Jalisco
Analizan cierre de Los Laureles
La Semades ya realiza un estudio para determinar la vida útil del vertedero, pero “no descarta ninguna opción”
GUADALAJARA, JALISCO.- La titular de la
Secretaría estatal de Medio Ambiente (Semades), Martha Ruth del Toro Gaytán, advirtió que el vertedero Los Laureles deberá funcionar bajo la normatividad, y no descartó que pueda dejar de operar.
Aclaró que el cierre definitivo de este basurero dependerá de los resultados que arroje un estudio de capacidades de carga, que realiza la propia dependencia para detectar la vida útil de los sitios de disposición final en todo el Estado.
“Definitivamente se le deberá poner una solución, tengan la plena certeza, ese sitio como tal pues no puede permanecer eternamente en ese lugar, eso es claro. ¿Cuántos años más tienen qué ser? aquellos que nos arrojen los estudios que yo espero pronto tener datos más fidedignos”.
— ¿De los resultados este estudio dependerá el cierre o no de Laureles?
— Sí, claro. Porque ahorita, recuerden que son particulares, que tienen un derecho establecido, las autoridades no podemos nada más porque lo creamos o lo consideramos cancelarle un derecho a ningún ciudadano. No puede descartarse ninguna opción.
Dicho diagnóstico costará tres millones de pesos —monto financiado por Banobras—y estará listo en dos meses.
La secretaria ambiental subrayó que en este momento cerrar el basurero no es la opción más viable, porque no existen sitios idóneos para disponer las tres mil toneladas de residuos que a diario recibe, lo que generaría un colapso ambiental.
“El sitio deberá ponerse totalmente bajo control, no es una solución que permanezca o que salga en este momento, porque creo que lo único que provocaríamos si no tenemos asegurado un sitio o varios de ellos en la zona metropolitana —como sitios seguros de disposición final— lo único que provocaríamos es un colapso ambiental”.
El pasado viernes, el vertedero fue escenario de una confrontación entre pepenadores y habitantes del Salto, Juanacatlán y Puente Grande; éstos últimos bloquearon por más de tres horas la entrada de camiones recolectores al basurero operado por la empresa Caabsa Eagle, para exigir su clausura.
El ingreso de los camiones —avalado por los pepenadores que se apostaron a las afueras del vertedero para defender su fuente de trabajo—se dio luego de que autoridades de la Subsecretaría de Asuntos del Interior ordenaran la intervención de antimotines para reguardar la restauración del servicio.
Antes de que la manifestación concluyera, funcionarios de la Procuraduría Estatal de Protección al Ambiente (Proepa), sostuvieron ese mismo día que no existían elementos suficientes para clausurarlo.
Sin embargo, a tres días de que la Proepa asegurara que Los Laureles no representa un “riesgo”, del Toro Gaytán confirmó que si bien está cumpliendo con una serie de acciones interpuestas para mejorar su operación, al igual que el resto de los basureros del Estado, no cumple con la normatividad.
Aclaró que el cierre definitivo de este basurero dependerá de los resultados que arroje un estudio de capacidades de carga, que realiza la propia dependencia para detectar la vida útil de los sitios de disposición final en todo el Estado.
“Definitivamente se le deberá poner una solución, tengan la plena certeza, ese sitio como tal pues no puede permanecer eternamente en ese lugar, eso es claro. ¿Cuántos años más tienen qué ser? aquellos que nos arrojen los estudios que yo espero pronto tener datos más fidedignos”.
— ¿De los resultados este estudio dependerá el cierre o no de Laureles?
— Sí, claro. Porque ahorita, recuerden que son particulares, que tienen un derecho establecido, las autoridades no podemos nada más porque lo creamos o lo consideramos cancelarle un derecho a ningún ciudadano. No puede descartarse ninguna opción.
Dicho diagnóstico costará tres millones de pesos —monto financiado por Banobras—y estará listo en dos meses.
La secretaria ambiental subrayó que en este momento cerrar el basurero no es la opción más viable, porque no existen sitios idóneos para disponer las tres mil toneladas de residuos que a diario recibe, lo que generaría un colapso ambiental.
“El sitio deberá ponerse totalmente bajo control, no es una solución que permanezca o que salga en este momento, porque creo que lo único que provocaríamos si no tenemos asegurado un sitio o varios de ellos en la zona metropolitana —como sitios seguros de disposición final— lo único que provocaríamos es un colapso ambiental”.
El pasado viernes, el vertedero fue escenario de una confrontación entre pepenadores y habitantes del Salto, Juanacatlán y Puente Grande; éstos últimos bloquearon por más de tres horas la entrada de camiones recolectores al basurero operado por la empresa Caabsa Eagle, para exigir su clausura.
El ingreso de los camiones —avalado por los pepenadores que se apostaron a las afueras del vertedero para defender su fuente de trabajo—se dio luego de que autoridades de la Subsecretaría de Asuntos del Interior ordenaran la intervención de antimotines para reguardar la restauración del servicio.
Antes de que la manifestación concluyera, funcionarios de la Procuraduría Estatal de Protección al Ambiente (Proepa), sostuvieron ese mismo día que no existían elementos suficientes para clausurarlo.
Sin embargo, a tres días de que la Proepa asegurara que Los Laureles no representa un “riesgo”, del Toro Gaytán confirmó que si bien está cumpliendo con una serie de acciones interpuestas para mejorar su operación, al igual que el resto de los basureros del Estado, no cumple con la normatividad.
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