Jalisco
Ante tragedias, patinadores migran a nuevos espacios
Los amantes de la velocidad solían utilizar una peligrosa pendiente que lleva al poblado de Matatlán
Un par de muertes provocaron que migraran de un punto a otro.
Hace un par de años el primer “spot” fue la carretera estatal 106, también conocida como carretera a Matatlán. El camino sinuoso se rehabilitó en la presente administración y cuando fue descubierto causó revuelo:
“En aquellos tiempos empezó a surgir la droga ‘Krokodile’, (...) venir aquí decían que era como una adicción”, contó Omar Alejandro Esparza Martínez, compañero de Alan.
El hallazgo del camino de curvas, empinado y de asfalto fino, pronto se divulgó entre los “skates”, de modo que los fines de semana se veían jóvenes deslizándose en sus patinetas o pidiendo aventón de vuelta a la cima. Y comenzaron los accidentes: fracturas, luxaciones, caídas al barranco, un joven que cayó en coma, y muertes, recordó Omar.
La tragedia que más los marcó fue la de uno de sus compañeros, Marco Antonio, de 16 años, quien murió en el “Krokodile” el 20 de julio del año pasado. El 2 de abril fue un joven regiomontano quien falleció al impactarse en contra de un camión de la ruta 231 mientras descendía en su patineta.
“Hay gente que sigue yendo, pero nuestro grupo de personas decidió dejar de ir por nuestra seguridad ”, contó Alan.
Lo peligroso del “Krokodile” eran las curvas, que en tiempos de lluvias se llenan de maleza, de modo que no pueden ver los vehículos.
No muy lejos, también en esa zona cercana a la barranca del Río Santiago, se encuentra el fraccionamiento Urbi, donde está “La S”.
Actualmente es el lugar predilecto de los patinadores: “Lugares como este, por la velocidad, las curvas, lo técnico, el paisaje, y aquí nos juntamos todos por sentir la adrenalina de la velocidad”, apuntó Omar.
La trágica carretera a Matatlán había encendido las alarmas de las autoridades por la cantidad de accidentes que ocurrieron. Los jóvenes por sí solos emigraron a su nuevo santuario, “La S”, a practicar sus derrapes sábados y domingos con las debidas precauciones: “Es uno de los pocos ‘spots’ que puedes patinar bien, no hay mucho tránsito”, aseguró Manuel Larios Ruiz, un joven patinador.
Actulamente hay varios vecinos que rechazan la presencia de los patinadores en la zona.
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