Jalisco
Ampliar diócesis vecinas, opción para no dividir Arquidiócesis tapatía
Varias ciudades que se proponen como sedes de nuevos obispados no aglutinan la suficiente población
Tal es la propuesta del historiador del Arzobispado tapatío, Tomás de Híjar Ornelas, ante la polémica vigente ya por varias décadas sobre si se divide la actual demarcación geográfica de la Arquidiócesis tapatía o si se deja como está.
Cabe referir que este asunto se encuentra en la agenda pendiente de las autoridades eclesiásticas, tanto del ámbito doméstico como de El Vaticano, y se resolverá hasta el tiempo del sucesor del actual cardenal Juan Sandoval Íñiguez, según éste lo ha comunicado recientemente.
Expresó que la controversia al respecto tiene como punto de división el hecho de que varias ciudades que se proponen como sedes de nuevos obispados no aglutinan la suficiente población como para darle solidez a una nueva diócesis en los aspectos demográficos y económicos, como sería los ejemplos de Ameca y Ocotlán, además de que sería contraproducente dividir un tejido urbano ya consolidado como diócesis.
Asimismo, argumentó que hay una afirmación a favor de la división de quienes señalan que ésta debe darse para una relación más cercana de las autoridades eclesiásticas con su feligresía. Esta tesis es sostenida por el obispo auxiliar José Trinidad González Rodríguez.
En este tenor, citó por poner otros ejemplos que sería algo incoherente la división de la zona metropolitana para formar un obispado en Zapopan o Tlaquepaque.
En su propuesta “de la tercera vía”, el historiador diocesano señala que algunas poblaciones que están relativamente equidistantes de Guadalajara y otro obispado ya existente, pudieran separarse en un momento dado del actual territorio de la Arquidiócesis tapatía, para integrarse a las diócesis vecinas de Tepic o Zacatecas, por citar estos ejemplos.
Cabe referir que el cardenal de Guadalajara Juan Sandoval Íñiguez expresó su rechazo categórico a que la Arquidiócesis tapatía pudiera ser dividida en su actual extensión territorial para el surgimiento de nuevos obispados. El purpurado indicó que él se ha opuesto a esta posibilidad, porque ello daría pie a nuevas diócesis con pocos fieles.
En una breve entrevista sobre el tema, el arzobispo explicó “que si se considera que la gran mayoría de los habitantes que tiene actualmente el territorio de la Arquidiócesis tapatía, en cualquier lugar posible de las nuevas sedes eclesiásticas se contaría con una feligresía de 400 a 500 mil habitantes, como pudieran ser las ciudades de Ocotlán o Ameca, como lugares de nuevos obispados que pudieran establecerse de parte de la jerarquía católica”.
PARA SABER
Hasta 1622 la diócesis de Guadalajara tenía una superficie de un millón 250 mil kilómetros cuadrados. La última pérdida de su territorio se dio en 1972, con la formación de las diócesis de San Juan de los Lagos y Ciudad Guzmán.
La sede episcopal tapatía como diócesis se fundó el 13 de julio de 1548 y como arquidiócesis el 26 de enero de 1863.
Fuente: Arzobispado de Guadalajara.
EL INFORMADOR / SALVADOR Y MALDONADO
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