Jalisco
Ampliar calles, paliativo al tráfico
Agregar carriles o reducir espacio de estacionamiento no soluciona el problema de congestionamiento vial en la urbe
-Los autos ocupan una de cada cuatro calles tapatías
GUADALAJARA, JALISCO (02/MAY/2011).- El problema de la movilidad en la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG) es tal, que ni siquiera ampliar las calles, construir más vías o eliminar los carriles de estacionamiento en la vía pública resolvería los embotellamientos que viven a diario los tapatíos.
Esta afirmación es resultado de un estudio del Centro Estatal para la Investigación del Transporte (CEIT) de Jalisco (CEIT), la autoridad en materia de investigación sobre la movilidad urbana.
El estudio permitió saber, de hecho, que las propuestas para incrementar la infraestructura de vías dedicadas a los automóviles son sólo soluciones temporales: no resuelven de manera definitiva los problemas de congestionamientos, de acuerdo con el director del organismo, Francisco Romero Pérez.
“En la mayoría de los casos (agregar un carril) nunca da como resultado que se duplique la velocidad o se duplique el número de autos, no es una relación de uno a uno. Mejora un poquito, eso sí”, explican funcionarios del organismo.
El problema está más bien relacionado con la saturación de automóviles, motivada por el hecho de que cada persona quiere usar auto porque no tiene alternativas eficientes, como lo sería un mejor transporte público. Pero que todos los tapatíos quieran moverse en auto, subraya el CEIT, no es sustentable.
Ampliar las calles, por ejemplo eliminando las zonas de estacionamiento sobre la vía pública, funcionaría en casos extremos, es decir, en aquellas vías que ya llegaron a su límite. Los beneficios evidentes se limitarían a casos excepcionales.
Además, según el CEIT, la verdad es que en la ZMG ninguna calle o avenida está al máximo de su capacidad, entendida como una arteria en donde los autos se quedan parados, avanzan unos metros y luego vuelven a detenerse.
Sin embargo, Francisco Romero Pérez reconoció que hay algunas vías que ya se acercan en horas pico a su tope de capacidad, como el caso de López Mateos, que oscila entre 85% y 90%, y Lázaro Cárdenas, con alrededor de 85 por ciento.
GUADALAJARA, JALISCO (02/MAY/2011).- El problema de la movilidad en la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG) es tal, que ni siquiera ampliar las calles, construir más vías o eliminar los carriles de estacionamiento en la vía pública resolvería los embotellamientos que viven a diario los tapatíos.
Esta afirmación es resultado de un estudio del Centro Estatal para la Investigación del Transporte (CEIT) de Jalisco (CEIT), la autoridad en materia de investigación sobre la movilidad urbana.
El estudio permitió saber, de hecho, que las propuestas para incrementar la infraestructura de vías dedicadas a los automóviles son sólo soluciones temporales: no resuelven de manera definitiva los problemas de congestionamientos, de acuerdo con el director del organismo, Francisco Romero Pérez.
“En la mayoría de los casos (agregar un carril) nunca da como resultado que se duplique la velocidad o se duplique el número de autos, no es una relación de uno a uno. Mejora un poquito, eso sí”, explican funcionarios del organismo.
El problema está más bien relacionado con la saturación de automóviles, motivada por el hecho de que cada persona quiere usar auto porque no tiene alternativas eficientes, como lo sería un mejor transporte público. Pero que todos los tapatíos quieran moverse en auto, subraya el CEIT, no es sustentable.
Ampliar las calles, por ejemplo eliminando las zonas de estacionamiento sobre la vía pública, funcionaría en casos extremos, es decir, en aquellas vías que ya llegaron a su límite. Los beneficios evidentes se limitarían a casos excepcionales.
Además, según el CEIT, la verdad es que en la ZMG ninguna calle o avenida está al máximo de su capacidad, entendida como una arteria en donde los autos se quedan parados, avanzan unos metros y luego vuelven a detenerse.
Sin embargo, Francisco Romero Pérez reconoció que hay algunas vías que ya se acercan en horas pico a su tope de capacidad, como el caso de López Mateos, que oscila entre 85% y 90%, y Lázaro Cárdenas, con alrededor de 85 por ciento.
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