Jalisco
Asesinan a Javier García Morales en Providencia
Cuando pretendía ingresar a un restaurante fue agredido por dos sujetos que huyeron a bordo de una motocicleta
ejecutado por dos sujetos que ya lo esperaban.
El atentado ocurrió sobre la banqueta del restaurante que se encuentra ubicado sobre la Avenida Providencia y la calle Bogotá, de la Colonia Providencia, en el municipio de Guadalajara.
La víctima fue identificada con el nombre de Javier García Morales, de 58 años de edad, hijo del político priista Javier García Paniagua y nieto del general Marcelino García Barragán.
Tras el ataque, los agresores huyeron con rumbo hacia la Avenida Pablo Neruda, para de ahí continuar su huida hacia la Avenida Américas a bordo de una motocicleta de bajo cilindraje, en color blanco, sin ser detenidos.
Paramédicos de la Cruz Verde que arribaron al sitio, informaron que el fallecido tenía varios impactos de bala distribuidos en tórax, piernas y cabeza.
“Nos reportan a una persona agredida por arma de fuego a las afueras de un restaurante, cuando llegamos pues únicamente se confirma nada más el deceso de la persona agredida, la cual falleció por heridas de proyectil de arma de fuego”.
Aunque hubo una ostentosa movilización por parte de diversas corporaciones de Policía en la zona, hasta ayer por la tarde no se habían reportado personas detenidas.
En el sitio también se hicieron presentes el coordinador de la Policía Investigadora de la Procuraduría General de Justicia del Estado de Jalisco (PGJEJ), Marco Antonio Venegas Mendoza, y los diputados de la actual legislatura local, Enrique Aubry, del Partido Verde Ecologista; Roberto Marrufo y Luis Armando Córdoba Díaz, estos últimos del PRI.
Un eslabón de la dinastía política del PRI
Tercera generación
Javier García Morales fue un eslabón de una cadena política de gran influencia en el Partido Revolucionario Institucional (PRI), tanto en el Gobierno del Estado, como en las estructuras nacionales. Su abuelo, Marcelino García Barragán, es uno de los hombres de poder más polémicos de la historia estatal y nacional del tricolor. García Barragán, militar consolidado, logró crear un grupo propio que controló la política de la Entidad, muy vinculado al liderazgo de José Guadalupe Zuno, ex gobernador del Estado y cacique regional. Marcelino alcanzó la Secretaría de la Defensa Nacional en tiempos de Gustavo Díaz Ordaz y estuvo involucrado en los acontecimientos de la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco en 1968. También fue gobernador del Estado y todavía es respetado al interior del PRI como una de las figuras con más peso político.
El padre de la víctima, Javier García Paniagua, también es uno de los políticos con mayor trayectoria en el PRI, tanto a nivel local, como a nivel nacional. García Paniagua fue senador de la República en los tiempos de la Presidencia de Luis Echeverría Álvarez, secretario de la Reforma Agraria y, también, aspiró a la Presidencia de la República en 1981; sin embargo, Miguel de la Madrid Hurtado fue el ungido por el partido del Gobierno. García Paniagua fue director de la ya extinta Dirección Federal de Seguridad, la policía política dependiente de la Secretaría de Gobernación. Esta instancia de investigación e inteligencia fue la responsable de la guerra sucia de los años setenta y fue constituida para investigar a adversarios políticos del régimen, priistas que se salían del cauce institucional, extremistas de cualquier signo político y guerrilleros.
De esta manera, Javier García Morales fue la tercera estación de un linaje vinculado estrechamente a la política y a los temas de seguridad. Dentro de su trayectoria, es de resaltar que fungió como secretario general adjunto del PRI nacional en el año 2004. Desde aquella fecha, aunque se sabe que su voz es relevante al interior del PRI, su participación ha disminuido considerablemente. En la actualidad, su hijo, Fabián García, es vicepresidente del Frente Juvenil Revolucionario, el ala juvenil del tricolor.
Javier García Morales era conocido como un benefactor y hombre generoso en la localidad donde habitaba en Colima. En Tepames, García Morales se ganó la estima de los pobladores a base de donativos económicos y en especie. El mismo párroco del pueblo, Rafael López Silva, declaraba en los años 2000 que García Morales era considerado “un hombre siempre preocupado por el progreso de su población”.
Antes de ser designado como secretario general adjunto del PRI, García Morales fue investigado por presuntos nexos con el crimen organizado. En el año 2000 se abrieron averiguaciones y expedientes que buscaban inculparlo de complicidades con el crimen organizado, sin embargo, nunca se actuó en su contra. En ese año, la Unidad Especializada contra la Delincuencia Organizada (UEDO) sospechaba que Javier García Morales tenía nexos con el Cártel de Juárez, aunque formalmente no se demostró.
Es un hecho lamentable: Fernando Guzmán
Priistas guardan silencio
El secretario general de Gobierno, Fernando Guzmán Pérez Peláez, anunció que ya comenzaron las primeras indagatorias por el asesinato del político priista Javier García Morales.
“Es un hecho lamentable que acaba de ocurrir; por supuesto que habrá una actuación por parte de la Procuraduría de Justicia en la investigación que corresponda”.
Javier García Morales, dijo, era un personaje de la vida política, un hombre cuya trayectoria ameritó “señalamientos de todo tipo, con aprecio de mucha gente y también con críticas”.
Sin embargo, aclaró que “los dichos, comentarios y afirmaciones” sobre el fallecido no fundamentarán la actuación de la autoridad.
Por otro lado, la mayoría de priistas consultados por este medio optaron por guardar silencio en torno a la muerte del militante tricolor Javier García Morales.
Se buscó la reacción con funcionarios, legisladores locales, federales y líderes morales de ese partido político, y algunos de ellos señalaron que “por respeto a la familia de él (el fallecido) preferimos no emitir comentario”.
El presidente del PRI Guadalajara, Juan Pablo García, calificó como lamentable la muerte de García Morales.
“Son muy lamentables estos hechos de la muerte de un priista distinguido. Es una pena la inseguridad y el caos total del Estado, y de lo que ha sucedido y la forma cómo fue asesinado en una colonia que se supone que debe estar vigilada, deja mucho que desear. Esto deja de manifiesto que lo que los ciudadanos piden a gritos es mejor seguridad en el Estado y en la República, y es lamentable. El PRI está de luto, en el caso del PRI Guadalajara estamos consternados y haremos votos para que la familia de Javier se resigne”.
Javier Galván exige esclarecer el asesinato
“Que se investigue a fondo”
El coordinador de la fracción del PRI en el Ayuntamiento de Guadalajara, Javier Galván Guerrero, y quien fuera un amigo cercano del político Javier García Morales, ultimado ayer en la Colonia Providencia, exigió que el Ministerio Público cumpla con el esclarecimiento de este asesinato.
“Nos conmueve a todos. A mí en lo personal, lo veo como un acto muy desafortunado, un acto muy cobarde de acabar así con la vida de una persona. Que se investigue a fondo este acontecimiento tan trágico. Vemos cómo hoy la violencia sigue apoderándose del destino de las personas, de la vida de las personas. Aquí las autoridades competentes tienen que aplicarse para que se esclarezca este lamentable hecho. Es muy triste para los que conocimos a Javier y a su familia, es muy triste porque finalmente es el desenlace en el que menos uno piensa”, declaró el regidor.
Cuando se le pidió a Galván Guerrero que hablara un poco del origen de su cercanía con García Morales, respondió sin dudar: “Autlán”. Ahí fue donde conoció a los 13 años a Javier García Paniagua y, posteriormente, al cumplir los 17 años, a su hijo hoy fallecido, Javier García Morales.
Recordó además que fue en Autlán donde el general Marcelino García Barragán, abuelo de quien hoy perdió la vida, pasó lo que el regidor llama “una década sabática”. “Me formé con ellos en mi origen. De ahí provengo, de esa escuela, de ese bloque político. Ahí me dieron mis primeras oportunidades”, relató el coordinador priista.
“Tuve mucha relación con ellos, como amigo y como seres humanos, de convivencia amistosa, desde con su señor padre y bueno, pues con él; en muchas ocasiones tuvimos que reunirnos para tomar acuerdos, para consultarles cosas, consultarles decisiones y creo que hubo una relación de amistad y de respeto hacia con Javier y su señor padre. Fue una relación de afecto desde entonces, de hace muchos años para acá”.
Apenas el pasado 3 de septiembre, Javier García Morales participaba en el homenaje luctuoso que se realizó a su abuelo, el general García Barragán, en la Rotonda de los Jaliscienses Ilustres.
GUADALAJARA, JALISCO (07/SEP/2011).- Cuando se bajaba de su camioneta y pretendía ingresar a un restaurante, un hijo del político priista Javier García Paniagua fue
El atentado ocurrió sobre la banqueta del restaurante que se encuentra ubicado sobre la Avenida Providencia y la calle Bogotá, de la Colonia Providencia, en el municipio de Guadalajara.
La víctima fue identificada con el nombre de Javier García Morales, de 58 años de edad, hijo del político priista Javier García Paniagua y nieto del general Marcelino García Barragán.
Tras el ataque, los agresores huyeron con rumbo hacia la Avenida Pablo Neruda, para de ahí continuar su huida hacia la Avenida Américas a bordo de una motocicleta de bajo cilindraje, en color blanco, sin ser detenidos.
Paramédicos de la Cruz Verde que arribaron al sitio, informaron que el fallecido tenía varios impactos de bala distribuidos en tórax, piernas y cabeza.
“Nos reportan a una persona agredida por arma de fuego a las afueras de un restaurante, cuando llegamos pues únicamente se confirma nada más el deceso de la persona agredida, la cual falleció por heridas de proyectil de arma de fuego”.
Aunque hubo una ostentosa movilización por parte de diversas corporaciones de Policía en la zona, hasta ayer por la tarde no se habían reportado personas detenidas.
En el sitio también se hicieron presentes el coordinador de la Policía Investigadora de la Procuraduría General de Justicia del Estado de Jalisco (PGJEJ), Marco Antonio Venegas Mendoza, y los diputados de la actual legislatura local, Enrique Aubry, del Partido Verde Ecologista; Roberto Marrufo y Luis Armando Córdoba Díaz, estos últimos del PRI.
Un eslabón de la dinastía política del PRI
Tercera generación
Javier García Morales fue un eslabón de una cadena política de gran influencia en el Partido Revolucionario Institucional (PRI), tanto en el Gobierno del Estado, como en las estructuras nacionales. Su abuelo, Marcelino García Barragán, es uno de los hombres de poder más polémicos de la historia estatal y nacional del tricolor. García Barragán, militar consolidado, logró crear un grupo propio que controló la política de la Entidad, muy vinculado al liderazgo de José Guadalupe Zuno, ex gobernador del Estado y cacique regional. Marcelino alcanzó la Secretaría de la Defensa Nacional en tiempos de Gustavo Díaz Ordaz y estuvo involucrado en los acontecimientos de la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco en 1968. También fue gobernador del Estado y todavía es respetado al interior del PRI como una de las figuras con más peso político.
El padre de la víctima, Javier García Paniagua, también es uno de los políticos con mayor trayectoria en el PRI, tanto a nivel local, como a nivel nacional. García Paniagua fue senador de la República en los tiempos de la Presidencia de Luis Echeverría Álvarez, secretario de la Reforma Agraria y, también, aspiró a la Presidencia de la República en 1981; sin embargo, Miguel de la Madrid Hurtado fue el ungido por el partido del Gobierno. García Paniagua fue director de la ya extinta Dirección Federal de Seguridad, la policía política dependiente de la Secretaría de Gobernación. Esta instancia de investigación e inteligencia fue la responsable de la guerra sucia de los años setenta y fue constituida para investigar a adversarios políticos del régimen, priistas que se salían del cauce institucional, extremistas de cualquier signo político y guerrilleros.
De esta manera, Javier García Morales fue la tercera estación de un linaje vinculado estrechamente a la política y a los temas de seguridad. Dentro de su trayectoria, es de resaltar que fungió como secretario general adjunto del PRI nacional en el año 2004. Desde aquella fecha, aunque se sabe que su voz es relevante al interior del PRI, su participación ha disminuido considerablemente. En la actualidad, su hijo, Fabián García, es vicepresidente del Frente Juvenil Revolucionario, el ala juvenil del tricolor.
Javier García Morales era conocido como un benefactor y hombre generoso en la localidad donde habitaba en Colima. En Tepames, García Morales se ganó la estima de los pobladores a base de donativos económicos y en especie. El mismo párroco del pueblo, Rafael López Silva, declaraba en los años 2000 que García Morales era considerado “un hombre siempre preocupado por el progreso de su población”.
Antes de ser designado como secretario general adjunto del PRI, García Morales fue investigado por presuntos nexos con el crimen organizado. En el año 2000 se abrieron averiguaciones y expedientes que buscaban inculparlo de complicidades con el crimen organizado, sin embargo, nunca se actuó en su contra. En ese año, la Unidad Especializada contra la Delincuencia Organizada (UEDO) sospechaba que Javier García Morales tenía nexos con el Cártel de Juárez, aunque formalmente no se demostró.
Es un hecho lamentable: Fernando Guzmán
Priistas guardan silencio
El secretario general de Gobierno, Fernando Guzmán Pérez Peláez, anunció que ya comenzaron las primeras indagatorias por el asesinato del político priista Javier García Morales.
“Es un hecho lamentable que acaba de ocurrir; por supuesto que habrá una actuación por parte de la Procuraduría de Justicia en la investigación que corresponda”.
Javier García Morales, dijo, era un personaje de la vida política, un hombre cuya trayectoria ameritó “señalamientos de todo tipo, con aprecio de mucha gente y también con críticas”.
Sin embargo, aclaró que “los dichos, comentarios y afirmaciones” sobre el fallecido no fundamentarán la actuación de la autoridad.
Por otro lado, la mayoría de priistas consultados por este medio optaron por guardar silencio en torno a la muerte del militante tricolor Javier García Morales.
Se buscó la reacción con funcionarios, legisladores locales, federales y líderes morales de ese partido político, y algunos de ellos señalaron que “por respeto a la familia de él (el fallecido) preferimos no emitir comentario”.
El presidente del PRI Guadalajara, Juan Pablo García, calificó como lamentable la muerte de García Morales.
“Son muy lamentables estos hechos de la muerte de un priista distinguido. Es una pena la inseguridad y el caos total del Estado, y de lo que ha sucedido y la forma cómo fue asesinado en una colonia que se supone que debe estar vigilada, deja mucho que desear. Esto deja de manifiesto que lo que los ciudadanos piden a gritos es mejor seguridad en el Estado y en la República, y es lamentable. El PRI está de luto, en el caso del PRI Guadalajara estamos consternados y haremos votos para que la familia de Javier se resigne”.
Javier Galván exige esclarecer el asesinato
“Que se investigue a fondo”
El coordinador de la fracción del PRI en el Ayuntamiento de Guadalajara, Javier Galván Guerrero, y quien fuera un amigo cercano del político Javier García Morales, ultimado ayer en la Colonia Providencia, exigió que el Ministerio Público cumpla con el esclarecimiento de este asesinato.
“Nos conmueve a todos. A mí en lo personal, lo veo como un acto muy desafortunado, un acto muy cobarde de acabar así con la vida de una persona. Que se investigue a fondo este acontecimiento tan trágico. Vemos cómo hoy la violencia sigue apoderándose del destino de las personas, de la vida de las personas. Aquí las autoridades competentes tienen que aplicarse para que se esclarezca este lamentable hecho. Es muy triste para los que conocimos a Javier y a su familia, es muy triste porque finalmente es el desenlace en el que menos uno piensa”, declaró el regidor.
Cuando se le pidió a Galván Guerrero que hablara un poco del origen de su cercanía con García Morales, respondió sin dudar: “Autlán”. Ahí fue donde conoció a los 13 años a Javier García Paniagua y, posteriormente, al cumplir los 17 años, a su hijo hoy fallecido, Javier García Morales.
Recordó además que fue en Autlán donde el general Marcelino García Barragán, abuelo de quien hoy perdió la vida, pasó lo que el regidor llama “una década sabática”. “Me formé con ellos en mi origen. De ahí provengo, de esa escuela, de ese bloque político. Ahí me dieron mis primeras oportunidades”, relató el coordinador priista.
“Tuve mucha relación con ellos, como amigo y como seres humanos, de convivencia amistosa, desde con su señor padre y bueno, pues con él; en muchas ocasiones tuvimos que reunirnos para tomar acuerdos, para consultarles cosas, consultarles decisiones y creo que hubo una relación de amistad y de respeto hacia con Javier y su señor padre. Fue una relación de afecto desde entonces, de hace muchos años para acá”.
Apenas el pasado 3 de septiembre, Javier García Morales participaba en el homenaje luctuoso que se realizó a su abuelo, el general García Barragán, en la Rotonda de los Jaliscienses Ilustres.
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