asesinos huyeron en su Toyota blanca.
La calle estaba llena de amigos y familiares; las mujeres no podían creer lo que había pasado, Óscar, de 32 años, moribundo, y Jorge, de 44 años, muy malherido.
Por sus medios, llevaron a los tres a bordo de dos vehículos a la Cruz Verde Norte, que queda a pocos minutos del lugar.
En el Malibú iban Óscar y Carlos Alberto; a Jorge Santiago lo llevaba el hermano en un Century de modelo atrasado. Al llegar al puesto de socorros Óscar ya estaba muerto. Carlos falleció poco después y Jorge se aferraba a la vida. Fue llevado al Hospital Civil.
Las autoridades hallaron nueve casquillos 9 milímetros en el lugar del crimen. Recababan versiones e indicios para dar con los homicidas que huyeron del lugar.
Ya casi daban las cinco de la tarde cuando un grupo de personas se hallaba en la calle Juan Domínguez, a metros de la esquina con Luis Manuel Rojas. Los dos hermanos estaban en una tienda de abarrotes sentados afuera mientras comían; otra persona, Carlos Alberto Medina Rivera, lavaba el automóvil Malibú placas JKD-1616, el cual estaba estacionado en ese sitio.
La vigilancia en la Constitución es poca, lamentó el hermano de Jorge y Óscar. Los maleantes "sólo le tienen miedo a los judiciales", a los municipales no, pues en la colonia hay muchos que se dedican a delinquir, a vender sustancias ilegales, y muchos de ellos saludan a las autoridades, dijo. Poco pasan las patrullas y poco más cuando hay desmanes, aseveró el familiar, harto de la inseguridad en la colonia.
A minutos de las cinco llegó al cruce una camioneta Toyota blanca tripulada por dos criminales. Uno de ellos descendió, bajito, gordo, pero con pistola. Se dirigió directo hacia Carlos y le disparó a quemarropa. Volteó a ver a los hermanos y abrió fuego también contra ellos. Óscar alcanzó a correr pero el asesino bajo y gordo lo siguió y lo tiró a balazos: "Le vació la pistola", lamentó el hermano.
Los asesinos huyeron en su Toyota blanca.
La calle estaba llena de amigos y familiares; las mujeres no podían creer lo que había pasado, Óscar, de 32 años, moribundo, y Jorge, de 44 años, muy malherido.
Por sus medios, llevaron a los tres a bordo de dos vehículos a la Cruz Verde Norte, que queda a pocos minutos del lugar.
En el Malibú iban Óscar y Carlos Alberto; a Jorge Santiago lo llevaba el hermano en un Century de modelo atrasado. Al llegar al puesto de socorros Óscar ya estaba muerto. Carlos falleció poco después y Jorge se aferraba a la vida. Fue llevado al Hospital Civil.
Las autoridades hallaron nueve casquillos 9 milímetros en el lugar del crimen. Recababan versiones e indicios para dar con los homicidas que huyeron del lugar.
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